JiMin caminaba hacia su casa. La tranquilidad lo invadía a un nivel bueno. Su mirada se dirigía hacia el suelo y sus pensamientos a todo lo ocurrido en su día.
Pero, la vida te da unas malas pasadas, la vida puede ser terrible o increíblemente mortificante y tortuosa.
JiMin sintió que alguien lo abrazaba por los hombros y algo era empujado en su lado izquierdo. Era una arma de fuego. Un escalofrío recorrió su cuerpo. Levanto la mirada y encontró a un joven vestido con una sudadera gris.
- No hagas ningún movimiento brusco y no grites. Haz como si fuéramos amigos o sino dile fin a tu vida.- dijo el chico mirándolo.
- Es...está bien- El miedo gobernaba todo el cuerpo de JiMin. No quería morir aún. Tenía muchas cosas que lograr. Así que hizo lo que el chico dictaminaba.
- Sólo déjate llevar literalmente. Tenemos que ir a algún lugar. Sólo muévete.
- ¿Qué es lo que quieres de mi?- preguntó en un susurro JiMin. Él miedo lo tenía casi paralizado.
- En realidad yo nada, a mi sólo me pidieron encontrar a algún chico que pidiera llevar y como tú estabas solo en una calle poco concurrida eras perfecto para entregar. - Contestó el chico de una manera normal.
- ¿Quiénes te lo pidieron?-
- Deja de hacer preguntas, chico. Pero yo que sé, a mí me envían otras personas y sólo hago mi trabajo. No sé quién es la persona que manda las órdenes. Simplemente me da igual. Mientras me den el dinero acordado, está bien.
- ¿Cómo que está bien? Joder, secuestrar a jóvenes ¿Esta bien? Eso no está bien. Es algo espeluznante. Secuestrar a alguien es incorrecto. Es malo. Lo que tú haces es malo.- dijo JiMin alterado.
- Hey, hey, cálmate o disparare. No tengo ningún problema en hacerlo. De cualquier modo no eres el único. Así que te calmas.- Movió un poco la pistola.
- Maldito desgraciado.
JiMin no podía hacer nada más por su vida. Era hacer caso o morir. Realmente quería vivir. El miedo lo tenía preso. El caminar lo hacía por obligación y no porque quería. No podía pensar en nada más que en la situación.
Pero ¿Que si ahí no moría y al llegar al dichoso lugar lo hace?
¿Realmente valía la pena vivir si de todos modos moriría? ¿Sería mejor morir ahora o después? Muchas preguntas llegaron a la mente de JiMin.El chico se mantuvo silencioso y él también. No había nada que decir entre ellos. La caminata era tortuosa. El arma molestaba a sus huesos. El chico era desagradable. No podía hacer nada. La desgracia era un acompañante más. Nadie lo ayudaría ya que como había dicho el joven, era una calle casi solitaria. Si llegaba a morir ahí, nadie lo notaría.
- Mejor amigo, mi padrastro, el policía ¿te acuerdas? Quiere llevarnos a casa. ¿Quieres venir? Jugaremos videojuegos- dijo alguien detrás de ellos.
JiMin no siguió caminando. El arma se empujó con más fuerza hacia sus huesos.
- Amigo,¿Quién es tu acompañante? Porque jamás me mencionaste que tenías un amigo aparte de mí.- Llegó a su lado aquel otro desconocido.
- No te preocupes yo ya me iba. Sólo pase a saludar a mi amigo.- dijo el chico que lo amenazaba mientras retiraba el arma y lo escondía en el bolsillo de su sudadera.
- ¿Sabes? No eres el único.- murmuró su casi secuestrador antes de irse.JiMin cayó al suelo. Su mirada pérdida en la misma. Sus ojos se llenaban de lágrimas. El miedo se había hecho presente.
- Oye, ¿Estás bien?- preguntó el chico. No respondió porque era obvia la respuesta.
- Vi el arma que tenía en tus costillas, intervine porque pensé que algo te pasaría. Pero creo que era una pistola de juguete. Soy Jeon JungKook por si te lo preguntas.
JiMin se paró y abrazó a JungKook mientras lloraba.
- So...soy Park JiMin, gracias por ayudarme.
- No hay nada que agradecer, JiMin.
Fue así como Park JiMin y Jeon JungKook se conocieron. De una manera extraña y anormal. Fue así como inicio un amor.
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Historia por el Jikookweek.
01Anonymous04Es un poco tarde para escribir.
Sé que es no es un buen trabajo. Además de que no es Jikook pero no sabía si podía ser Kookmin o si realmente debía ser Jikook. De cualquier modo aquí está mi historia.11/ Mayo/ 20