Estúpida conciencia

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Narra Jason:

De pronto escuché un ruido muy extraño, me levanté y miré a todos lados, revisé cada rincón de la casa pero no había nada. Estaba muy asustado.

Voy a mi habitación y me acuesto en la cama, en eso vuelvo a escuchar otro ruido, esta vez fue el de una ventana rota, estaba solo en casa y no tengo el valor para ir a ver. Siempre he sido un cobarde, justo por eso no pude declararle mi amor a Naima, debía cambiar eso por mi propio bien.

Me levanté y busqué la escopeta que me había regalado mi padre la última vez que fuimos a cazar, justo unos días antes de que se suicidara. La tomé y bajé las escaleras a paso lento, tomé unas gafas de visión nocturna, las tenía gracias a que soy un nerd y me gusta jugar con ellas. Apago todas las luces para que el ladrón no pueda ver. Voy lentamente y escucho como alguien se tropieza, así que corro y lo busco, en eso alguien me da un puñetazo en la cara al tiempo de que me quita las gafas, me asusté tanto que disparé el arma.

Al paso de unos minutos no escucho ningún ruido, así que decido encender las luces y entonces lo veo, un hombre tirado en la cocina de mi casa, me quedé paralizado, mis manos temblaban al igual que todo mi cuerpo, se me calló la escopeta y dejé de respirar por unos segundos. Las lágrimas rodaron por mis mejillas, al paso de unas horas, si, unas horas fue lo que me tomó recuperarme, así que corrí a buscar una funda plástica enorme y lo empaque ahí. Encendí mi auto y fui lo más rápido posible al arroyo de las afueras de la ciudad y lo tiré allí. Llegué a casa y limpié todo además de que quemé mi ropa.

Y desde entonces, no he podido dormir, lucho cada día con mi subconsciente para que se de cuenta de que fue en defensa propia, pero no puedo, me es imposible.

Fin.

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