Había una vez, en una dimensión completamente distinta a la nuestra, un mundo distinto. Este mundo estaba dividido por las personalidades opuestas de sus regidores, El Señor de la luz y el Señor de la Oscuridad, dos hermanos inmortales que millones de años atrás acordaron mantener sus reinos separados para siempre en Ángeles y Ángeles negros, mejor conocidos como “Demonios”. Cualquiera que rompiese este pacto cruzando al lado opuesto seria lanzado al Abismo, un mundo de soledad, sufrimiento y locura donde reina la desesperación y pasas la eternidad solo con tus peores pesadillas.
Y en este universo paralelo comienza nuestra historia, una fría noche de invierno en el mundo de la oscuridad una pequeña nació, con los ojos mas azules que sus padres jamás hayan visto fue nombrada Zafiro. Mientras que en el Reino de la Luz había nacido ese Verano el pequeño Valentine, un precioso ángel con el cabello tan rubio que parecía de oro.
Los años pasaron para ambos y su vida seguía el curso de cualquier ángel o demonio de su edad, hasta que un día una pregunta en la pequeña pelinegra surgió ¿Qué hay más allá del Abismo? A sus diecisiete años era natural que esa pregunta naciera en todos los ángeles y demonios, pero había una gran diferencia entre eso y planteárselo a sus padres, que Zafiro, con toda su valentía, fue exactamente lo que hizo.
-¿Padre que hay más allá del abismo?- susurró algo asustada
-¿Quién te ha hablado de eso?-
-Nadie, solo quería saber-
-Si el abismo ya es terrible, ¿Por qué quieres saber que hay más allá?
-Es que yo pensé que…-
-Me da igual que pienses, pero no en eso.- finalizó de forma dura, desde la muerte de su esposa se volvió así con ella.
Pero la duda no desapareció, todo lo contrario, creció y creció hasta que, como toda idea que crece de ese tamaño, se convirtió en acción, y la demonio al no tener un cariño especial hacia su padre ni muchos amigos que la extrañaran decidió escapar. Tomo las cosas necesarias para sobrevivir y con sus oscuras alas sobrevoló la gran muralla que protegía al reino.
Así fue como se encontró cara a cara con el objeto de las pesadillas de su infancia, el Abismo en persona. Lo primero que sintió al cruzar la muralla fue el fuerte viento y el olor a muerte que ambientaba todo el lugar. Luego sintió el frio en sus huesos seguido de una calor abrasadora, como si el lugar no se decidiera en que era peor Entonces escucho los gritos, gritos desgarradores seguidos de llantos tan tristes que harían caer en depresión al hombre más alegre y perder sus esperanzas al más soñador, fue tanta la conmoción que solo cuando toco su rostro noto las lagrimas cayendo como una cascada.
Más allá de todo lo que había notado estaba la esencia misma de la muerte, en una orilla que terminaba en una caída infinita – Si caes al Abismo, todos lo que te amaban se olvidaran de tu existencia, pero tú no de ellos- dijo, recordando lo que según su madre decía, era el peor castigo.
Impulsada por el miedo más que por el valor voló con todas sus fuerzas, voló y voló desesperada, quería volver a su hogar, quería escapar de aquel sitio y sentarse sola en un árbol, retomar la paz de su vida. Cuando diviso el muro que protegía su reino de aquel infierno, se lanzo hacia el sin preocuparse en como caería y cerró los ojos.
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El ángel y la demonio
RomanceEsta es una pequeña historia muy conmovedora de amor y tragedia, que demuestra que a pesar de las diferencias y lo que uno piense, nunca se sabe como llegara el amor y , cuando este llegue, lo que uno será capaz de hacer por el.