Massimo (Familia Peligrosa I) ©

Capítulo Cuarenta y Nueve

Human — Rag'n'Bone Man

"Demonios Silenciosos"

Miércoles 17 de abril de 2019

Fiorella

Tomo asiento frente a Karan, quien me mira detrás de su escritorio.

—¿Es algo malo? —No puedo esconder el nerviosismo en mi voz. Hoy se supone que le entregaron mis resultados del laboratorio, así que ya puede darme un diagnóstico de lo que sea que está sucediendo dentro de mi mente.

—No es malo ni bueno, Fiorella. Todo es derivado de las situaciones que pasamos.

Bien, lo que quiere decirme es que estoy dañada, pero con motivos.

—Puedes... solo decirlo. Me estoy quemando las neuronas de pensar en lo que tienes en esa carpeta —señalo el objeto con la cabeza.

Karan me observa con sus ojos brillantes por unos momentos antes de enfocarse en el folder y proceder a leer mi diagnóstico.

—Trastorno Ansioso Depresivo —lee con voz seria. Mi mente se enreda aún más.

—¿Es cómo ansiedad o algo así? No me queda claro.

—Derivado, sí. —Deja el folder un momento y comienza a explicarme —. Es la categoría diagnóstica que define a los pacientes que sufren tanto de ansiedad como de depresión, pero ninguno de ellos predomina claramente ni tiene la intensidad suficiente como para justificar un diagnóstico por separado.

—¿Y cómo es que yo tengo... eso? —muerdo la uña de mi dedo índice con fuerza. Esto no me está gustando. Soy una loca deprimida. Demonios.

—Por los análisis que he hecho contigo, Fiorella. Las consultas; debía estar seguro de tus patrones de conducta. Lo que me has contado que te pasaba después de que tu padre te maltrataba. Los constantes ataques de pánico y como te denigras a ti misma algunas veces. Tus pensamientos, tus sentimientos... todo. También, cuando te pedí que te hicieras los exámenes de sangre, eso se llama hemograma completo o analizar la glándula tiroides para asegurarse de que funcione correctamente. Todo eso, es lo que nos lleva a tu diagnóstico.

Mis ojos se abren con extrema sorpresa. Ni siquiera sé qué decir. También me puse a investigar, y con lo que recabé pensé que solo tendría ansiedad o algo parecido. Nunca imaginé que la depresión formaría parte de todo esto.

—Pero... He leído que la depresión se da por largos periodos, y yo no me siento triste todo el tiempo.

—La depresión tiene varios niveles según el periodo de tiempo que se padezca. Puede ir desde dos semanas, meses y lo más riesgoso, años.

» Pero para que te saques de dudas, te voy a explicar los síntomas. —Se acomoda en su asiento, mirándome directamente a los ojos —. Todo va desde un cuadro marcado por tristeza y ansiedad persistente o recurrente que tiene una duración de al menos un mes. Esto lo alego porque en las pláticas anteriores que he tenido contigo, me contaste que cuando el abuso de tu padre comenzó, el primer año lo pasaste en "modo automático", como recuerdo que lo llamaste. No mostrabas sentimientos por lo que pasaba a tu alrededor, aceptabas los golpes de tu padre como un castigo. Ahí también va añadido el intento de suicidio.

Mientras Karan me sigue explicando mi diagnóstico y todo lo que sigue para mí a partir de ahora, no puedo evitar sentirme abrumada y a la vez feliz. Preocupada por todo lo que conlleva conocer esta parte de mí, pero contenta de que por fin puedo esclarecer la oscuridad que nubla mi cabeza.

Massimo abre la puerta del consultorio mientras sale a atender una llamada. Hoy me acompañó a mi cita porque después quiere llevarme de compras y a comer. Un estante en el cuarto de ropa de su habitación se cayó y dañó algunas prendas, así que se le ocurrió reemplazarlas y añadir unas nuevas. A pesar de que le dije que no hacía falta, fue como hablarle a la pared.