Sentimientos Y Poemas Del Alma

Piel fría

Mi piel fría no te gusta, pero amas que te caliente con mi vagina.
Mis ideas te resultan heladas, pero te encanta cuando pienso en ti.
Mis sentimientos te parecen de hielo, frágiles, débiles. Sin embago, te gusta que te diga que te amo.
No te gusta mi piel fría, no estás dispuesto a tocarme los pies durmiendo en el maldito mismo colchón, pero tengo que quedarme con tus ronquidos toda la noche y aún así te abrazo.
Hablas de tener una familia y estar juntos hasta la muerte pero te aterra mi piel fría, aunque no tanto para abstenerte de darme un beso.
La verdad es que no te aterra mi piel fría, te asusta lo que hay en mi cabeza.
Te asusta que tenga un cerebro lo suficientemente capaz de helarme la piel si algo no me gusta, te atemoriza que me quede fría si no sigo tu juego, te enfurece que actue como un hielo roto cuando me has herido.
Es ahí cuando ya no quieres tocarme, cuando ya no me ves, cuando ya no me oyes.
Suguieres que tienes toda la razón del mundo y yo soy sentimental e inconsiente por quedarme paralizada ante tus atrocidades.
Haces parecer que soy de hielo cuando chispeo de alegría, misma que te encargas de secar.
Porque te gusta esta caja mágica pero solo para ti y solo a veces. Tienes miedo de quedarte solo. Tienes miedo de dejar el contenido de la caja libre.
Por eso decides que es mejor tenerla congelada.
Por eso todos los días mi piel es fría.