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Peter estaba sentado en el sofá, con los pies subidos en el mueble y abrazándolos. Estaba totalmente encogido mientras veía la televisión, era un canal de noticias. Ahora mismo era un reportaje en donde hablaban de él. Ya eran casi tres semanas en donde no se sabía nada de él fuera de la torre, ni nadie sabía lo que le había pasado. 

Salvo Chris, él si que sabía que Peter estaba bien. Eso no cambia que el Alfa estaba totalmente preocupado por su Omega. No sabía ni donde estaba ni quien lo tenía retenido. Era una sensación muy incomoda y mala, aún así confiaba totalmente en su Omega y si el decía que todo estaba bien pues él no se metería. 

Peter miraba la televisión con pena, todo el mundo estaba perdiendo la esperanza. Ya muy pocas personas esperaban que el chico estuviera con vida. Le daba mucha pena realmente, no quería hacer sufrir a nadie con su ausencia. Y lo estaba haciendo.

Peter suspiró pesadamente y se restregó la cara en sus propias manos. Cogió el mando de la televisión y enseguida la apagó. Se levantó del sofá, quería quitarse esos pensamientos de la cabeza lo más rápido posible. No sabía que hacer, pero intentaría lo que pudiera. Pero lo único que tenía presente en su cabeza era la cara de sus padres destrozados por la situación. A todos sus amigos y compañeros, incluso a personas que no conocía de nada pero participando en su búsqueda. Voluntarios haciendo batidas en zonas para encontrar cualquier pista de su paradero. Pero lo que más cabreaba a Peter era que realmente sus actos eran totalmente en vano. 

No encontrarían nada.

Necesitaba a alguien a quien abrazar ahora mismo, para no derrumbarse por completo. Pero en el piso solo estaba Steve y no se quería ni acercar a él. Aún no se fiaba. 

En un simple minuto, Peter ya estaba derramando lágrimas, de pie, en medio del sofá. En un suave llanto silencioso, sin querer alzar la voz para que el Alfa no lo oiga. Miraba alrededor, su mirada pasó por toda la sala. Intentando buscar cualquier desahogó. 

Quería ver a Bucky, quería ver a Stephen, quería ver a Chris.

Los quería a los tres ahora mismo aquí.

Escuchó el ascensor abrirse en su piso. Enseguida se giró y no pudo evitar acercarse a él cuando vio a Stephen ahí. Es obvio que el Alfa le devolvió el abrazo y lo sujetó en sus brazos lo más fuerte posible. 

- ¿Estás bien?- preguntó Stephen después de ver que el chico no reaccionaba a su saludo.

Peter negó. 

- ¿Quieres hablar?

Volvió a negar.

- Bien. Vamos dentro, nos tumbamos y nos tranquilizamos. 

Peter esta vez se separó y susurró un suave "vale" con la voz rota. Se secó las lágrimas con las mangas, hasta que notó un suave beso en su coronilla proveniente de Stephen. Levantó la mirada para mirar al Alfa. 

El Doctor enseguida cogió la mano de su Omega y lo guió a la habitación de Bucky. Una vez ahí le ordenó a Peter a que esperará en la cama mientras él arreglaba un par de cosas fuera.

Enseguida Stephen salió del cuarto y cerró la puerta. Fue a hacia la sala de estar, en donde estaba Steve. Este tenía una toalla en la cintura, la tela justa para tapar sus partes íntimas de cintura para abajo. Además de estar secándose el cabello con otra toalla. Es obvio que acababa de salir de la ducha.

Los dos se miraron. 

- Pensé que volverías más tarde.- habló el rubio sin parar de agitar la toalla en su cabeza para quitar el exceso de agua.

- Al final pude salir antes. 

- ¿Donde está Peter?

- Lo llevé al cuarto, estaba llorando. 

- ¿Por qué?

- No lo sé, no me quiere decir. Pensé que tu sabrías algo.

- Que va, ni nos hablamos.

- Quieres decir, ¿no os habéis dirigido la palabra en estos tres días que lleváis juntos?

- No.

- ¿Por qué?

- Creo que no hay necesidad. Si vinieras más a menudo lo sabrías.

- Lo siento, estoy intentando hacer lo que puedo. Pero ya sabes la situación de mi madre.

- ¿Cómo está ella?

Stephen suspiró. 

En menos de una semana la madre de Stephen había caído enferma muy gravemente. Ni siquiera él sabía lo que le ocurría. Intentaba ser positivo, pero también realista. Y la realidad es que su madre empeoraba por horas.

- Ojala decirte que esta mejor. 

Steve se apenó por su amigo, porque antes de ser simples compañeros de trabajo, son muy buenos amigos. Ya lo vio bastante decaído en los días anteriores y fue asombroso el como no quería derrumbarse delante del Omega para que este no estuviera mal. Solo pudo comprender que Stephen era un hombre muy fuerte.

- Sería muy extraño que ahora mismo te ofreciera un brazo, ¿verdad?

- Teniendo en cuenta que estas desnudo y solo te tapa la toalla... pues sí, es un poco extraño. 

- Tu imagínate que te lo doy y ya.

Stephen sonrió con los brazos cruzados.

- Me voy a vestir y si acaso... prepararé algo de comer. 

- Vendría bien que hablaras un poco con Peter de vez en cuando, que se sienta bien contigo. 

- Me lo pensaré.

Steve se fue al cuarto de invitados sin mirar a Stephen de nuevo. 

Stephen en ese momento tenía un dilema demasiado existencial en su cabeza. Su madre estaba enferma, ella le necesitaba lo máximo posible en ese momento. El problema es que es muy complicado ir de un lado a otro todo el tiempo, sobretodo cuando vive en la otra punta de la ciudad.
Por otra parte Peter también lo necesitaba aquí. No se fiaba mucho de que se quedará a solas con Steve. No porque no confíe en él, sino porque realmente no tiene muy claro la relación que hay entre ambos. Si es buena, o mala, o nula.

El doctor suspiró pesadamente y restregó sus manos por su cara.

Esto se le había complicado más de lo que pensaba en un principio.

Mi Vida A Tus Pies ~ allxPeterParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora