El reloj de mesa que había programado marcaba las tres y cincuenta y nueve de la madrugada para el momento en que abrí los ojos. Aproveché mi ultimo minuto antes de que sonara la alarma para darle un vistazo a la habitación sumida en la penumbra.
Noah permanecía acostado en su costado de la cama, apenas a unos centímetros de caer al suelo luego de que Ryan le amenazara ante la posibilidad de acercarse a mi. Él, por su parte, se había dormido en el sillón, el cual había corrido hasta la entrada para cuidar a puerta. Faux debía estar en la segunda silla, cuidando la ventana, pero al buscarlo, mis ojos le encontraron en el balcón, ensimismado en el panorama.
Si las cosas en su cabeza ocurrían como las sospechaba, era un riesgo enviarlo a la misión de Kill- J. Des afortunadamente para él, era un riesgo que estaba dispuesta a correr.
El sonido estridente de la alarma se acompañó con los números al tornarse rojos, provocando que Noah y Ryan saltaran en su lugar mientras Faux aprovechaba sus segundos de somnolencia para volver a la habitación sin que lo notaran.
Habíamos dormido apenas un par de horas y antes de hacerlo, nos encargamos de estructurar el plan y alistar las armas, por lo que en ese instante solo bastaba ponernos en pie y actuar.
Apenas unos minutos después nos dividimos en el recibidor del hotel, desde dónde Ryan y yo tomamos un taxi, asegurándonos de lucir como una pareja normal que se encontraba de vacaciones y que, por supuesto, no cargaba consigo las municiones suficientes como para asesinar medio ejercito.
— Estás callada — musitó, haciéndome salir de mis pensamientos y volver sobre su imagen — tienes algo en mente que no me has dicho.
— No soy la única — afirmé encogiéndome de hombros y echándole un vistazo al conductor quien parecía prestar poca atención a nuestra conversación — ¿Qué es lo que Faux y tú están planeando?
— Así que lo notaste.
—He grabado cada movimiento de los que me rodean por lo que llevo de mi vida, es natural que nada se me escape. Especialmente cuando se trata de alguien cercano.
— Así que somos cercanos — replicó con una sonrisa socarrona que me hizo mirarlo con reproche. Finalmente resopló— No es algo que pueda decirte ahora, tampoco es algo de lo que debas preocuparte, así que tendrás que confiar en mi.
Fruncí el ceño asintiendo levemente y notando que el auto se detenía. El lugar al que habíamos llegado, era un edificio que hacía las veces de centro de eventos y parecía tener cada uno de sus ocho pisos ocupados.
— ¿Cómo se supone que sabremos en qué piso es?
— No lo sabremos— afirmé, avanzando hacia la entrada una vez Ryan le pagó al sujeto y este se marchó— debe decírnoslo de alguna manera.
— A menos de que pretenda que nos separemos y busquemos piso por piso. Seríamos un blanco fácil.
— La cuestión es que no quiere que seamos un blanco fácil, somos sus fichas y debe movernos estratégica mente para lograr lo que desea.
— Información— completó, a lo que asentí conforme llegamos al ascensor.
Una lista que marcaba los ocho pisos se exhibía en la pared a un costado y, frente a cada uno, podía leerse el nombre de alguna persona, así como el nombre del evento. Repasé uno por uno hasta que mi atención se detuvo en el quinto y casi al tiempo, la de Ryan también.
— Una fiesta infantil— musité, recordando las armas que llevábamos con nosotros — "Cuartel de juegos"
— Tiene sentido, quizá por eso escribió lo del siguiente nivel. Todo es un juego — replicó, haciendo un gesto hacia su largo abrigo— ¿Cómo entráremos con esto?
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Sin reglas ni principios 2
AcciónSEGUNDA TEMPORADA DE SRNP. ES CIEN POR CIENTO RECOMENDADO LEER LA PRIMERA TEMPORADA. * * * * ¿Que harías si te vieras atada a tu pasado, si tu memoria fuese tu mayor enemigo y te convirtieses en lo que siempre temiste? Siempre recuerda, del am...