Velo de Doncel [OhmFluke]

Única Parte

Fluke lanzaba ataques que con cualquier otro rival hubieran sido efectivos, pero al parecer con el sujeto frente a él no. Esquivaba muy bien y contraatacaba cuando tenía oportunidad. Desde luego, él también esquivaba muy bien. No por nada era el segundo mejor guerrero de su clan y el único doncel en el ejército.

El molesto velo de doncel de color negro que llevaba puesto, el cual cubría parte de su rostro, desde su nariz hacia su barbilla, comenzaba a molestarle pues le producía calor, pero no podía quitárselo. Si lo hacía, estaría obligado a casarse con el primer hombre que viera su rostro por completo y eso era algo que quería evitar.

Le parecía absurda aquella regla de que los donceles solteros llevaran aquel velo en medio rostro y aún peor era tener que casarse con el hombre que viera su rostro totalmente al descubierto, pero bueno, era una de las leyes de su clan, impuestas por el líder, quien por cierto era su padre, y no le quedaba más que obedecer, dar el ejemplo y sobretodo ser cuidadoso pues con su manera de luchar y todos los movimientos que realizaba, aquella prenda podría soltarse fácilmente.

En un movimiento sorpresivo de su oponente, este lo hizo girar con rapidez, tanto que se vió obligado a cerrar los ojos por el polvo que aquel movimiento ocasionó.

Tomó una distancia prudente y abrió los ojos, llevándose la desagradable sorpresa de que el tipo sujetaba su velo y que lo veía fijamente.

Los demás soldados al mando de Kao, su hermano mayor, dieron exclamaciones de asombro puesto que todos sabían lo que aquello significaba. Era hora de decirle adiós a su amada libertad.

Posó su vista en el sujeto que dentro de poco sería su marido y sonrió. Almenos no era feo. Solo esperaba que estuviera soltero y que quisiera cumplir con la tradición de su clan, pues si mal informado no estaba, en el clan Siripongton era el único en el que había aquella ley con respecto a los donceles.

Kao se acercó montado en su caballo a la altura donde Fluke estaba. Desmontó, sacó un pequeño pañuelo blanco en señal de paz y juntos se acercaron al tipo, que por su uniforme y casco, indicaba que era general o capitán del ejército del clan Ritprasert.

El castaño había empezado a luchar con él, cuando en su paseo matutino lo encontró invadiendo uno de los límites territoriales que correspondían a su clan. Iba bastante bien y no le costó nada mantenerlo a raya incluso cuando Kao y el ejército llegaron.

—¿Cómo te llamas y a qué clan perteneces?—interrogó Kao con tono serio una vez que estuvo lo bastante cerca como para que el intruso lo escuchara.

—Soy Ohm Thitiwat y pertenezco al clan Ritprasert.

—¿Qué hacías aquí?

—Fui enviado por mi padre, el líder, para hablar con el líder de este clan cuando él—señaló a Fluke—me atacó y no me dejó explicarme.

—Será mejor que no lo señales porque él es mi hermano y uno de los hijos del líder del clan Siripongton—amenazó Kao, a lo que Ohm obedeció.

—Siendo así, te pido que me lleves con tu padre para poder hablar con él.

—Por supuesto que te llevaré con mi padre y más ahora que habrá una boda que celebrar. Ven, síguenos.

Thitiwat obedeció y los siguió. Caminó detrás de ellos y cuando estuvieron los suficientemente cerca del resto del ejército, Kao ordenó que le dieran un caballo. Montó y todos empezaron la marcha hacia el palacio del líder.

Durante el camino, Ohm no pudo evitar preguntarse como fué que ese tipo descubrió que planeaba proponerle matrimonio a la hija del líder. Nunca mencionó nada y ese tipo ya había hablado de boda.