Capítulo 61: Aqua.

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Elizabeth corrió a tropezones a toda velocidad para intervenir en la pelea, Gray había caído totalmente en la trampa y no podía defenderse de ninguna forma. Bai-Tsao levantó las garras con intenciones asesinas y arremetió contra el mago de hielo. Afortunadamente, Shen salió del agua justo a tiempo, tacleó a Bai-Tsao sin que esta lo viera venir y la arrastró por el suelo varios metros.

Cuando la mujer reaccionó al ataque, convirtió su cuerpo en agua y escapó del agarre de Shen, se colocó a su espalda y disparó agua a muy alta presión desde la mano derecha. El hechizo atravesó a Shen, destruyendo varios árboles del lugar fácilmente, Shen giró rápidamente y disparó una ráfaga de magia fantasmal contra su enemiga. Bai-Tsao voló varios metros antes de recuperar el equilibrio y caer de pie lista para seguir el combate.

—Pero mira nada más que trajo la corriente. ¿Así es como saludas a una vieja amiga después de tanto tiempo?

—Sal de mi camino Bai-Tsao —advirtió Shen. ¡Ahora!

—¿O qué? ¿Vas a matarme? —contestó la mujer cínicamente. No tengo que recordarte que tu eres el noveno más fuerte y yo la sexta, ¿verdad?

—¿Por qué no vienes y me ayudas a hacer memoria? —Shen movía sus manos retadoramente para provocar a la mujer.

—¡Hai-re: Caldero de hirviente! —gritó Bai-Tsao. La dragona formó una esfera de agua de gran tamaño, dos o tres veces más grande que ella, la levantó sobre su cabeza y luego la arrojó contra Shen.

—¡Rakshasa: Desvanecer! —Shen estiró las mano en direcciones contrarias, formando un delgado velo de magia gris frente a él.

En cuanto ambas magia hicieron contacto, la esfera de agua comenzó a ser tragada por el muro gris hasta desaparecer por completo.

—¡¡¿RAKSHASA?!! —gritó la mujer incrédula. ¿Desde cuándo tu?

—Desde siempre —respondió fríamente el dragón. ¡Rakshasa: Vórtice!

Bai-Tsao se movió por reflejo, aunque no podía ver el ataque de Shen, su instinto le decía que debía evitar su campo de visión lo mas rápido posible. Y no se equivocó, el árbol a su espalda se hizo añicos en un segundo. La dragona se abrió paso entre los árboles hasta llegar a Shen, luego asestó un golpe directamente en su mejilla.

—Creí que tenías el poder más en cuenta que nada Bai-Tsao —dijo Shen.

El dragón no se movió ni un centímetro de su lugar, en su ira, Bai-Tsao olvidó que Shen era probablemente el más poderoso de los guardianes hablando en términos físicos. Shen la tomó del brazo y luego pateó sus costillas repetidas veces en un segundo, Bai-Tsao se transformó en agua otra vez y escapó del agarre. Se alejó lo suficiente y apretó sus costillas con la respiración agitada, comenzó a reír y luego observó a Shen.

—De acuerdo, lo admito. Has mejorado bastante Shen, ya no eres el niño que solía molestar —la expresión burlona de Bai-Tsao cambió por una más seria Pero, eso no cambia el hecho de que debo matarte.

Bai-Tsao quitó la poca ropa que la cubría, descubrió su torso, estiró el cuello y los brazos. Shen se puso en guardia rápidamente, sabía lo que venía.

—¡Mordisco del dragón de rayo!

Un hechizo eléctrico hizo a la mujer perder la concentración y casi no logra evitar el ataque.

—¡Llamarada del dragón de fuego!

—¡Destello del dragón blanco!

La mujer percibió ataques de múltiples direcciones, evadió cada uno con precisión y volteó a su alrededor. Sus intenciones hostiles se vieron apagadas al verse rodeada por los poderosos magos humanos que acompañaban a Shen. No tenía que ser un genio para saber que no podía hacer nada en esa situación, se limitó sonreír mientras observaba a Shen.

Fairy Tail: ValhallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora