05.

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―¡Hey, bienvenido de vuelta!―gritó Mars yendo a abrazar a su líder con fuerza, lo estrujó un buen rato y luego los demás hicieron lo mismo. Risas y el sentimiento de felicidad llenaban el ambiente.

Wooyoung estaba apartado del resto, su mirada perdida en algún punto del estacionamiento. Yeosang se le acercó aliviado de verlo sano y salvo pero paró al ver su rostro serio y sin emociones.

―¿Woo?―preguntó posando una mano sobre su hombro haciendo que el otro salte en su lugar―¿Estás bien? ¿Qué pasa?

El rubio sin contestar abrazó a su mejor amigo y escondió su cara en el cuello ajeno, sus miembros inferiores temblaban y dudaba si podía seguir parado por un rato más. Kang le devolvió el abrazo algo confundido pero luego de unos segundos se dio cuenta de lo que pasaba. Wooyoung estaba en shock.

Después de que Yong redobló la apuesta las cosas se habían puesto bien intensas entre los corredores, los autos chocaban y las llantas hacían un sonido que el rubio puede jurar que no se lo olvidará nunca. Aunque la secuencia de eventos que casi lo hace desmayarse del miedo que tenía fue cuando el tramposo decidió usar el propulsor para ganar.

Sabía que los corredores eran competitivos y algo rencorosos, también tercos y Choi San era el claro ejemplo de ello. Era algo de gran conocimiento que el chico de la banda contraria a Ateez era alguien que haría cualquier cosa para ganar, incluso si eso significara romper las reglas de la Ciudadela. Cuando ambos autos estaban en la recta final, a la par, los conductores mirándose como si fueran a arrancarse la yugular Yong presionó un botón y su auto salió disparado hacia adelante.

"Ese desgraciado" había murmurado San antes de pisar a fondo el acelerador y desviarse hacia una rampa elevada, demasiado elevada para el gusto de Jung.

―Sujétate―le había dicho el del mullet antes de que las ruedas del auto dejaran de tocar el suelo en el momento que la rampa se terminó.

Después de eso Wooyoung recuerda haber cerrado los ojos y sentido como el automóvil donde viajaba regresaba a la pista con un gran estruendo. Una ovación se elevó al rededor de ellos cuando pararon, el menor tocó su cuerpo asegurándose de que realmente estaba vivo.

No creía que había salido ileso de esa situación pero lo que no asimilaba era que, increíblemente para su parecer, habían ganado.

Y eso merecía una celebración.

Se habían puesto a festejar, algunas cervezas en mano y anécdotas del viaje de San, el cuál lo había separado de su grupo por un largo tiempo. Cada uno estaba sentado en el capó de su auto salvo por Min que estaba con G, y Wooyoung que se había quedado con Yeosang y Mars.

Sus piernas ya no temblaban pero el mínimo ruido lograba asustarlo y lo entendía, había sido su primer día en un lugar desconocido con personas desconocidas y también había participado en una carrera ilegal.

¿Qué pensaría mi padre si se enterara de esto?

Prefirió no imaginar ninguna situación que involucrara al jefe de la empresa Jung y bebió de su cerveza. Miró a cada uno de los chicos y sonrió, en verdad eran una familia.

―Ah, Jaw―dijo San cortando el hilo de sus pensamientos y atrayendo la atención de todos―Esto es para ti, ¡así que atrapa!

Un objeto salió volando y resplandeciendo por unos segundos en la luz blanca del lugar aterrizó en las manos del más chico de los ocho.
Los ojos del chico resplandecieron en asombro y volaron directamente a su familiar acompañados de una sonrisa con dientes.

―¿En serio es para mi? Pero si lo ganaste tú.

Wooyoung no entendía nada hasta que escuchó el tintineo de unas llaves. San le había regalado el auto a su primo.

GASOLINE AND FIRE¹ ― WOOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora