ONE: Fiesta de pijos

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      El timbre acababa de sonar, la profesora ya estaba frente a su escritorio exigiendo que todos los estudiantes tomaran asiento. Antes de que el barullo cesara, una de las estudiantes, Heidi, golpeó la puerta un par de veces antes de asomarse.

   —¿Se puede? —preguntó temblorosa.

   —Tarde —respondió la Sra. Garrison con desdén.

   La pobre chica asintió y cerró la puerta tras ella, tendría que quedarse fuera de clase por el resto del día.

   —Dios, me va a tocar a mí, me va a decir de corregir, estoy jodida —susurró Bebe, justo detrás del asiento de una conocida cabellera bermeja.

   —Bebe, coge el móvil. Rápido —le advirtió Kyle en voz baja.

   Mientras la profesora llamaba a varios estudiantes para que salieran a corregir, Kyle le escribió la respuesta por mensaje.

   —Ya que la señorita Turner tiene falta, señorita Stevens por favor a la pizarra.

   La chica rubia se levantó con los nervios a flore de piel. Le dirigió una última mirada de lástima a Kyle antes de colocarse con los otros estudiantes que habían sido llamados.

   —A ver, a ver... Stevens, ¿podría traducir esta frase?

   La Sra. Garrison señaló la pizarra y Bebe echó un rápido y disimulado vistazo a su teléfono móvil. Habló lentamente bajo la atenta mirada de la profesora. Kyle sonrió orgulloso cuando dijo la frase perfectamente. No obstante, la sonrisa se borró cuando la profesora se rió con burla.

   —Va a tener que hincar los codos si quiere aprobar mi asignatura, jovencita. Ahora, el móvil —extendió su mano hacia la estudiante, y esta tuvo que entregarlo sin poder rechistar.

   Tras toquetear los botones, el celular de Kyle comenzó a sonar. Avergonzado, simplemente mantuvo la mirada al frente. La profesora se acercó hasta su pupitre y volvió a reír con sorna.

   —¿Señorito Broflovski? ¿No me va usted a contestar la llamada?

   Sin una pizca de delicadeza le arrebató el móvil del escritorio. Bebe volvió a su asiento abatida, susurrando mil y una disculpas a Kyle por lo que había ocurrido. Kyle, por su parte, no paraba de repetirle que no pasaba nada, que en parte se lo merecía.

   —Sé cómo puedes compensarme —susurró—. Ven a la fiesta de Nichole esta noche.

   Bebe rió suavemente y golpeó suavemente la espalda de Kyle desde atrás.

   —Allí me verás entomces. Tampoco me hacía mucha ilusión mu cena familiar, es una excusa perfecta.

   —Broflovski y Stevens, ¿hay algo que les gustaría comentar con el resto de la clase? —preguntó la profesora con veneno, los miraba con profundo odio y desprecio.

   Ambos negaron y agacharon la cabeza como dos cachorros aturdidos.

   —Eso pensaba.

♡♡♡

      —¡Tío, C! Ya pensábamos que no vendrías —una voz chillona le dio la bienvenida al descampado. Se escucha a gente hablar, bailar y una fuerte música resonando de fondo.

   —Sabes que no faltaría nunca —sonrió soberbio.

   Clyde sonrió de vuelta y caminó junto a Craig hasta llegar al resto de su pandilla, Token, Tweek y Jimmy.

A tres metros sobre el cielo ♡ CryleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora