Lucie
—¿Qué tal te encuentras?
Me vuelvo hacia la puerta de la celda y pongo cara de desagrado al encontrarme con Marian de frente.
—¿Cómo quieres que me encuentre si me tienes retenida?
Ella se ríe y yo expreso aún más mi odio con la mirada. Todavía no comprendo qué es lo que le ha sucedido a Marian para volverse así. Ella y yo éramos las mejores amigas, pero ahora... Es como si no le conociera en absoluto.
—Veo que echas de menos a tu vampirito —comenta con sorna —. Pues no te preocupes, enseguida le vas a volver a ver. Es más, para que veas que soy buena, te voy a permitir darle un último beso antes de morir. ¿Te gusta la idea?
—¿Pero cómo puedes ser tan retorcida?
- No seas así, Lucie. Todavía tienes una oportunidad de unirte a nosotros. Si aceptas usar la magia negra estarás siempre a mi lado. Será como antes. Las dos mejores amigas, las brujas imparables.
Le observo alucinada. No me puedo creer lo que me está proponiendo y mucho menos la frialdad que demuestra. ¿Dónde se ha metido la Marian que yo conocí? Está claro que no delante de mí. Aunque su cuerpo sea el mismo, su mente ha cambiado demasiado.
—Estás loca si piensas que voy a abandonar la luz y sumergirme en la oscuridad —le respondo de mala manera —. Por favor, Marian, vuelve a ser tú. ¿Es que no te das cuenta de lo que estás haciendo? La oscuridad te absorbe y te ciega.
—La oscuridad me da poder —contesta orgullosa —. ¿Y sabes qué? Me encanta.
—¿Qué es lo que te ha pasado, Marian? —pregunto con tristeza —. Tú antes no eras así. ¿Qué te motivó a cambiar de esa manera?
Ella me observa dudosa, como si se estuviera pensando el responder o no, pero enseguida esboza esa maligna sonrisa que parece no borrarse de su rostro.
—Fue por amor —me confiesa —. Hice todo esto por Mike.
—¿Y por qué continúas ahora que él no está?
—¿Acaso no te das cuenta? —responde soltando una carcajada —. Jamás en mi vida me había sentido tan poderosa. Es más, pienso hacer volver a Mike. En cuanto recupere mi lugar como reina de las brujas y tenga el libro de las sombras en mis manos, eso será coser y cantar.
Le miro con tristeza y decepción. Sé que el amor puede llevarte a hacer grandes cosas, pero también locuras y está claro que mi amiga está completamente trastornada.
—No sabes cuanta pena me das —comento con tristeza.
—¿Pena? —inquiere indignada —. Miedo es lo que te debería dar. Y cierra esa maldita boca o me pensaré lo de dejarte despedirte de tu amado.
Trago saliva nerviosa y no digo nada. Está claro que la oscuridad se ha apoderado de ella de una manera brutal. Empiezo a pensar que jamás le vamos a poder recuperar.
Lo que más pena me da es pensar en los bartholitos. Se van a tener que enfrentar a su abuela y, aunque no le conozcan, sé que les va a doler. Tienen un corazón demasiado puro.
—Así me gusta, sumisa —dice mirándome con desprecio —. Ahora arréglate lo que puedas para tu vampiro. Nos iremos enseguida.
Dicho eso abandona la celda dejándome alucinada. ¿Que me arregle? ¿Me está vacilando? ¿Cómo me voy a arreglar si estoy en una oscura celda y no puedo usar la magia?
Suelto un suspiro pesado y me recuesto en la pared pensativa. Aunque sé que voy a morir, por lo menos me queda el consuelo de que voy a ver a Nicolae. Pobre... Seguro que está sufriendo por mi ausencia. Le echo tanto de menos.
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DC XII:LA REINA DEL MUNDO √
Hayran KurguSin Cris, sin Drogo y sin Lorie, los bartholitos van a tener que asumir su responsabilidad como niños prohibidos. Tienen que detener a Merlín e intentar salvar a Fiona de sus garras. Eso sin contar con la amenaza de Hades. Por suerte para ellos. cue...