‣ 5.

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- ¿Me extrañabas, bebé? - me susurró al oído... ¿Marck? ¿Acaso estaba imbécil?

- ¡Eres un imbécil Marck! - grito furiosa. Annie debía estar muy mal. Marck solo empezó a reír y me desató las cuerdas y me quitó la venda de los ojos.

- Tranquila, nena, mi futuro abue... lastro, supongo que es, sabrá que solo es para conocer a mi próxima madrastra. - sonríe y me guiña un ojo.

- Púdrete. - suelto seca.

Camino hacia la sala y busco el teléfono, llamo a Anna y a los dos segundos responde.

- ¡¿Bueno?! - Responde de manera frenética.

-Hola, Ann, perdona el susto, a que no adivinas quién hizo todo el show. - le digo de manera tajante, quería ahorcar a ese maldito, casi le da algo a mi amiga.

- ¿Quién? Estuve a punto de llamar a la policía, pero si eran extorcionistas probablemente te iban a matar y...- corto a mi amiga antes de que le de un ataque de pánico.

- No te preocupes, estoy bien, en un momento me iré a casa. - le digo y cuelgo.

"Mi futuro abue...lastro, supongo que es..." "Solo quiero conocer a mi próxima madrastra" ¿Acaso él sabía.

- Marck, regresa aquí. - digo demandante.

- Sí, mamá. - ríe de manera cínica.

- ¿De qué carajo hablas con eso de "madrastra" y "abuelastro"? - pregunto tajante.

- ¿Acaso no sabías? - pregunta con una sonrisa perversa.

- Saber qué. - le cuestiono haciéndome la tonta.

- Oh... Realmente no sabías. - muerde su labio mientras su semblante risueño cambia a preocupado.

- Saber qué. - repito demandante, estaba comenzando a sacarme de mis casillas.

- Nada. - susurra y en cuanto intenta irse, lo tomo del brazo y lo lanzo nuevamente al sillón.

- ¿Qué es lo que debo saber, Marck? - le veo de manera fría mientras me sostengo de sus hombros.

- Que sexy te ves desde este ángulo. - sonríe de manera pervertida.

- Responde antes de que te saque los órganos. - gruño. Traga saliva audiblemente y muerde su labio de manera nerviosa.

- Estaba bromeando, solo sé que harán una fiesta sorpresa de algo, pero vaya que eres fácil de controlar. - ríe intentando no sonar nervioso.

- Púdrete. - gruño. Tiro sus hombros con fuerza hacia atrás provocando que se golpee levemente en el respaldo del sillón.

Me levanto y comienzo a caminar hacia la puerta cuando ésta se abre dejando entrar al verdadero dueño del lugar.

- Mierda. - murmuro para mí. En cuanto me ve, me sonríe mostrando sus dientes, lo que me obliga a sonreír a mí también.

- ¡Katia! ¡Que sorpresa, mi niña! ¿A qué debo esta maravillosa sorpresa? - pregunta.

Me giro a ver a Marck, su mirada ruega compasión, sonrío de manera casi diabólica y me giro nuevamente al señor.

- Nos ha tocado hacer un trabajo juntos a Marck y a mí, pero ya hemos terminado. - sonrío y Marck se coloca junto a mí.

- ¿Ya te vas? - pregunta mientras hace puchero el viejo. "Imbécil" pienso.

- Sí, es tarde, mi padre me debe estar esperando, no le he avisado. - sonrío apenas.

- ¡Por favor! ¡Deja que yo le avise! Cena con nosotros. - sonríe.

Your daughter calls me daddy Too #1 (Pronto en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora