Capitulo 9

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No sé cómo hago, pero llego al apartamento. Con lo último que pueden mis piernas camino un poco más y me siento en el sofá.

Veo el teléfono y mis manos comienzan a temblar aún más, no puedo creer que me consiguieran. Como era posible, me había estado cuidando durante mucho tiempo. Me cambie el nombre, dirección, teléfono. Desaparecí del mapa para llegar aquí y aun así no podía creer que me llegaran todavía estas amenazas, de mi tío.

Comienzo a pesar en que hacer, solo me queda mantener la calma y no hacer planes tan apresurados. Llamo a Ana y le cuento todo.

–Vamos a calmarnos un poco, solo te digo que no me quiero ir de aquí, pero no importa, si toca lo hacemos Lara. - Me dice Ana.

–Yo tampoco me quiero ir de aquí, estoy cumpliendo todo lo que quiero aquí Ana. Estoy que casi en mi mejor momento después de mucho y no pienso ya dejar ir todo lo que tengo aquí. - le digo.

Nos quedamos calladas un momento.

–Escucha, lo haremos. Enfrentaremos lo que sea, pero aquí. No me pienso ir de aquí, ya no voy a huir más. Los enfrentaremos. Solo tenemos que estar más alerta, primero veré de que parte viene el mensaje que me enviaron y después cambiare el número. Tomaremos todas las medidas necesarias, pero sin irnos de aquí.

–Lara espero que esto esté bien, que salga todo bien. Si te pasa algo no podría vivir como si nada...- Me dice Ana.

–Tranquila. - respiro profundo. - Yo no me dejo por nadie y saldré de esta

–Tampoco dejare que te pase algo Ana, porque sé que, desde un principio, que decidiste acompañarme en esto nunca me dejaste. A pesar de los peligros. - Digo.

–Escucha, decidí acompañarte en todo esto porque eres mi hermana y sé que si a mí me pasara lo mismo también lo harías, así que lo que decidas de ahora en adelante siempre te apoyare.

– Gracias Ana. - le digo, no puedo sentirme más tranquila, no tengo a mi familia cerca, pero tengo una parte de mi hogar conmigo, tengo a Ana.

Pasamos la tarde averiguando todo sobre los mensajes, contactamos a un amigo de la familia para rastrear la llamada. Para confirmar, la llamada si viene de aquí mismo de USA, pero, no viene de este mismo estado. 

Otro punto a mi favor, ya aquí ando incógnita por mi cambio de nombre, este amigo termina de borrar nuestros últimos registros de llamadas y además registros de lugares donde hemos estado. 

–Lara, deja de mover el lápiz así que me pongo nerviosa. - dice Ana. 

No me había percatado de el sonido del lápiz que estaba haciendo cuando lo movía. Así que paro. Nuestro amigo se va y nos termina asegurando que por ahora todo estará bien. 

Cambio el número y ya, estoy un poco más tranquila y controlada. Aun sabiendo que hay más peligro del que pensaba allá afuera. 

Decido no contarle a mi madre lo sucedido hoy, ya pude manejar el asunto yo sola. Ana me pregunta por las clases de hoy, me mantengo al margen al decirle que todo muy bien, no le quiero contar ahora sobre el tal Santiago. 

Espero que las próximas clases no sean con esos idiotas, lo estoy rogando de verdad. 

Llevo fumándome casi que toda la caja de cigarros por el día de hoy, al final me termino encerrando en el cuarto. Mientras Ana se va con Jonh. Hoy de verdad que no quiero estar con más nadie, necesito estar sola. Ha sido suficiente por hoy, todo esto me tiene los nervios de puntas, decido no ver ni el teléfono porque eso me pondría peor. No puede ser que exista tantas personas molestas y tantas personas malas en este mundo. Porque la vida no puede dejar de ser difícil por un momento, aunque nunca me hice este tipo de preguntas ni aun cuando deje a mi familia o cuando me fui de mi hogar, pero hoy no lo puedo evitar, o cuando el amor de mi vida me dejo sin más, como si nada y me engaño solo por dinero, o cuando... 

STOP LARA, me digo a mí misma, no quiero seguir recordando todo eso.

Siento que todo se me viene abajo, ya no soy la roca, esta noche no puedo, necesito solo por un momento sentarme como una persona normal en una cama, a llorar, solo por hoy. Después mañana sere la misma, pero solo por hoy, me quiero desahogar. Ya mañana todo volverá a ser igual. 

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora