Lindo Acosador [KaiSoo]

Lindo Acosador.

Estaba lloviendo, el cielo estaba sumamente oscuro y hacía muchísimo frío. Las calles estaban prácticamente vacías, sin embargo un chico de tez oscura, cabello negro y ojos cafés estaba frente a una cafetería siendo bañado por las enormes gotas de lluvia.

Como cada día a las 2:45 p.m. Kim Jong In estaba frente a Sweet coffee esperando a que el niño bonito de ojos grandes saliera.

No le importaba estar mojado y muriendo de frío, que más daba si le daba gripe, a la misma porra si su mamá lo regañaba por quinta vez en esa semana por llegar a casa mojado a él solo le importaba ver a Kyung Soo.

Kai vivía por Kyung Soo, por ver su sonrisa y sus grandes ojos, escuchar su dulce voz mandandolo al demonio por onceava vez en esa semana y sobre todas las cosas, Kai amaba como las manos blancas de Kyungie le golpeaban la cabeza y el pecho con "dulzura" para que se aparte de él.

No es que Jong In acose a Kyung Soo o algo así, lo que sucede es que Kim Jong In vela por la seguridad personal del amor de su vida. No importa cuanto tiempo pase, Kai siempre va a estar ahí para proteger a su niño de grandes ojos, no importan las inclemencias del tiempo porque Kai puede contra todo con tal de estar cerca del blanquito para cuidarlo.

El reloj marcaba las 3:15 p.m., Do Kyung Soo se encontraba en Sweet Coffee disfrutando de un expreso latte y un trozo de pastel de moras, junto a su mejores amigos: Zi Tao y Chan Yeol.

El cielo estaba triste, o por lo menos eso es lo que decía Kyung, la lluvia inclemente no dejaba de azotar las calles de la ciudad de Seul dándole a todo un aspecto bastante deprimente que a él no le gustaba.

Mientras Chan Yeol hablaba animadamente con Zi Tao, Kyung Soo sólo miraba por el ventanal de la cafetería. Estaba mirándolo a él, al chico moreno que lo seguía a todas partes, el guapo chico que le dejaba flores en su pupitre, Kim Jong In... de quién estaba enamorado.

-¿Qué tanto vez, Soo? -Cuestionó Chan Yeol-

-A Jong In, está allá afuera esperándome. -Dijo entre divertido y enternecido- pobrecito, se va a enfermar...

Los otros dos solo rodaron los ojos, les parecía bastante patético que Kyung Soo se comportara de esa manera con el moreno si se le notaba a leguas que estaba arrebatadoramente enamorado de ese chico.

Kyung Soo dio el último sorbo a su bebida caliente y se dirigió a la barra de atenión al cliente, le pidió a la chica que atendía un chocolate caliente y un trozo de pastel de fresas y crema; cuando tuvo su pedido en manos regresó a donde estaban sus amigos y se despidió con una sonrisa.

-Toma, espero que te guste el chocolate. -Le dijo a Jong In una vez estuvo frente de él- Para la próxima trae un paraguas, no me gustaría que mi acosador se enfermara.

Le dio lo que había comprado al moreno y antes de irse le besó la mejilla izquierda. Sonrio disimuladamente para luego perderse entre las calles de la ciudad, dejando a Jong In sumido en la más profunda de las alegrías.

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-¡Ya basta, por la mierda! -Gritó Kyung Soo- ¡Kai sueltame de una puta vez o te mueres!

-No te voy a soltar hasta que aceptes que me amas como yo a ti. -Dijo Jong In seguro de sí mismo- Solo tienes que decirlo, bebé.

Kyung Soo suspiró, el momento no le molestaba, las medidas extremas de su amado acosador no eran para nada intimidantes, más bien eran excitantes y divertidas, pero eso de que lo encerrara en el depósito de escobas y trapeadores cada día durante el receso ya lo tenía agotado.