• Invisible boy • COMPLETA

Im just as you

Desde esa charla, Jarvis había limitado un poco las veces que mencionaba a Steve frente a María, no quería tener problema alguno con ella.

—Jarvis, Steve quiere más cátsup por favor. —Pidió Tony señalando el plato a su lado.

—Gracias Jarvis. —Sonrió moviendo sus pies de adelante hacia atrás colgando de la silla.

—Ahí tiene joven Anthony. —Dirigió su vista al ya mencionado más no a Steve.

—Jarvis, hoy mamá me llevara al trabajo con ella ¿Verdad que es grandioso? —Contaba más emocionado de lo normal.

Era algo que a Jarvis le encantaba oír, la dulce voz de su niño emocionado.

—Me alegro mucho por usted. —Le revolvió el cabello como acostumbraba haciendo reír al niño.

—Aunque mamá dice que Steve no puede ir... ¿Sabes por qué?

—No tengo ni la menor idea...—Tampoco quería destrozarle el corazón.

—Está bien Tony, ya te dije que yo puedo quedarme con Jarvis. —Steve le sonrió, por fin, su Niño estaba recibiendo la atención que necesitaba de su mamá, no podía ser egoísta y arruinarlo.

—Pero Steve, yo quería que vengas conmigo. —El castaño giró su mirada hacia el niño rubio a su lado.

—No hay problema Tony, yo seguiré aquí cuando tú vuelvas. —Aseguró sonriente.

Jarvis miraba expectante y a veces no entendía como Tony sostenía una conversación con su amigo imaginario.

—Jarvis ¿Me prometes que cuidaras de Steve?—Lo apuntó con su tenedor como si fuese gran amenaza.

Jarvis respondió divertido. Haría cualquier cosa por su Niño así fuese cuidar un amigo imaginario.

—Vaya sin problemas, joven Anthony.

Y así fue, Jarvis se quedó en casa, Steve en la habitación de Tony como jamás hacía, pues siempre lo seguía a todos lados, y Tony junto con María fueron a industrias Stark.

Pensó que el trabajo de su madre sería más interesante, pero para ser honestos se estaba aburriendo un poco.

No tenía a Steve, pero recorrió con su vista todo el lugar, lleno de hombres y mujeres inteligentes vistiendo batas blancas y lentes gruesos para evitar lastimarse.

Su mamá estaba distraída, así que aprovecho para salir corriendo del lugar, buscaría ahora a su padre. Pasillo tras pasillo y unas cuantas paradas en el elevador lo llevaron hasta el, trabajaba muy concentrado en una maqueta que mostraría como modelo de un proyecto futuro.

Tony se acercó y con toda la curiosidad del mundo tomó un edificio de la maqueta.

—Wouh...—Susurró.

Su padre lo escuchó y de inmediato lo reprendió.

—¡Anthony! ¿¡Qué haces aquí?! Deja eso. —Le quitó la pieza antes de que este hiciera un "desastre" devolviéndola a su lugar.

—Lo siento papá, solo quería ver. —Se disculpó alejándose de la maqueta con pasitos nerviosos.

—Si deje que tu madre te trajera fue por que insistió y prometió que no tocarías nada, estos no son legos. —Le tomó la mano algo brusco y salió de la habitación llevándolo consigo.

Quizá el agarre no había sido el más suave y paternal que Tony esperaba, pero vamos ¡Su padre le estaba tomando la mano!

¡¿Cuándo demonios hacia eso!?