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Bucky ya cerraba la maleta después de haber metido los últimos objetos indispensables en el día a día, como podría ser el cepillo de dientes. Bajó el equipaje de la cama y salió de la habitación con ella. Salió hacia el salón en donde ya estaban Steve y Stephen para quedarse con Peter y Tony esperándolo para irse. 

- Por fin coño.- comentó Tony ya impaciente por la espera.

- ¿Donde está Peter?- preguntó Bucky mirando alrededor.

- Pues no lo sé, no me he percatado de que no estaba.- dijo Steve dando una vista rápida por el cuarto sin moverse del sitio.

- Bueno, es probable que este en la sala de juegos con Apolo. El caso cuidadlo bien por favor. Se que tu lo harás, pero de ti me lo esperó todo.- Bucky primero se refirió a Stephen, pero después señaló a Steve.

- ¿Que esperas Bucky?- preguntó Steve después de haber rodado los ojos y suspirado pesadamente.

- De todo Steve. Mira, es un muy buen chico y muy obediente. Todo lo que tu le digas, él lo hará sin rechistar. Solo te pido que no lo asustes ni le grites y mucho menos le pongas la mano encima. 

- Tranquilo, no lo hará.- esto salió de la boca de Stephen. 

El hombre estaba totalmente serio, con la mirada fija en Steve y con los brazos cruzados. Enseguida las miradas de sus tres compañeros se posaron en él, incluyendo al rubio. Este le miró algo confundido, con la boca entrebierta y el ceño fruncido. 

- ¿Me estas amenazando?- preguntó Steve.

El Doctor se encogió hombros.

- Tal vez.

- Nos tenemos que ir.- dijo Tony interrumpiendo el ambiente tenso que se había formado de repente.

- Sí.- dijo Bucky volviendo a coger la manija de la maleta y alargandola hacia arriba. 

Ya se había dado la vuelta cuando enseguida notó la presencia de su Omega en la habitación. Enseguida sonrió. Se dio la vuelta de nuevo y lo vio asomandose por el pasillo, sin atreverse a salir de ahí. Necesitaba la aprobación de su Alfa para dejarse ver a otros.

- ¿No vas a despedirme? 

En un abrir y cerrar de ojos el chico salió de ahí y se abalanzó sobre Bucky para abrazarlo. Enseguida el Alfa se lo devolvió además de llenarlo de besos, gesto que hizo reír a Peter. 

A Bucky ya no le importaba el que le vieran dandole cariño al chico, realmente jamás le importó. Es algo totalmente natural el que los Alfas quieran llenar de cariños a sus Omegas y más si no se iban a ver en varios días. Nadie podía impedirlo, nadie podía burlar al destino.

La pareja se separó y Bucky volvió a coger la maleta. De paso, le dio una suave caricia a su perro, el cual se sentó a su lado esperando su turno de recibir cariño. El Alfa se dio la vuelta y se adentró en el ascensor con su compañero.

Peter enseguida se puso al lado del Doctor, abrazando su brazo izquierdo. 

Tony y Bucky desaparecieron tras puertas del elevador, rumbo al sótano. Donde cogerían el coche en dirección al aeropuerto. Mientras bajaban hubo un pequeño silencio, el cual Tony rompió.

- ¿Qué quieres con ese chico?

- ¿A que te refieres?- preguntó Bucky mirándolo algo confundido. 

- Sabes perfectamente a lo que me refiere, ¿habéis follado ya?

- No te debería de importar Tony.

- Eso es que sí.

- Me da igual lo que pienses.

- ¿Pero que quieres del chico, Bucky?

Bucky por un momento se quedó callado.

¿Qué quería exactamente?

Era más que obvio que él y Peter eran destinados. La marca que tenía en el antebrazo lo demostraba. Además de que últimamente sentía muchas mariposas en el estomago y escalofríos por todo el cuerpo con solo ver al chico dormir a su lado cada mañana. Es cierto que hay una relación muy estrecha entre los dos, pero todavía no han hablado del tema en ningún momento. Aunque ya han tenido varios instantes muy íntimos, pero sin compromiso. Entre muchas comillas, ya que el compromiso está desde siempre, incluso desde antes de conocerse. Están totalmente destinados a estar juntos para siempre. Y realmente eso es lo que quería.

- Quiero estar con él.

- ¿En que sentido?

- O vamos Tony, sabes perfectamente en que sentido. Somos destinados, quieras o no nuestra felicidad esta muy vinculada y conectada. Si él es feliz yo también y punto.

- Entonces... solo lo quieres por tu propio interés, ¿no?

- No es eso... es obvio que también quiero verlo feliz porque... joder Tony, no lo has visto sonreír enserio... es un ángel este chico...

Inconscientemente, Bucky sonreía de oreja a oreja solo con recordar a su Omega. Tony solo lo miraba de una manera un tanto confusa y sorprendida. Es obvio que Bucky estaba comenzado a enamorarse. 

- James... te estás enamorando.

- ¿Qué? No, que va.- Bucky lo miró con el ceño fruncido y confundido.

- Claro que sí Bucky.

- ... ¿tú crees?

- Por supuesto... joder Bucky no me lo estoy creyendo.

- Oj, cállate idiota. No me estoy enamorando, eso es una mierda y que no. 

Tony se rió por la reacción de su amigo, mientras el contrario bufó. 

- Te estas enamorando... pero de la persona menos indicada...

Bucky le miró con el ceño mucho más fruncido.

- ¿Cómo?

Tony le miró.

En ese momento, las puertas del ascensor se abrieron.

- No me da muy buena espina el chico.

- ¿Por qué Tony? ¿Por ser hijo de un periodista que mete sus narices donde no debe? Peter no tiene nada que ver con él.

Tony suspiró pesadamente. 

- No entiendes nada Bucky.

Tony cogió su equipaje y enseguida salió del ascensor. 

- ¿Por qué le tienes tanto rencor? No te ha hecho nada.

Tony se dio la vuelta y volvió a mirar a Bucky. Con cara seria y con el velo fruncido.

- Te has metido en un sitio del que no podrás salir y lo sabes perfectamente.

- ¿Crees que esto lo he podido elegir? Yo no lo he elegido a él, ni él a mí. ¿Crees que es fácil para mí? No, no lo es.

Los dos se miraron intensamente. Y Bucky suspiró pesadamente, en menos de un segundo su cuerpo estaba temblando. En su sangre solo fluía la rabia.

Ahora mismo le podría partir las piernas a Tony en menos de un minuto.

Aún así, Bucky cerró los ojos tranquilamente y respiró profundamente. Intentando tranquilizarse.

- Por favor Tony, tengamos este viaje tranquilo, ¿vale? Lo menos que quiero tener contigo son problemas. Eres importante para mí, no quiero estar mal contigo. 

Tony no apartó la vista de su compañero y amigo. Finalmente se rindió, cerró los ojos y asintió.

- De acuerdo, pero intenta que la relación que tienes con él no afecte a tu trabajo. Y esperó que el trato que tenemos con los Romanoff salga adelante.

En ese momento, Tony volvió a darse la vuelta con su maleta en mano y fue andando al coche. 

Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora