sueños de lágrimas

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Volver a escuchar su dulce voz era mágico para mi, la contemplaba como si en cualquier segundo pudiese desaparecer, en esos momentos nada me importaba, el ruido de los trastos azotando entre si, el murmullo de la gente tan centrada en temas tan diversos pero tan cotidianos para ellos, nada me importaba, solo ella, la chica que me observaba atentamente con esos ojos tan llenos de amor, ese color peculiar que te hacia sentir en casa y te atrapaba para que no te fueras nunca más, grises, esas lagunas tan inmensas que te hacen viajar a recuerdos inimaginables, pero todo se desvaneció, comencé a prestar atención en el momento en el que su mirada cayó, comencé a notara aquellos rasgos afligidos, unas bolsas que apenas comenzaba a notarse debajo de sus ojos, como es que sus manos temblaban sobre la mesa, el color rojizo en la punta de su nariz y todo tomo sentido cuando pronunció aquella pregunta que en este preciso momento aun me persigue...

-¿Aun me amas?.

No sabía como es que debía de responder, si me confesaba quedaba como un verdadero loco, pues, ¿Quién en su sano juicio espera casi un año sin descanso que vuelva, que vuelva alguien que todo mundo saben que es imposible y nunca volverá?,  mas sin embargo si se negaba rotundamente mis sentimientos aún crecientes día con día, quedaría como el peor mentiroso del mundo, y la verdad no me pude controlar, sin pensarlo de mis labios salió aquella palabra tan estúpidamente errónea y ella lo sabía, en su rostro comenzó a crecer una sonrisa llena de amor y ternura

-Es mentira, se que aun me amas, se que aun esperas verme en línea cada noche, aun esperas mis llamadas desde el techo de mi casa y escuchar a aquel búho viejo que solía alimentar, se que aún hay noches en las que lloras hasta quedarte dormido y como es que aún gritas mi nombre pidiendo explicaciones, lo siento amor mío, perdoname por haberte dejado con tantas preguntas sin resolver, pero esta noche no podré darte mas que un abrazo, lo siento pero a ambos se nos hace tarde ten un buen día amor, no olvides apagar la cafetera, te amo.

No entendía nada, no lograba explicar como es que se esfumó tan rápido, tan ágilmente como agua entre mis manos, la extraño tanto, pero por desgracia la noche llegó a su fin, al despertar tengo su foto y miles de preguntas más, aunque tengo algo asegurado y es que se que cada día la esperaré en mis sueños desde el día de su partida...

-Hasta más noche amor mío, te amo, alimentaré al búho.

los recuerdos de ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora