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—¿Qué es esto? —preguntó Yoongi cuando Kim Seokjin dejó en su escritorio una caja grande y pesada. El jovencito, después de eso, se sentó al frente suyo con una sonrisa de satisfacción. Tenía las mejillas coloradas debido a la fuerza que hizo llevando la caja y las mangas de la camisa escolar deslizadas  hasta el codo. Era primera vez que Yoongi lo veía tan desprolijo.

—Es mi regalo de disculpas por haberle roto la nariz, señor Min.

—Oh, no era necesario —murmuró sin poder evitar su entusiasmo. Él no era un orientador que se destacara en lo absoluto comparado con otros, pero tampoco era malo, y de vez en cuando los alumnos le traían ciertos regalos. Lo bueno de trabajar en una escuela como Jayu, era el poder adquisitivo de los padres cuyos muchachos estudiaban allí. En resumen, Yoongi había recibido regalos geniales de parte de los chicos, y Kim Seokjin claramente no era la excepción.

Así que de todos modos se paró de su silla giratoria para quedar justo al lado del alumno y poder apreciar mejor su regalo: Yoongi casi se cae de espaldas… 

Era una edición de lujo de la saga de Harry Potter.

—Sé que usted tiene los libros, pero estos son los ilustrados. Pensé que como potterhead quizás iban a gustarle.

—¿Gustarme? —Yoongi no pudo contenerse— ¡Me encantan! —exclamó como si fuera un niño más, o como si tuviera la edad de Seokjin. Acercó su cabeza a la caja y apreció con detalle los enormes libros, sin poder creerlo todavía—… de todos modos esto es demasiado, Seokjin —el orientador volvió a la realidad. Sí, sus alumnos le habían dado muchos regalos caros, pero nada comparado a la colección completa de Harry Potter ilustrado.

—Oh, entiendo —musitó Seokjin abultando sus labios rojos como si comenzara a hacer un puchero.

Yoongi se había encandilado tanto con los libros que no procuró en los sentimientos de Seokjin, y no fue hasta que vio su carita de decepción que se dio cuenta de que estaba lastimándolo. Seokjin era un muchacho de nobles sentimientos y que se disculpaba por el golpe con cosas materiales, lo que era bastante revelador sobre la crianza de sus padres. No era el primer ni sería el último hijo de familia adinerada con ese tipo de costumbres de todos modos. Era un acto bueno, pero viéndolo más en profundidad, bastante perverso.

—¿Tus padres suelen disculparse de ese modo? —se atrevió a preguntar—. Quiero decir… ¿ellos te regalan muchas cosas cuando cometen un error?

Seokjin pareció extrañarse por la pregunta, porque frunció el ceño y puso un gesto mezcla de incomodidad y molestia.

—No, ellos sólo me dan mucho dinero —respondió.

—Entiendo, ¿Algo así como una mesada?

Yoongi se alejó sigilosamente de Seokjin para volver a sentarse en el lugar en que estaba anteriormente.

—No, una tarjeta de crédito —explicó el muchacho concisamente.

—Ya —Yoongi se limitó a asentir. La verdad es que estaba preguntando demasiado, y sobre cosas ajenas a la situación que traía a Jin a su oficina todas las semanas: su homosexualidad. Entendía entonces que el joven se sintiera un poco molesto por sus consultas, sin embargo como orientador él debía saber eso. No porque Jin viniera con dudas sobre su orientación sexual significaba que Yoongi no iba a preocuparse por otros ámbitos.

—Yo estoy muy abrumado por tu regalo, Seokjin, debo ser honesto contigo. Pero no te sientas mal por que esté dudando en recibirlo. Entiendo tu intención y es lo más importante. Es sólo que… 

 —Tiene razón —dijo finalmente Seokjin, encogiéndose de hombros—, creo que exageré con esto. Lo lamento mucho, señor Min —se disculpó haciendo una reverencia.

—No, pequeño —Yoongi suspiró, contrariado—. Tengo una idea —indicó de repente.

—¿Eh? —de pronto el semblante de Jin cambió. Parecía estar muy interesado.

—Yo aceptaré tu regalo, pero también te enseñaré a jugar basquet. ¿Estás de acuerdo?

Los ojos de Seokjin de pronto se abrieron mucho, bonitos y brillantes por el entusiasmo de aprender tal deporte. Era obvio que deseaba mejorar en este para así no volver a romper más narices. 

Entonces sin hacerse de rogar, asintió sonriéndole al mayor. Sí, pasar más tiempo con el orientador Min era una buenísima idea, incluso más que sus clases de pilates.



× han pasado 84 años... :')

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⏰ Última actualización: May 13, 2020 ⏰

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