Madness

Sacrificio

Especial 666 de la página, jajaj me pareció divertido hacer eso, aunque me gustó tanto este shot que decidí hacerle una historia propia. 

¿Cuántos capítulos tendrá? No sé, pero espero que les agrade.

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Anthony suspiró frustrado cuando el maldito de Ross volvió a tirarle la carpeta de los acuerdos de Sokovia sobre el escritorio; le dijo que no lo dejaría tranquilo hasta que los otros vengadores firmarán el maldito documento, no se cansaría de ver la cabeza de Barnes sobre la mesa. Así que ahí estaba nuevamente: quemando uno a uno las hojas de los antiguos acuerdos en el fuego de la chimenea de la casa de Nueva Orleans.

Estaba solo, Rhodey intentaba mejorar de su salud; lo habían puesto en un pequeño coma para que terminará de sanarse. Pepper se había separado por completo de él alegando que su estabilidad mental era la causante de todo el desastre.

La pelirroja no estaba lejos de la verdad, hace mucho que había dejado de estar cuerdo; juraría que los animales podían entenderlo, los gatos estaban felices cuando se deslizaban entre sus piernas, los perros se volvían locos cuando lo veían. Pero eso no era lo único que estaba pasando a su alrededor; el fuego le hacía caso. Lo peor de todo era que podía escuchar voces en su cabeza, voces hablando en idiomas tan muertos que nadie lo conocía; a veces podía sacar en limpio algunas palabras pero nadie las podía traducir. Ni siquiera él mismo.

Aquellas voces que se reían de su miseria, que se enamoraban de los pensamientos malos en su cabeza; que lo acurrucaban por las noches, Tony no se sentía tan solo cuando las escuchaba.

Soñaba con un hombre, un hombre muy apuesto con dos alas blancas saliendo de su espalda, aquel hombre lo llamaba en susurro, estaba en un trono hecho de sangre y le tendía su mano. Él duda en tomarla, el otro le promete el mundo a sus pies; le promete muchas cosas y Tony no puede creerlo, no después de tantas mentiras. Se despierta cuando el otro le dice que es su rey.

Eran exactamente las tres de la madrugada cada vez que él despertaba de aquel extraño sueño, pero esta vez pudo sentir el frío que calaba en sus huesos entrando por todas partes de aquella solitaria casa. Las luces del pasillo se están volviendo locas y Viernes con ellas, su IA comienza a gritar que hay peligro inminente en su casa.

Tony se pone el guante de su armadura para ir hacía la fuente de uno de los fuertes ruidos. Viernes se pone más agresiva. A medida que él va avanzando por aquellos pasillos las luces se van calmando, pero las voces en su cabeza están gritando. Escucha como las voces se vuelven más fuertes frente a una de las puertas que nunca se abrieron en su vida.

Su madre le había advertido que jamás en su vida debería de entrar ahí, pero su madre siempre se la pasaba en esa habitación, a veces lloraba o cantaba. Cada madrugada que el pequeño Tony soñaba con ese hombre, aparecía frente a la puerta sin saber como llegó ahí. Cada noche en aquel mundo de fuego con el trono de sangre llamándolo, el hombre le tomaba su pequeña mano y lo besaba en los nudillos.

Todos intentaban abrir esa puerta, su padre, los guardias de seguridad, los amigos de Howard. Pero sólo María podía abrirla, solo cedía a ella.

Entonces ¿Por qué su madre siempre estaba al pendiente que él no entrará en la habitación? Si nadie podía entrar, además de ella.

Las voces de pronto se callaron cuando estuvo frente a frente en aquella puerta. Pero otros sonidos se escuchaban detrás de ella, lo estaban llamando, usando su apellido materno; iba a pasar de largo, pero la puerta hizo un extraño ruido para luego abrirse por completo. Había un atril de madera negra con símbolos extraños pero conocidos, rosas negras con espinas llenas de sangre estaban esparcidas por toda la pared llena de pentagramas. Retrocedió asustado cuando vio que frente al atril había un enorme pentagrama pintado de rojo, en cada punta de la estrella había velas negras, encendidas, totalmente nuevas.