My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]

[prologue]

Todo héroe tiene su heroína. Se podría decir que gracias a la época en la que nacieron, las heroínas nacieron de la costilla del héroe. Ahora no estamos conformes con eso pero es la realidad de los héroes clásicos. Normalmente, por alguna razón estas suelen ser sus primas. aunque eso no excluye al héroe de tener su amante, una mujer inteligente y corriente a la que intentan proteger del villano que acompaña a toda una buena historia heroica. Pero dicen que Batman se enamoró de una villana.

Catwoman es una mujer que llevada por la maldad de su jefe termina aliándose con los gatos para vengarse y coger el camino del mal. La amante secreta del justiciero cuyo único superpoder es su riqueza. Batman sufre por culpa de Catwoman porque intenta llevarla por el buen camino pero no lo consigue. Ella está demasiado contaminada.

Él había vivido mucho tiempo pensando que era Catwoman. Solo hacía daño a quienes quería por mucho que intentaba no hacerlo. Su Batman le intentaba llevar por el buen camino, pero no lo conseguía. Nadie lo conseguía. Hasta que descubrió que Batman era en realidad Venom, una criatura aterradora e incontrolable que se apoderaba de todas y cada una de las partes de ti prometiéndote el cielo hasta que ya no te podías deshacer de él, era demasiado tarde.

¿Y eso a él en que lo dejaba? Lo dejó en un espectador. El mundo dejó de ser una realidad y comenzó a ser una película. Él dejó de ser uno de los personajes principales de su historia para pasar a ser un simple espectador, un lector que se alejaba de su mundo para observar otro sin intervenir en él. 

Venom se había ido pero también se había llevado todo de él. Todo excepto el miedo, los nervios y la timidez, que solo salían a la luz cuando algún nuevo personaje aparecía en la historia o alguien le instaba a intervenir de nuevo. En su corazón ya no quedaba nada más. Ni siquiera tristeza. Por supuesto no alegría. Solo, miedo. También nervios y timidez, ya se ha mencionado, pero estos eran causados por el otro sentimiento. Así que ahora, Yeosang era solo un temeroso espectador de su propia vida.

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