Febrero 10 2220; 9:30 pm.
El de ojos morados se levantó de la cama, sentándose y empezando a vestirse.
-¿Ya te vas Vege?- Le preguntaría el más bajo mientras se frotaba los ojos.
-Si, no quiero que me vean saliendo de aquí mañana en la mañana- El azabache le daría un tierno beso en los labios a su amante. -Sabes que es peligroso, Auron.
-Lo se, lo se- El moreno suspiró. -Recuerdo el trato, ni tu una palabra a Luzu ni yo una palabra a Willy y el calvo tóxico.
Raúl miraría a sus manos algo entristecido, le molestaba que su amante de fuera cada noche de la nada. Pero después todo solo era una forma de desquitarse para ambos, no eran pareja, solo había... Tensión. Pero no una cualquiera, sino una un tanto... Sexual.
Pero nadie más que ellos sabía si secreto. Porque ambos amaban a otras personas, pero no lo admitían.
-Nos vemos, Auron- este le sonreiría- te deje un regalo en tu cajón.
El azabache curioso abrió el cajón para ver qué había dejado allí el de ojos morados, teniendo como resultado una cara manchada por tinta que salió directo hacia el.
-¡Triple 7 cabrón!- Se quejaría este en un grito. Era usual que se molestarán así mutuamente, después de todo lo que tenían de enemistad no desaparecía.
El amante de la cimetría no recordaba como había empezado esto, pero no se quejaba de absolutamente nada. Era una guerra, que de echo no le disgustaba. Jugarretas todo el tiempo, parecía que se odiaban con el alma, y en la noche era ya algo más íntimo. Preferible de no describir para cualquiera.
Vegetta salió de allí, dejando entre las sábanas al otro, con la cara totalmente llena de tinta negra. Ya alejado de su casa, pero sin salir del pueblo, saco de su inventario su preciado traje; El traje de Lobo nocturno.
Para él, aquel traje representaba toda la rebeldía y maldad que guardaba dentro suyo, todo para evitar mostrarse así antes sus compañeros, manteniendo limpio el nombre "Samuel de Luque" alias "Vegetta" o bien como lo llamaban sus amigos "Triple 7". Siempre perfecto, agradable y legal.
Pues no mis cielas, no durante la noche.
Se acercaría a hurtadillas a uno de los negocios cerrados para empezar a juntar algunas joyas que habían por allí.
Su robo estaba siendo perfecto, con agilidad y rapidez tomaba las cosas y las guardaba en una bolsa.
Escuchó un ruido, por lo que se escondió entre las sombras, esperando que no lo hubieran visto, porque joder, ¿Quién venía a una tienda tan tarde?
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La noche de las 9. Karmaland.
Fiksi PenggemarUna leyenda, de hace ya 200 años, crea rumores en el pueblo de Karmaland, llamando especialmente la atención de un peli-rojo. ¿Por qué le resultaba tan familiar? Mundo basado en el universo de Karmaland. Creada de una fan para fans. Aclaraciones: ...