Mi amor platónico.

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Todo el fin de semana estuve con el celular de Aki... ¿Por qué? Porque él simplemente no vino y yo tampoco fui a buscarlo.

A estas alturas seguro ya vio que mi galería tiene por lo menos unos diez videos xxx (Gay, por si se olvidaron)... ¿Puedo tener más mala suerte? Miré de nuevo el celular de Aki, tampoco estaba bloqueado y ni me había dado cuenta. Entré directo a su galería.

Fotos con amigos, conmigo, familia, gente que no sé quién es, paisajes... Un video, sólo uno, era un porno... Sólo uno y yo con más de cinco... ¡Seguro ya los vio! Lo malo es que va a saber que también soy gay y que nunca se lo dije y va a reclamarme por enojarme porque no me contó que es gay. Entró un mensaje, era de un "Jin despistado"... ¿¡Mío!? Bueno, tiene sentido. Pero no entiendo por qué ese apodo.

{-Ey, Jin.
+Aki, trae mi celular.
-No.
-Estoy ocupado.
+¿Con qué?
-Si quieres ven a verme.
+¿Por qué?
-Si quieres, tú verás.
+Mañana es lunes.
-Y después martes. ¿Y?
+Te veo en treinta minutos.}
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-Hola.
-Pasa.

Cuando lo miré bien noté que su boca estaba sangrando, sus labios igual, tenía la ropa sucia como si se hubiera caído en la calle... ¿Qué demonios le pasó? Bueno, ya sé, pero no entiendo por qué de nuevo.

-¿Te peleaste hace un rato?
-Ajá.
-¿Hace cuánto llegaste?
-Casi que entramos juntos.
-¿Y por qué la pelea?
-Porque fui a comprar y ellos estaban molestando a Nana.
-¿Qué?
-Sí, la estaban molestando.
-¿Ella está bien?
-Sí, An la acompañó a su casa.
-Y tú... ¿Estás bien?
-Perfecto.
-¿Quieres que te limpie las heridas?
-¿No estabas enojado?
-¡Sí!
-Pues creo que debes decir que no, un fin de semana con un celular ageno es muy entretenido. En especial si es el tuyo.
-Dame mi celular de una vez por todas.
-Bien.

Me lo entregó, le di el suyo... Tomé su brazo y lo llevé al baño, entramos. No sé para qué si no hay nadie cerramos la puerta.

Tomé una toalla y la mojé, limpié la sangre que se había secado. Mientras que lo hacía, la otra mano sostenía su mejillas.

-Gracias.
-Sobre mi celular...
-Lo siento.
-Te entiendo... Yo también te espié hasta el historial de YouTube.
-Al menos no soy el único atrevido. Por suerte no tengo tanto porno como alguien.
-Pero tienes.
-¿Y tú por qué tienes "de ese tipo"?

Me quedé callado y seguí limpiando... Toqué sus labios con mi dedo pulgar mientras limpiaba la sangre en la esquina de su boca. Lo miré a los ojos, qué ganas de besarlo.

-¿Viste todos los videos? -Preguntó. -Los de tu galería.
-Sí, por algo los tengo en mi celular.
-¿Y qué haces mientras que los ves? -Estaba bromeando, como siempre.
-¿Tú qué haces? -Pregunté con seriedad.
-La verdad no acostumbro ver ese tipo de cosas, tengo uno porque me lo envió un amigo.

No voy a preguntar.
No voy a preguntar.
No voy a preguntar.
No voy a preguntar.
No voy a preguntar.
No voy a preguntar.
No voy a...

-¿Quién?
-No te voy a decir.
-Igual no me importa...

Mirar su boca tan de cerca es demasiado peligroso, siento que voy a lanzarme a morder sus labios heridos... Por cierto...

-No debes meterte en peleas.
-Es imposible.
-¿Quieres morir?
-¿Te preocupo?

Aparté mis manos de su cara,  tomé su mano y comencé a limpiar los nudillos... Siempre termina lastimado.

-Mira, incluso te sangran las manos.
-¿Y qué? A la única que le importa es a An... Ni a mis papás les preocupa, no saben siquiera.
-A mí me preocupa, tonto.