Capítulo Uno

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El suceso que llegó a ser conocido como el fin del mundo dio comienzo a las ocho menos trece minutos de la mañana, hora en que un joven hizo una denuncia en la comisaría policial de Quito (Ecuador) se llamaba Ryan McCartney y en su rostro se pintaba una expresión de ira, rabia y enojo, parecía que en algún momento iba estallar y empezaría a golpear cosas. En el pecho izquierdo de su camisa azul marino llevaba dibujada una letra A que parecía ser de avengers pero realmente era de "academia de deportes" y en el pecho derecho la pregunta ¿Hasta cuándo? Podríamos aventurar que se refería a rendirnos ante la vida o el trabajo y estaríamos en lo cierto o tal vez solo era una pregunta retórica y de nuevo estaríamos en lo cierto. El oficial que estaba tomando el reporte de como habían intentado atropellarle tenía una leve sonrisa, al parecer no podía resistir las ganas de desplomarse a carcajadas en el suelo. Imaginar una camioneta blanca acelerando hacia Ryan y luego a Ryan saltando por encima de una serca de alambre le era muy gracioso —.Muchacho no hay nada que podamos hacer, no hay delito cometido, el intento de asesinato solo es cuando alguien está al borde de la muerte, cuánto mucho una orden de alejamiento para esta persona que dices nisiquiera haber visto antes. Ryan se limitó a decir una palabra, con el pulgar de la mano izquierda se limpió el sudor que caía por su nariz sin quitar la mirada fija que tenía frente a su intento de homicida, por así decirlo —.De vez en cuando me gusta atropellar infelices desnutridos. Agregó con una media sonrisa. Sus dientes amarillos le causaban náuseas  —.Oficial tememos otro esposo golpeador de esposas. anunció una oficial detrás de Ryan, el oficial se levantó de su asiento y dijo: Además eres menor de edad, dices que solo tienes diecisiete añitos, continúa tu vida y no andes por callejones solitarios, dijo levantandos sus pantalones con ambas manos —.Dice que si alguien más hubiera visto lo que pasó cambiaría algo -—.Sí, de hecho el ya estaría tras las rejas de ser así -—.Que más quiere con que yo soy el maldito testigo. Agregó con la voz un poco subidita de tono —.Muchacho no me faltes al respeto o el que estará tras las rejas serás tú. Ryan se levantó de golpe —.Ustedes no sirven para ni mierda. Hizo un amague con la mano izquierda, haciendo parecer que le tocaría el pecho a la oficial mientras con la otra mano le quitaba el arma del cinturón, le quitó el seguro al arma y le dio tres disparos en el pecho al hombre de mal aliento que intentó atropellarle. La oficial intentó quitarle el arma pero Ryan la detuvo con una mano y con la otra jaló tres veces el gatillo. Tres grandes explosiones ensordecedoras se escucharon. solo impactó uno en la pierna derecha de la oficial, que se dejó caer al suelo, sujetando la herida. Ryan se volteó y apunto con el arma al oficial quien tenía su mano en el arma lista para desenfundar —.Ah, ah, ah, ni lo pienses recuerda que todavía le quedan tres balas al cargador. El oficial estaba atónito, en sus veintidós años de servicio nunca había presenciado algo así, muchos ebrios y drogadictos en pleno viaje astral haciendo cosas muy bizarras pero algo así jamás. El oficial que lentamente le pedía que bajara el arma con la voz casi rota desenfundó su arma y rápidamente recibió dos disparos al pecho y uno en el hombro derecho —.Le dije que no lo intentará viejo idiota, por suerte sé que los obligan a llevar chaleco antibalas en todo momento, y aún así duele bastante. Quedaron en silencio por unos segundos, escuchandosé la respiración los unos a los otros, pero lo que más llamó la atención fue algo como un pujido, un rugido más bien, el hombre de mal aliento parecía no haber muerto pero, su cara se había tornado de color azul claro y las venas se le notaban en toda la cara, Ryan se sintió despreocupado puesto que nunca había matado a nadie y tampoco quería hacerlo a menos que la situación lo amerite, tal como era el caso. De un momento a otro, nuestro hombre que yacía tirado sobre su silla se levantó de golpe y su primera acción fue abalanzarse sobre el oficial. Al ver  la rareza de su acción hizo que se le pusieran los pelos de punta, parecía que se lo comía y no pudo evitar ver como esa persona de camisa blanca con un tono amarillento por sucio y bañada en sudor se manchaba de la sangre del oficial, de un segundo a otro ya le había devorado una de sus mejillas. Ryan tomó una de las sillas de metal y le asestó un fuerte golpe con ella, hizo caer al hombre pero rápidamente se levantó y se dirigió a el mientras hacía un tipo de gruñido  —.¡Blet ky-yam doe-ram kazzalab babbalah!
—¡Yo te daré a-babbalah a-kazzalah, cabrón! —gritó Ryan y le asestó un fuerte golpe con la silla en la cabeza, le destrozó el cráneo —.¡Oh por Dios! El oficial Johnson está.., Muerto —.¡Ah! Como me excita escuchar esas palabras y aún más cuando salen de esos lindos labios con esa carita sudada —.¡No me mires con esa cara! ¡Eres un maldito psicópata! —.Sí,  psicópata.., Me gusta como suena, todos ustedes son unos malditos corruptos y su pecado es más grande que el mío, yo solo maté  a un loco que atropella personas por placer y, ¡vaya que se equivocó conmigo! Vine buscando ayuda con los oficiales corruptos de la ciudad y no podían hacer nada porque no había delito —.Eso no.., eso no justifica que seas un asesino —.Pero claro si se tratará de caminar a las tres de la madrugada siendo menor de edad es un delito grave, todavía tengo cicatrices en el cuerpo por la paliza que me dieron esa noche luego de que me robaran mi sueldo de cinco meses.

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⏰ Última actualización: May 14, 2020 ⏰

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