El día en el que perdí por completo mi dignidad, mi orgullo... no fue en el que accedí a lo que Baekhyun me sugirió para arreglar nuestras cuentas pendientes; no, fue el día en el que el juego pudo más que con mi propia razón.
Era un adicto a los juegos de azar, un ludópata, alguien que ansiaba con toda su alma obtener dinero rápido y fácil. Todo empezó cuando yo tenía dieciséis años, y mi padrastro me dejó participar en una de sus noches de póker con sus compañeros de trabajo. Yo no tenía dinero, así que confió en mí para que jugara por él. Sorprendentemente, le hice multiplicar por diez lo que pensaba apostar. Y gracias a eso, yo conseguí que me comprara aquel vídeojuego que tanto ansiaba.
Después de eso, siempre fui bienvenido en sus partidas. Todo el mundo decía que mi éxito se debía a que nunca expresaba la más mínima emoción, que mi expresión siempre era la misma. Es más, apenas recordaba haberme reído con mi padrastro alguna vez. No le echaba la culpa a él, y tampoco lo pensaba demasiado; cuando algo me pareciera gracioso, ya lo manifestaría. Cuando una cantidad de dinero me sorprendiera lo suficiente, se me notaría en el rostro.
Pero mientras tanto, seguiría siendo igual de seco, así como ellos decían.
Aunque el póker no era a lo único a lo que jugaba, a pesar de ser extremadamente bueno en él. Me gustaban los dados, el blackjack, la ruleta... casi todo menos las tragaperras; eran demasiado ruidosas para mí, y su dinámica era casi tan aburrida como mi vida antes de descubrir lo que era un casino.
Y cuando tuve la edad suficiente, mi padrastro me llevó con él a un sitio de aquellos. Lo que él no sabía, era que estaba echando a perder la poca cordura que alguien tan joven como yo, podría tener. Ya no había vuelto atrás, era un adicto.
Aquello ocasionó que me escapara cada noche, harto de las rutinarias partidas que un par de hombres aburridos jugaban en el sótano de mi madre. Necesitaba más, mucho más de lo que ellos podían ofrecerme. Buscaba partidas ilegales, en donde de verdad pudiera ganar dinero.
Al principio todo fue como la seda; jugaba contra lo que los expertos llamarían, principiantes. Era más fácil dejarlos hasta sin ropa, que quitarle un caramelo a un crío. Ellos eran los críos, y yo el matón del parque. Pero claro, a cada matón, le llega su fin. Había jugadores mucho mejores que yo, con mucho más dinero, al cual yo jamás podría llegar ni siquiera a ver. No obstante, mi ambición era mucho mayor que el impedimento.
Me convertí en un perro rastrero. Me echaba una novia cada mes, la cual me mantenía y pagaba mis deudas. Cuanto mayor se hizo mi obsesión, mayor cantidad de dinero que debía. Engañaba a la gente para que me diera más fichas de las que yo podía pagar, y claro, jugar con fuego algún día me iba a pasar factura.
Y ese día, fue cuando conocí a Byun Baekhyun.
Él no era un jugador nato sin escrúpulos como yo, al contrario, sus emociones eran tan exageradas que no te quedaba más remedio que creértelas; lo único malo respecto a aquello, era lo bien que actuaba. Un mentiroso nato, se podría decir. Cada farol era mayor que el anterior, y yo era incapaz de diferenciar cuando estaba feliz de verdad y cuando no. Así que, enfadado conmigo mismo al haber sido estafado por tal estúpido, me dejé llevar por mi furia... y ésta conllevo a mi ruina.
Mi última mano era perfecta. No, no me refiero al típico poker de ases que todo el mundo tiene en las películas, y luego es vencido por una escalera de color. No, lo mío era poker de nueves. Claro, cómo iba a saber yo que el tendría, efectivamente, escalera de color. Quizás aquel diez de corazones debió haberme dado una pista, seguida por la dama del mismo palo.
Su sonrisa fue tan amplia, que no pude evitar dejar que la rabia me consumiera, saltando por encima de la mesa para ir a golpearlo con toda la fuerza que hube acumulado en mi puño cerrado. Las fichas de colores cayeron al suelo, junto con las cartas dobladas por culpa de mis rodillas. Y justo cuando creí que iba a alcanzar su bonito rostro, el cual seguía mostrándome esa sonrisa que tanto enervaba mi sangre, dos de sus hombres atraparon mis brazos y me hicieron caer de espaldas en el suelo.

ESTÁS LEYENDO
Poker Punishment // [sebaek]
ФанфикSehun es un adicto al juego, al póker, más especialmente. Ha ido de mal en peor, hasta que Baekhyun decide darle una lección que nunca olvidará. Lo único que éste no sabe, es que Sehun pretende vengarse de él. [Regalo de cumpleaños para la grumpy de...