𝙷𝚢𝚎
𝙰𝚒𝚛𝚙𝚘𝚛𝚝 - 𝚂𝚎𝚞𝚕, 𝙲𝚘𝚛𝚎𝚊.¡Demasiadas cosas en muy poco tiempo! Primero, creo que nunca me había sentido tan nerviosa como cuando estuve a punto de besarme con Jeon Jungkook, mi gran amor. Podía asegurar que en ese momento mil y una maripositas habitaban mi estomago, lo juro. Segundo, creo que me había tomado una eternidad empacar, empezando que no encontraba la maleta, si, eso me dejaba en evidencia que no viajaba lejos desde que llegue aquí, desde que me mude a los dormitorios que no viajaba, triste. Tercero, son las 6 de la mañana, muero de frió por el aire acondicionado y también muero de sueño, y hambre! y de ganas de que Jeon Jungkook me ame. Cuarto, quiero ignorar el echo que viajar en un avión me aterra. Mama murió en uno, junto a Jackson, mi hermano mayor, y nunca subí a uno por la misma razón. Ahora solo quiero volverme pequeñita, y dormir y dormir hasta llegar a Brasil.
Bien, explicando un poco la situación actual, estábamos sentados mientras esperábamos la llamada de nuestro avión, nuestro equipaje estaba siendo revisado, anteriormente nosotros fuimos revisados según el protocolo. Jungkook y Jimin estaban de pie frente nosotros debido a la falta de asientos, Taehyung estaba sentado junto a mi. Todos llevábamos una caja de jugo de manzana en nuestras manos, gracias a la escuela. Los demás del equipo de fútbol que pertenecían a nuestro salón también estaban junto a nosotros, de vez en cuando intercambiábamos una que otra palabra. En este momento me sentía con envidia, las animadoras vestían sus bonitos trajes, según ellas lo trajeron para grabar clips de sus rutinas mientras viajaban... Aunque mientras mas las observo, siento que me vería realmente mal en ese traje. Autoestima baja invadiéndome.
Algunos vuelos ya debían despegar, quizás entre ellos el de nosotros, los parlantes emitían suave música, la cual se detenía para indicar la llegada o despegue de algún vuelo, y con eso mis nervios aumentaron notablemente, esta ansiedad estaba consumiéndome. Mordía mis uñas de mi mano derecha, mientras enterraba en mi muslo las uñas de la mano izquierda, salí de mis pensamientos y detuve todo aquello al sentir una pesada mano en mi hombro, Jungkook estaba ahí, agachado frente mi, analizándome cada centímetro de mi rostro, y yo no podía decir nada, las palabras no salían, solo podía temblar.
Jk- Algo te sucede. ¿Estas nerviosa por el viaje? Casi nunca sucede nada en los aviones, debes estar relajada.
H- Mama murió en un avión. Mi hermano también murió en un avión.
Jk- Vaya... Puedes irte dormida, intenta dormir, si te duermes te cargare hasta tu asiento, el viaje no es tan largo, pequeña.
Me limite a asentir con la cabeza, me puse la capucha del buzo negro que llevaba, lo escuche claramente como con cautela le contaba lo de recién a Taehyung y Jimin, y Jimin fue el encargado de hablar con el profesor e informarle la situación. Me sentía algo avergonzada, pero eso se fue al sentir las tres manos de los chicos en mi cabello, pude saber que eran sus manos al escuchar sus voces, y con sus caricias en mi cabello, logre sentirme un poco mas segura y relajada, tanto así, que al paso de unos minutos, estaba en un profundo sueño.
𝙹𝚎𝚘𝚗 𝙹𝚞𝚗𝚐𝚔𝚘𝚘𝚔
Desde que contó eso, aquello no pudo salir de mi mente. Mas bien, ella, no podía imaginarla sufriendo por aquello, y con su miedo aun así estar acá, ella era fuerte, admirable. Mientras mas analizaba mis sentimientos, mas notable era. Tengo insinuaciones de chicas días a día, sin embargo ya no es como antes, ya no soy como antes, probablemente hace un tiempo, a la mínima insinuación, estaría consiguiendo un maldito condón. Ahora todo lo que pasa por mi mente es HyeRin, su rostro tan perfecto, de cada angulo, sus bonitas y delicadas manitos, su cabello tan suave y largo, todo de ella era perfecto, afortunadamente había podido ser testigo de su bonita sonrisa, reluciente. Cada vez que la veía pasar, una maldita sonrisa estaba en mi rostro, y sabia ocultarla muy bien. Bueno, no siempre. Y los chicos como bien me conocían, solían molestarme con ella, cuando estábamos solos, aprovechaban para decirme que sonreía como bobo al verla, demonios. Ahora todo lo que quería hacer era protegerla de todo lo que pudiera en este mundo.