Ronroneos de Amor/ Yoonmin

Lo que me pertenecía

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que vio las estrellas escalando en su forma gatuna?

Yoongi se preguntaba firmemente, mientras escalaba en su forma gatuna, la ahora enorme y ostentosa casa de Jimin el pollito.

Su amiga le había aconsejado que debía disculparse, pero era estúpido y no sabía cómo hacerlo, así que optó por verlo personalmente mientras dejaba a su novia en la habitación de esta y cerraba la suya con llave para que ella no pudiera entrar en caso de que le diera por visitarlo mientras dormía.

Ahora su pregunta era otra y se sentía muy mal por ello: ¿Contaría esto como un engaño?

No quería saber la respuesta porque estaba seguro que ir en busca de su ex pareja mientras dejaba a la otra en su casa, era obviamente un acto de engaño.

Al llegar a la ventana de Jimin, pudo observar como este estaba sentado en la orilla de su cama, mientras con ambas manos se cubría el rostro. Parecía que no había notado su presencia ni su aroma, así como también estar llorando.

¿Habrá pasado algo malo?

Estaba en un debate mental, preguntándose el porque Jimin lloraba, que no se percató de que este se encontraba ahora viéndole fijamente con sus ojos llenos de lágrimas, mientras otras bajaban, y por un momento sintió el dolor del corazón de Jimin como el suyo.

—Ho-Hola, gatito —dijo Jimin, abriendo la ventana y tomando a Yoongi entre sus brazos —. Quiero decirte tantas cosas —Jimin en su momento de debilidad, abrazó con fuerzas al pequeño minino entre sus brazos, que este pensó se quebraria en ellos y ardería en las llamas del calor humano que este le ofrecía —,  no me juzgues y quédate en tu forma animal, por favor —suplicó.

Hubo un momento de tranquilidad en la que sólo eran escuchados los sollozos de Jimin y la respiración pausada del gatito, el cual estaba disfrutando de las caricias y mimos en su cabecita que le eran proporcionados por el primero. Con un suspiro de por medio, Jimin encontró entonces las palabras que quería decirle a su amado hyung.

—Soy consciente de todo lo malo que hice en el pasado, era caprichoso y mimado y por eso mismo te juzgue, rechace y herí. No busco hacerme la víctima, pero, se que tu ya no me amas como antes y que ahora tienes una nueva pareja con la que quieres seguir. Lo entiendo, mis estupideces del pasado te alejaron de mí y ahora has corrido tan lejos que ya no puedo alcanzarte —Jimin suspiro nuevamente, se sentía débil y su alma ya no tenía razón de ser en ese momento —. Juro, que prometí conquistarte y hacer que te enamoraras de mí nuevamente, cuando volvieras. Sabía que regresarías, pero con el acto de hace unas horas, estoy consciente de que ya no hay espacio para mí en este precioso corazón —dijo lo último, tocando el suave y peludito pecho del animal, sintiendo como un sonido salía de él junto con una pequeña vibración entrecortada.

Jimin contempló la unica manchita en el cuerpo del minino y supo que si decía lo que seguía en sus planes por decir, todo terminaría definitivamente, así que optó por guardar silencio por un corto lapso de tiempo.

Continuará...

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