Si un clavo no saca a otro clavo [KaoEarth]

Única Parte

Earth Katsamonnat fue traicionado por dos personas importantes en su vida: su novio y su mejor amigo. Ambos le habían visto la cara de idiota durante más de medio año.

Mientras él creía que su relación con Jjay iba bien, este se revolcaba con su amigo, a quien le había confiado los pequeños problemas que tenía con su pareja para que le aconsejara, sin saber que este se aprovecharía de eso para acercarse a Jjay y ofrecerle "consuelo".

Por fortuna, un día los descubrió y si bien fue devastador y doloroso, almenos ya no iba a vivir engañado y había descubierto la clase de personas que eran esos dos en realidad.

Los enfrentó de frente, sin hacer escándalos y sin darles el gusto de verlo herido. Aguantó sus lágrimas y se retiró de aquel lugar lo más calmado y elegante que pudo.

Manejó hasta su casa. Subió directo a su habitación, se lanzó a la cama y recién ahí, sintiéndose seguro y resguardado en aquellas cuatro paredes, se permitió liberar su dolor a través de amargas lágrimas.

Lloró cuanto quiso hasta que el sueño lo venció.

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A la mañana siguiente despertó sintiéndose anímicamente un poquito mejor. Al parecer, el haber llorado hasta el cansancio le había ayudado. Se levantó, se dió una ducha y se arregló. Aún con el corazón roto, no podía dejar de cuidar su imagen y apariencia. Sí, era toda una diva.

Se dijo a si mismo, a modo de consuelo, que ya llegaría alguien mucho mejor y más guapo que Jjay. Alguien que si supiera valorarlo, lo amara y nunca lo traicionara.

Con esas palabras de aliento, continuó con su vida, centrándose en sus estudios y también en el ámbito laboral. Fue de ese modo que terminó siendo parte del cast de la serie Until we meet again de estudio Wabi Sabi.

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Después de pasar el casting para el papel de Intouch, el director le comunicó que su pareja sería Kao Nopparat, quien haría el papel de Korn.

Al principio, debido a que no se conocían, su forma de tratarse denotaba incomodidad, pero, con el paso del tiempo y los talleres que realizaban junto a los demás actores, se fueron conociendo mejor y se volvieron buenos amigos, pese a lo opuestas que eran sus personalidades.

Un día después de un evento, Kao, sin decirle nada, lo jaló hasta un lugar medio oscuro, donde no había nadie.

-¿Porqué me trajiste aquí?-preguntó medio irritado. No le había gustado que el mayor lo jale de aquella forma y sin siquiera decirle a dónde iban. Además estaba cansado y lo único que quería era llegar a su casa y lanzarse a su cama a dormir.

Kao lo miró directo, de modo seductor y habló con la característica seriedad suya: -Earth Katsamonnat, me gustas, te deseo. Acabo de confirmarlo al verte bailar de forma tan sensual.
Te deseo tanto que me dan ganas de hacerte mío aquí mismo.
¿Me dejarías tenerte almenos por una sola vez?

Earth quedó con la boca abierta, claramente sorprendido. Aquello no se lo esperaba. Sin saber que decir, bajó la mirada y se quedó en silencio por unos cuantos segundos, los cuales fueron aprovechados por el mayor, quien se acercó y lo tomó de la cintura.

Ante el toque, el menor levantó la vista y asintió. No iba a negar que Kao le gustaba desde la primera vez que lo vió. Era guapo, se caía de bueno y él estaba soltero, sin compromisos, era adulto y podía hacer lo que quisiera, siempre y cuando no creara un escándalo que podría perjudicar su carrera.

Kao no esperó más. Juntó sus bocas en un beso apasionado, dominado por el deseo. Bajó sus manos de la cintura hasta el apetecible trasero y lo apretó a su antojo.

Earth enredó sus brazos alrededor del cuello del mayor y se dejó tocar.

Al cabo de unos minutos, ambos se separaron con la respiración agitada, jadeando en busca de aire. Miraron a su alrededor y supieron que ese no era el lugar ni el momento adecuado.

Se separaron, regresaron a dónde estaban los demás, se despidieron de todos y también de sus respectivos managers, y partieron solos, rumbo a la casa de Earth porque esta quedaba más cerca que la de Kao.

En el camino, ambos iban en sus respectivos asientos, aguantando sus ganas hasta que estuvieran seguros en la casa del menor, quien sin querer, recordó la frase que alguna vez Fluke, su nuevo mejor amigo, le dijo cuando él le confesó que le traía ganas a Kao: "Si un clavo no saca a otro clavo, mínimo que clave rico".

Sin poder evitarlo, soltó una risita. Kao lo miró con una ceja alzada, pero no preguntó. Era mejor que Earth se concentrara en manejar rápido. Cuánto más pronto llegaran, mejor.

En unos pocos minutos más llegaron, ingresaron con prisa y apenas cerraron la puerta comenzaron nuevamente a besarse con pasión, como si no hubiera un mañana.

El menor se trepó por el cuerpo de Kao y enredó sus piernas a la altura de su cintura y sus brazos en su cuello para después instarlo a caminar hacia la habitación.

El mayor caminó y se internó en la habitación. Llegó hasta el borde la cama y lanzó a la diva, quien sonrió coqueto y seductor.

-Desnúdate, quiero verte mientras lo haces-dijo Kao, a lo que Earth obedeció.

Empezó por su polera, pasó a sus pantalones y finalmente retiró su ropa interior, quedando totalmente desnudo ante la penetrante mirada llena de deseo y lujuria entremezclados.

En silencio, Kao empezó a desvestirse, sin apartar la vista del hermoso cuerpo frente él.

Earth por su parte disfrutaba del espectáculo visual que era el bien marcado cuerpo de Kao quedando al descubierto centímetro a centímetro.

Una vez que ambos quedaron como sus madres los trajeron al mundo, el mayor se abalanzó sobre el cuerpo de Earth, volvió a juntar sus labios, usando su lengua para jugar con la otra y recorrer por entero la cavidad bucal.

Después bajó al cuello donde besó, mordió y lamió a su antojo, dejando marcas de pasión que a Earth le costarían ocultar al día siguiente.

Cuando llegó al pecho, chupó, lamió y mordió los pezones, arrancando gemidos relativamente altos de la garganta de Earth, quien disfrutaba de las atenciones, las sensaciones y también aprovechaba para tocar el cuerpo del contrario cuanto podía.

Continuó en descenso y llegó al erguido miembro, el cual acogió en su boca mientras llevaba sus manos a aquellas estilizadas piernas que tanto le gustaban y empezaba a acariciarlas.

La atención en su órgano más sensible pronto lo llevó al borde y, cuando poco o nada le faltaba para terminar, Kao se apartó y apretó la base de su pene, evitando que eyaculara.

Earth iba a quejarse, pero fue repentinamente interrumpido por un lubricado dedo que urgaba en su interior.

A dicho dígito no tardaron en acompañarlo dos más.

Cuando se sintió listo, dió aviso y Kao no necesitó más para introducirse en ese caliente y estrecho agujero, arrancando un claro gemido de placer de la garganta de Earth.

Casi de inmediato empezaron a moverse a un ritmo medio que luego se tornó rápido y salvaje, tal como a ambos les gustaba.

Sus bocas soltaban gemidos entrecortados y jadeos que no hacían más que aumentar sus niveles de excitación.

Como nada dura para siempre, ambos alcanzaron el orgasmo al mismo tiempo. Earth entre sus vientres y Kao dentro de él.

Se acomodaron uno al lado del otro, calmaron sus agitadas respiraciones y después volvieron a la carga, a una segunda ronda.

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Desde entonces Kao y Earth empezaron una extraña "relación". Eran amigos que de vez en cuando se acostaban.

Permanecieron así hasta que el deseo y la calentura dieron paso a sentimientos del tipo romántico. No supieron con exactitud cuando empezaron a amar al contrario, pero para cuando se dieron cuenta, ya era demasiado tarde. No podían concebir la vida sin el otro.

Al final, terminaron en una relación seria y duradera, basada en el amor que sentían el uno por el otro.