Capitulo 10.

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El clima en Moscú era gélido. La nieve caía sobre los hombros de Harry, haciendo que pequeños espasmos recorrieran por todo su cuerpo.

Había sido enviado para una misión. Con solo 16 años ya era un asesino y no cualquiera, sabía hacer su trabajo.

Le habían asignado a un cabecilla de la mafia rusa. Un puerco que quiso interponerse en los asuntos de la Cosa Nostra y ahora debía pagar las consecuencias. Le llamaban Sylvester, se encargaba del tráfico y contrabando. Todos los días enviada camiones repletos de Omegas y drogas. Era uno de los más importantes dentro del grupo. Pero Harry siempre decía que si alguien debía que morir, nadie lo extrañaria.

Los ojos del rizado seguían cada movimiento de los guardias de aquella mansión. Eran unos cinco por delante y uno en cada ventana. Harry se reía al ver la poca defensa que tenía esa casa. Ya había planeado todas las muertes de cada hombre. La adrenalina corría por sus venas. Debía esperar que la familia del Alfa salga de la casa para poder entrar.

Una vez que salió una camioneta con la familia, Harry se acercó sigilosamente hacía una de las paredes externas de la casa. Se deslizaba por la misma como una sombra, nadie lo había visto, ni siquiera notaron como uno a uno iban cayendo los guardias. Con cada muerte que provocaba su sonrisa se ampliaba un poco más en su rostro.

Había matado a veinte guardias antes de llegar a la puerta del objetivo. Entró despacio y pudo ver al hombre de rodillas rezando en ruso. Lo único que hizo Harry fue soltar una carcajada seca mirando fijamente los ojos del otro.

- Der'mo ublyudok, ty ne mozhesh' umeret' kak muzhchina? (Maldito bastardo, no puedes morir como un hombre?).- Antes de que pudiera contestar una bala atravesó la frente del hombre. La sangre salpicó el rostro de Harry.

Salió de la mansión prendida en llamas. Provocando una explosión a sus espaldas. Un auto negro lo esperaba afuera para recogerlo y llevarlo nuevamente a Italia.

El sudor recorría la frente de Harry. Despertó debido a un espasmo. Había sido una de las miles de pesadillas que tenía cada noche. Las manos apretaban fuertemente las sabanas que lo tapaban y la almohada estaba empapada al igual que su cabello.

Ese día tenía un encuentro con Des. no lo había visto desde que bajó del avión y su padre no dejaba de preguntar dónde mierda estaba. Harry había decidido quedarse en uno de los edificios de la familia. Sabía que si se encontraba con Des después de llegar de Canadá querría matarlo por no dejarlo quedarse.

Mientras se despabilaba escucho pasos acercarse al otro lado de la puerta. Enseguida alargó el brazo hacia su mesa de luz donde se encontraba su pistola. La puerta se abrió y vio el rostro moreno de su amigo. Traía una bandeja llena de comida.

- Oltre ad essere tuo amico, devo essere il tuo servitore. (Encima de ser tu amigo, debo ser tu sirviente).- Zayn simulaba enojo con el ceño fruncido.- Dovresti essere fortunato che lo stesso zayn malik ti abbia servito la colazione. (Deberías sentirte afortunado de que el mismísimo Zayn Malik te sirva el desayuno).

- Lo apprezzo. (Lo agradezco).- Harry soltó una risa carrasposa. Callando rápidamente al ver una marca rodeando el cuello de Zayn.

El moreno notó rápidamente la mirada de su amigo.

- Non ti preoccupare di questo. (No te preocupes por esto).- Zayn guió un dedo hacía su cuello.- Ma vorrei sapere perché hai reagito in questo modo. (Pero me gustaría saber por que reaccionaste así).

Harry se reacomodo en su cama, carraspeando la garganta para empezar a hablar.

- Non penso che tu mi capisca. Non ti è mai successo. (No creo que me entiendas. Nunca te pasó).- Zayn mantuvo el silencio para que Harry siga hablando.- Penso ... Penso di essermi innamorato. (Creo...Creo que me enamore).

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