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Darcy siempre se nos mostró, obviamente como un orgulloso terco, pero no podemos obviar que alguna que otra vez ha logrado llegarnos al corazón y sacarnos algún que otro suspiro. ¿Por qué nos gustarán tanto los hombres así?

-Jamás he estado más aburrida! ¡Qué insípidas son estas gentes, y, a pesar de ello, qué ruido meten!; ¡qué insignificantes son, y, con todo, que tono se dan! ¡Qué daría por oír sus juicios acerca de ellos!
-Está usted equivocada por completo, se lo aseguro. Mi mente estaba ocupada de modo más grato. Pensaba en el placer que procuran dos hermosos ojos en el rostro de una mujer bonita.
....
-La señorita Elizabeth Bennet.

El primer momento en el que nuestro galán muestra su interés ante la magnífica joven.





Nota:
*honestamente yo estuve soñando con Darcy después de este capítulo por una semana, que intenso!*

Recuerdos de Orgullo y PrejuicioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora