C: Comida

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Con sus 1.42 cm Charmy es la niña más baja de todo el instituto y eso es algo que no pasa de ser percibido, sobre todo cuando es tan amable y atenta con todos. Ella no es popular, sino alguien a quien algunos conocen por su insaciable apetito e infinita ternura. Es una alborotadora más que nada y muchos deciden evitarla, sólo los más raros o valientes se animan a acercarse.

Es por eso que no pasó de ser percibido el intercambio entre Yuno y Charmy. Bueno, sólo fue un intercambio de bebida, pero para las fans de Yuno fue demasiado, y aunque lo dejaron pasar, al otro día Yuno se acercó a ellas para preguntar por la alborotadora. Claro que ayudaron a su ídolo, pero fue un escándalo. Ellas son las encargadas del diario de la escuela, una página de Facebook, saben de todo y claro que conocen a los que suelen resaltar, ya sea por algo malo o bueno. Aunque no hay porqué alterarse, la glotona y el príncipe jamás podrían fijarse uno en el otro.

Ese jueves como siempre, Charmy, hizo muchas galletas en forma de animalitos y como esta vez no podía comerlos todos decidió repartirlos entre sus amigos, así fue con paquetes en mano entregando dulces y alegría. Magna, Gordon y Asta, este último un reciente amigo ganado en el club de karate, ella fue la capitana el año pasado, pero decidió dejarlo para dedicarse a la cocina. Asta fue un aprendiz/admirador que no paraba quieto, entusiasta y decidido a superarse cada día. Charmy está segura de que con el duro esfuerzo que hace será nombrado capitán el año entrante. Habla con él justo cuando su hermana Vanessa llega para arrastrarla lejos. Mientras es arrastrada logra ver como un chico alto se para a un lado de Asta, él parece no expresar nada en el rostro, pero hace contacto visual con ella, lo que la hace suponer que fue reconocida. Así que con un grito de "¡Adiós, Asta, adiós, Yuno!" se aleja mientras agita la mano en alto.

Asta también se despide con la mano. Por su parte, Yuno deja pasar la sorpresa de ser reconocido para entregarse a un sentimiento agradable por el aroma del dulce.

—¿Eso es comida?

—Son dulces de Charmy.

Yuno no es alguien que se relacione con cualquiera, tampoco habla mucho o demuestra simpatía, no suele recordar rostros a pesar de que mucha gente se acerca a él y le habla, por eso es raro que sepa de quien habla Asta, la niña de la bebida y ahora de la comida. Prueba un bocado del dulce y siente una agradable sensación en el paladar, no puede evitar sonríe complacido y Asta comienza a burlarse de él por su amor a los dulces comenzando así una absurda discusión.

Ya hace una semana de los dulces, Yuno y Charmy no han vuelto a encontrarse. Esa mañana, él va de camino al instinto como siempre acompañado de Asta.

—Mimosa me invito a una fiesta de disfraces, ¿vamos? —cuenta Asta con una gran sonrisa, saca dos tarjetas azules de la mochila.

—Paso —responde Yuno sin pensarlo dos veces.

—Vamos, es diversión y comida gratis —insiste Asta sabiendo que es inútil, pero no dejará de intentarlo, hace años que no ve a su amigo hacer otras amistades. Es preocupante.

No hay tiempo de seguir la plática cuando al doblar en la calle del instinto ven a un grupo de tres chicas acorralar a otra contra la pared, Yuno reconoce a las intimidadoras como sus "fans".

—¿No es Mimosa? —piensa Asta en voz alta viendo a la chica asustada contra la pared.

Entonces una de las "fans" toma de la muñeca a Mimosa y le arrebata la caja que con tanto cuidado lleva, la chica rubia intenta recuperar su pertenencia, pero enseguida es empujada contra la pared y retenida por otra niña. Asta y Yuno se apresuran a llegar para detener la intimidación, pero entonces el contenido de la caja es lanzado al suelo, lo que una vez fue un rico cupcake bellamente decorado ahora es un merengue pintando la acera. Ambos chicos llegan y se colocan frente a Mimosa para protegerla, pero el daño ya está hecho. Con una expresión de tristeza y profunda frustración Mimosa aguanta las lágrimas que asoman por sus ojos. Ese postre que con tanto esfuerzo había hecho para Asta.

—Yuno, nosotras... —intenta excusarse una de ellas, al verse expuesta frente a su crush, pero es empujada con violencia contra el suelo.

Yuno, Asta y Mimosa ven con sorpresa como un pequeño cuerpo logra derribar a la chica agresora de cupcake, golpes son propinados al rostro de ésta seguido de frases que quizás la chica nunca olvide.

—¡La comida es sagrada! ¡Te voy a enseñar una lección! ¡Esto va en nombre de la comida! —Charmy golpea contra los brazos de la chica que de forma inútil intenta protegerse.

—¡Charmy! —gritan Asta y Magna mientras intenta separar a la revoltosa chica.

Las otras dos amigas de la agresora de cupcake intentan alejar a su amiga, pero aun teniendo a ambas de lados distintos no se sueltan de los cabellos.

—¡Te voy a dejar calva enana del demonio!

—¡Nunca vuelvas a desperdiciar un alimento!

—¡Estás loca!

—¡Con la comida no se juega!

—Ya cálmense —pide Yuno de forma inútil.

Vanessa llega después de una tranquila caminata, desde lejos vio toda la escena, pero no quiso involucrarse sobre todo cuando su hermana salió corriendo para defender el honor de la comida.

—¡Ya basta! —habla Yuno con voz autoritaria mientras mira a ambas niñas hacer el ridículo en plena vía pública, muchos transeúntes se detienen a ver y algunos estudiantes están filmando. Para sorpresa de todos ambas chicas se detienen y sueltan el cabello de la otra, están avergonzadas.

Parecía que terminaría ahí, pero Charmy no se da por vencida y, desde su lugar en el hombro de Magna, señala a su contrincante.

—¡Discúlpate con Mimosa! —ordena hecha una furia.

—Es verdad, tiraste su comida, discúlpate con ella —concuerda Asta.

—Pero yo fui atacada —finge llorar y así parecer una pobre víctima.

—Es verdad —habla Yuno—. Charmy debe disculparse contigo por agredirte, pero tú debes disculparte con Mimosa.

—¿Qué? Yo... Yuno —ella se debate entre disculparse o no, su orgullo no le permite hacerlo, pero si se lo pide el chico que le gusta.

—¿Qué está pasando aquí? —pregunta una voz gruesa y llena de autoridad, todos voltean a ver con miedo al hombre, Fuegoleón, el profesor de educación física.

Todos terminan en el despacho de la directora, después de tomar todas las declaraciones, las tres agresoras y Charmy terminan en detención. El profesor Fuegoleón está feliz de saber que su gimnasio tendrá una intensiva limpieza bajo su supervisión.

Charmy no se arrepentía de nada, la comida es sagrada y por ella pelearía con quien sea.


Esponjosa dulzura | Yuno x Charmy |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora