VII

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Después de la confesiones que dijo Caroline, ella solo dio media vuelta directo a una de las camionetas y aceleró demasiado que hasta derrapo de un lado a otro. Estacionó el vehículo, entró por aquellas enormes puertas, al pasar por el living sus padres notaron su vestimenta y su mirada.

La forma en que iba vestida era cuando ella hacía un trabajo sucio y redondo, ellos no podrían decidir la vida de su hija, después de todo ella era la dueña.
Su mirada reflejaba inseguridad, tristeza y soledad. No estaba bien, pero lo iba a estar. Line se cambió de ropa, unos pantalones ajustados color blanco de equitacion, sus botas hasta la rodillas, su camisa y el saco negro. Llego hasta las caballerías, fue por la montadura para el caballo, hoy utilizaría a Ambush, un español color marrón. Le coloco todo lo necesario para ir a dónde el campo de saltos.
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Dos camionetas llegaban, en una de ellas Karla, estaba super arrepentida por hacer enfadar a Line, se merecía esa bofetada, tenía que admitirlo, no sólo hirió su orgullo, si no también la dejó estéril. Un peso en la espalda cargaba de más, fue directo a su recamara para darse un baño. Nunca había visto a su esposa tan enfadada ni machista. Pero se lo había buscado. Ella estaba casada, y aún así, huyó.

Se puso un short corto negro, dejando a la vista sus espectaculares piernas, el trasero le resaltaba de forma hermosa. Con una camiseta de manga corta blanca con rayas negras por encima de los hombros. Primero buscaría a su esposa para hablar las cosas, al no encontrarla fue directo a dónde los establos, a ella le gustaban los mucho,. Entró a uno de los corrales y estuvo un rato con el caballo. Escucho como tomaban una foto, miró hacia atrás y ahí estaba su cuñado.

—¿Porque me tomas fotos?. — Cuestionó algo incomoda.

—Te veías muy linda con ese atuendo y conviviendo con el caballo. — Dijo sin más, metió una mano en el bolsillo. —Te la enviaré por si gustas verla. — Lo envío. — Y borrado.

—Me sentí incomoda, tu tomándome fotos, ¿Sabes que? Olvidalo. —Dejo salir de lleno un suspiro de cansancio.

—¿Sucede algo?. — Karla no respondió. —Hay cosas que pasan en la vida y es por algo, tal vez sea para bien o para mal, pero tenía que pasar. Conforme a los años las pequeñas piezas del rompecabezas se van armando hasta forma algo, ahí es donde te das cuenta de cuál fue tu objetivo a lo largo de todo. A lo que voy, quizás pienses que mi hermana es una hija de puta, la verdad, si que lo es, pero es una muy linda. Ella daría su vida por ti, te trajo a su lado a la fuerza porque sabía que nunca la amarías.

—Todo es tan confuso, ni siquiera quería estar aquí, arruine su vida de la peor forma y me siento culpable y con la obligación de quedarme para siempre. —Miró hacia otro lado.

—No te sentirías así, de no ser que la trates de amar poco a poco. —Sugirió Santiago.

—Cuando ella estaba en la carrera de medicina, era una chica que le gustaba disfrutar de la vida, fumaba, salía de fiesta, pero nunca la vi con una chica. De tantas que habían y más bonitas se tuvo que fijar en mi. Lo que trató de decir es que no creo que logre amarla como ella quiere, yo ya tengo al amor de mi vida.—Solto palabras sin saber que alguien los escuchaba.

—Si no la amas, ¿Porque te casaste con ella?. — Santiago dudaba de ese matrimonio.

—Ella le prestó millones a mi padre para salvar nuestra hacienda, dio dos semanas para pagar, no logramos conceguir el dinero a tiempo yo no quería que mis hermanas no disfrutaran
de un buena escuela, que se perdieran todo lo que pude disfrutar. — La cara de Santiago era un poema.

—No puedo creer que arriesgarías tu felicidad por estar con mi hermana. — Dijo.

—No se supone que deberías de decir algo tipo "Mi hermana es la persona indicada para ti", pensé que eras el clase de hermano que le alza el ego a su hermana. — Santi y ella rieron.

—Para nada, mi hermana sabe que la quiero y no me metería en sus asuntos, pero tampoco que mame con dos semanas.
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A lo lejos Caroline, miró que había un poco de sombra así que bajó del caballo y se tiro al césped, podado bien bonito.

Esa parte de ella se llamaba felicidad, poder conocer a su caballos era algo que la apasionaba, tenía varios caballos preferidos. Su hijo le dijo una vez que el quería ser reconocido por ser el mejor de equitacion, sin duda lo apoyaría, contrataría a los mejores entrenadores para que su hijo alcance sus sueños. Sin duda el pequeño rubio sería un gran hombre de bien cuando sea todo un don Juan.

Aún no se quitaba de su mente aquella conversación, sabía que ahora con esta declaración de que era estéril Karla querrá estar con su ex prometido, ella estaba embarazada, realmente lo estaba, lo que mas le dolía era que no estaba cumpliendo sus sueños con ella. Dejó al caballo solo y ella se fue a la casa a darse una ducha. En el camino se encontró a varios de su personal, a sus padres y a su hermana pequeña. Paso directo hasta su recámara, se sentía mal físicamente como mentalmente. En la ducha estaba desnuda, sentía como el agua fría recorría cada milímetro de su cuerpo, era una gran sensación, lavó su cabello con shampoo, coloco jabón en toda su piel, cuando terminó dejo que el agua sólo limpiará la parte donde quedaba jabón, sus manos estaban sujetas a la pared, su cabeza agacha, cerró los ojos para disfrutar de esa sensación. Pasaron los minutos y ella aún no salía. Al fin logró salir después de 45 minutos, puso unos bóxer azul eléctrico, un top a juego. Unos short cortos que le quedaban estupendos, se le notaba su pequeño bulto pero era minúsculo. Por último su camiseta negra. No pretendía salir, así que solo optó por acostarse para descansar un poco, no ha pasado ni dos meses y ya estaba pensando en dar el divorcio, si bien, para ella la unión de dos personas es para siempre, pero hay cosas como estas que la obligan a tomar medidas drásticas. Encendió el aire acondicionado, hacia calor, 34° para ser exactos. Fue hasta su escritorio, encendió el computador para enviar un correo.
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De: Caroline Montero.
Para: René Huerta.
Fecha: 16 Agosto 2019   4:42 p.m.

Buenas tardes, disculpa por molestar tu lindo rato libre, no pensaba utilizar tus servicios dentro de mucho tiempo, pero a decir verdad, nunca pensé que sería tan pronto. Inicia los trámites del divorcio por favor, el acuerdo nupcial se cumplirá al pie de la letra, a ella le quedará una de mis casa, una camioneta, 4 millones de dólares y por ultimo, la hacienda de sus padres.

Cualquier cosa, estamos en contacto, marcame come coño. ;)

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Ya no tenía nada que perder, lo que le quedaría a su esposa era algo minúsculo a todo lo que ella poseía. Para Caroline 4 millones no era nada, ni un rasguño. Su fortuna iba creciendo cada vez más, el cuádruple de lo que el viñedo le lograba dar. Cerró los ojos mientras apagaba su laptop, coloco su frente encima de su máquina, ¿Había echo bien? ¿Es lo que ella quería? ¿Sufriría de nuevo por ella?.

"No Pretendo Que Me Quieras"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora