Día 2: Pelea/Reconciliación

851 40 16
                                    

—¡sal de aquí, fuera!— los gritos del castaño llenaron el apartamento que el compartía con su esposo el cual solo observaba como el lanzaba sus cosas afuera —¿¡acaso no entiendes!? ¡Fuera, F-U-E-R-A!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡sal de aquí, fuera!— los gritos del castaño llenaron el apartamento que el compartía con su esposo el cual solo observaba como el lanzaba sus cosas afuera —¿¡acaso no entiendes!? ¡Fuera, F-U-E-R-A!

El peli-azul recogió sus cosas para luego ponerse de pie y observar fijamente al oji-turquesa

—¡está bien, me iré, pero no quiero que vengas luego corriendo a pedirme perdón!— Aiga chasqueo su lengua y tomó de manera rápida la lampara y se la lanzó, el ojo-café salió despavorido del lugar cerrando la puerta de golpe

Se subió al auto con el ceño fruncido y partió hacia la casa de sus padres mientras que las vecinas murmuraban entre ellas tratando de adivinar la razón por la cual ellos se habían peleado esta vez

Eran una pareja muy rara, solían pelear a diario y habían días en los que nisiquiera se dirigían la mínima palabra, solo se reconciliaban por su hijo el cual habían adoptado hace ya unos años, llegó a la puerta de la casa de sus padres y puso sus pies en el suelo

Entró a la casa con sumo cuidado y dejó sus cosas al lado de la puerta, siguió con su camino hasta caer de manera pesada en el sofá, observó con detenimiento la argolla de oro que tenía en su dedo ¿había sido una buena opción haberse casado con el?

Se rasco la nuca para luego llevar su cabeza para atrás pensando, ¿que hizo mal? Solo había ido junto Wakiya y Daigo a tomar algunos tragos, nada más... En esos momentos abrió los ojos como platos al recordar, ese día le había prometido a Aiga llegar temprano para poder festejar el cumpleaños del pequeño que habían adoptado

Ahora entendia el enojo de su pareja al verle llegar al departamento a las dos de la mañana, ahora también entiende el porqué había medio pastel en la mesa y unos globos

—¡agh, tonto, tonto, tonto!— comenzó a jalar sus cabellos azules con cierto enojo

Su madre sólo observaba desde las escaleras junto sus hermanos

—si no va a cumplir que no prometa nada, es un bruto ¡un bruto!— decía para si mismo el castaño limpiando el desastre que el había hecho cuando se peleó con Valt, odiaba que el fuera así, cuando lo conoció era tierno y cumplía con sus promesas aun...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—si no va a cumplir que no prometa nada, es un bruto ¡un bruto!— decía para si mismo el castaño limpiando el desastre que el había hecho cuando se peleó con Valt, odiaba que el fuera así, cuando lo conoció era tierno y cumplía con sus promesas aunque llegara tarde unos minutos, detuvo su limpiar sólo para secarse las lágrimas —el es un bruto...

Llevó los trozos de la lámpara a la cocina y los voto en el basurero, camino hacia el cuarto donde dormia un pequeño de cabellos negros, este mantenía unas lágrimas en sus mejillas, se acercó a él y beso su coronilla

—no estoy enojado porque viniste ebrio a casa...— acarició la cabeza del menor para cubrirlo bien con la manta —estoy enojado porque te olvidaste del cumpleaños de Yuuma...

Acarició la cabellera del menor para luego salir, entro a su cuarto y se dejó caer en la cama donde rompió en llanto, el Valt que el conoció no era así, se detuvo al escuchar como alguien entraba, se levantó y camino hacia afuera solo para verlo

—Aiga, sigues despierto...

—¿acaso no te dejó en claro lo que dije? Fuera— él de cabellos azules suspiro y se acercó a pasos lentos al castaño quien lo evitó —¡déjame, tonto!

—ey, ey, ey, ey, no grites, no querrás que Yuuma despierte— el de ojos turquesas seguía evadiendole, al final terminó tomándolo por la cadera para juntar sus labios, luego de eso lo miró fijamente —lo siento... Fue mi error, por favor Aiga, perdón

Dio un pesado suspiro, no importaba cuanto lo evadiera o le repitiera que se fuera, el volvería a pedirle perdón así que no tuvo otra opción que perdonarlo

Además, su esposo era Valt Aoi, era imposible estar enojado con el por más de dos horas y... Anteriormente ¿dije días? Corrección, minutos, ellos no se dirigen la palabra por largos minutos

 Anteriormente ¿dije días? Corrección, minutos, ellos no se dirigen la palabra por largos minutos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Segundo día, finalizado

Solo tú (Valt x Aiga week 2020)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora