De nuevo, unas horas después despierto; pero esta vez ya no hay silencio; pues todos están despiertos, riendo y jugando.
Miro la hora, son las nueve de la mañana. ¡Genial, faltan como 12 horas más para llegar! Noten mi sarcasmo.
—Miren, ya despertó —dice Nathaniel cuando me ve.
—Buenos días —les digo.
—¡Hola! —saluda alegremente Kentin—. Estamos jugando cartas, ¿quieres unirte?
Jamás he jugado algún juego en el que se usen cartas, así que tardo unos segundos en responder.
—Eh... pues yo... —suspiro, algo avergonzada—. No sé jugar.
—¡No te preocupes! —exclama Alexy rápidamente—. Castiel te enseñará.
—¿Que yo qué? —pregunta el pelirrojo confundido.
Miro a Alex, buscando una explicación, a lo que él simplemente guiña un ojo.
—Oh, vamos Castiel —responde el chico de pelo azul—. Eres el que mejor juega de todos nosotros, si alguien debería enseñarle a jugar a Aby, eres tú.
—Supongo que eso es cierto —concuerda Lysandro.
—Yo sigo diciendo que hace trampa y por eso gana —dice Armin fingiendo indignación.
—Bien —dice ignorando al pelinegro, mientras me mira, sonriendo—. Ven, siéntate aquí.
Y así es cuando mi corazón se desborda de mi pecho, me levanto y camino hacia los chicos, que están sentados juntos. Hay un pequeño espacio al lado de Castiel, donde me siento.
Las horas continúan pasando, mientras jugamos, reímos; e incluso los chicos cantaron en un momento. Y bueno, yo traté todo el día de no quedarme mirando demasiado a Castiel mientras jugaba y me explicaba, no parecer una loca al escucharlo reír y sobre todo, no desmayarme cuando escuché lo hermosa que es su voz cuando canta.
Por la noche, bajamos del avión. Por un momento pensé que gracias a que es tan tarde, no habrían tantas personas. Pero me equivoqué.
En el aeropuerto, hay cientos de personas con carteles y cámaras, gritando los nombres de los chicos. Siendo completamente honesta, la cantidad de gente que hay me pone demasiado nerviosa.
Castiel parece notarlo, pues se acerca y coloca su mano en mi hombro.
—Vamos, no te separes.
Un escalofrío recorre mi espalda cuando su ronca voz choca con mi cuello. Seguimos caminando, con alguna que otra parada ocasional, donde los chicos se toman fotos, y firman autógrafos.
Al salir del aeropuerto, Rob está al lado de dos autos negros. Subimos a los autos, separándonos de la misma manera que la última vez, de modo que voy con Castiel y Lysandro.
—Espero que no nos perdamos esta vez —bromea el pelirrojo.
—Tuvimos mucha suerte, lo que es raro, suele perseguirme la desgracia.
Castiel suelta una carcajada.
—¿Ah, sí? —asiento, riendo un poco—. ¿Y qué tipo de cosas te han pasado?
—Pues en sí, toda la situación por la que terminé aquí fue muy desafortunada, por dar un ejemplo.
— ¿Y te arrepientes haber terminado aquí? —de repente, parece un poco más serio.
—No, en realidad no —y es la verdad, he tenido buenos momentos—. Todo ha sido genial. Excepto en el momento en que te conocí, no fue lo más ideal, no me dejarás mentir —el se ríe un poco.
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Un verano con 5 idiotas [Fanfic Castiel CDM]
Fanfiction¿Te gustaría pasar un verano con los cinco chicos más deseados del planeta? Seguramente dirías que si. Pero ese no es mi caso. Y aún así, aquí estoy. Pasando el verano con cinco idiotas... Historia completamente original. Queda prohibida cualquier t...