Me di un muy buen susto.
No iba a mentir, con rapidez llevé las manos a mi cuello en un intento de protegerme. Pensé que querría volver a ahorcarme.
Pero no fue así.
Me senté en el borde de la cama de golpe, haciendo que él retrocediera un paso.
- ¿Qué ocurre? – dije frotándome un ojo al ver que no había peligro de ataque.
El chico juntó las palmas de sus manos y las pegó a su mejilla mientras simulaba "dormir", seguidamente se señaló y dijo que no.
- ¿No puedes dormir?
Tae negó.
- ¿Por qué?
Buscó el interruptor de la luz, la encendió y puso algo así como una cara feliz, luego la apagó y puso cara de susto.
- Mmmm – pensé - ¿Te da miedo la oscuridad – asintió repetidas veces – puedes dormir con la luz de la mesita encendida.
Acortó el espacio entre sus dedos índice y pulgar.
- ¿Pequeño? ¡Ah! ¿Es poca luz? – volvió a asentir. – Bueno, puedes dormir con la luz de la habitación encendida.
Pareció meditarlo, pero, finalmente dijo que no. Tal vez le asustaba estar en un entorno desconocido, a oscuras y solo.
Señaló el suelo, al lado de la cama.
- ¿Quieres dormir ahí? – su cabeza dijo que sí.
¡No podía dejarle dormir en el suelo! Y menos aún sabiendo cómo ha vivido....
- Tengo una idea – él prestó máxima atención – pero tienes que ayudarme – asintió una vez más.
Fui a mi dormitorio, con Tae siguiéndome, y le dije que esperara ahí unos segundos.
Fui corriendo al desván, abrí con la llave que tenía escondida en una maceta y me fui a una de las estanterías.
Recordaba claramente que, en alguna de las cajas, había un colchón inflable. Busqué y busqué.
Pensaba darme por vencida justo en el momento en el que, en la última caja, se iluminó mi cara.
¡Ahí estaba!
Tan emocionada como si hubiera ganado un premio importante, corrí hasta el dormitorio.
- Ayúdame a inflarlo – sonreí.
Puse la bomba de aire y, primeramente, comencé yo a subir y bajar la palanca para llenar de aire el colchón.
Noté como Tae me tocó el hombro y, cuando me giré, me apartó las manos de la bomba de aire para ponerse él manos a la obra.
Yo sonreí, aunque él no me vio, estaba demasiado concentrado en su trabajo. Mientras tanto, me puse a buscar otro juego de sábanas de mi habitación, ya que tanto mi cama como el colchón tenían casi las mismas medidas, y una almohada o cojín.
Finalmente conseguí un cojín rectangular y bastante bueno.
Una vez Tae terminó, quitó la bomba y cerró la boquilla de la nueva "cama". Puse las sábanas y el cojín dejando un lugar de descanso bastante agradable.
- ¡Perfecto! – respondí obviamente orgullosa – Vamos a dormir. – dije mientras me tiraba en el colchón.
El chico negó mientras me señalaba.
- ¿No? ¿No qué? – se señaló y luego al lugar donde yo estaba – ¿Tú quieres dormir en el colchón? – asintió – No, tienes que dormir en la cama, es mucho más cómoda, Además, eres mi invitado y a los invitados hay que tratarlos como príncipes, o al menos eso me han dicho siempre - forcé una sonrisa al recordar las enseñanzas de mis padres.
A regañadientes, me obedeció.
Menos mal, no sabría como sería entrar en una discusión con el chico.
Sería muy difícil enterarnos, y yo me estresaría demasiado.
Aquella noche no estaba muy confiada en dormir.
Pero lo que más me preocupaba era que me había dejado el móvil en el cuarto de mis padres y no tenía ganas de ir a por él.
Se dice que de algo hay que morir....pues yo lo haré a manos de Min Yoongi.
Hasta aquí este capítulo~
Espero que lo hayáis disfrutado muchísimo!
Mil gracias por el apoyo~
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La Sonrisa se ha ido de tus Ojos - V - BTS | ✔️ TERMINADA
FanficMiedo. Dolor. Oscuridad. Esas son las únicas palabras que Taehyung conoce. Abandonado por sus padres, si es que así se le pueden llamar, vaga por las calles día y noche en busca de algo que llevarse a la boca. Sus huesos están tan marcados que sus s...