CAPÍTULO 24

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Ya había llegado la noche en la que me reuniría con Finn y la información sobre ella era básica.

Estaba preparada para el encuentro, incluso tenía varias vías de escape por si las cosas no salían como planeaba. No tardé mucho en verle, estaba parado en el pequeño claro entre los árboles, con los brazos detrás de la espalda y con el semblante serio.

   -Señorita Salvatore, espero que esto no sea algún tipo de broma de mal gusto de alguno de sus tíos o del menor de mi hermanos.

   -Ninguno tiene nada que ver señor Mikaelson. Piense en este encuentro como un asunto de negocios. Negocios que pueden hacer que recupere a su pareja.

   -¿Qué es lo que tiene ella que ver?

Se notaba que estaba enfadándose y este era el momento perfecto para efectuar mi jugada.

   -Sé lo que es perder a la persona que más amas en este mundo y desear que regrese a tu lado.

   -Nadie puede hacerlo, por lo que esto es una pérdida de tiempo.- se empezó a dar la vuelta dispuesto a irse.

   -Yo sí.- contesté haciendo que se detuviera- Puedo hacer que vuelva y si no estoy equivocada a usted eso le interesa...

   Sin darme cuenta de un momento a otro me chocó contra un árbol, me sujeto del cuello y me elevó, provocando que mis pies quedaran en el aire.

   -Mientes.

   - No...No lo...hago. Puedo traerla de vuelta- la presión en  mi cuello se liberó y pude volver a tomar aire.- Pero hay un... precio, por así decirlo.

   -¿Cuál?

   - Yo te ayudaré a traer a tu novia, pero a su vez tu me ayudarás a traer de vuelta a otra persona.

   -¿A quién?- preguntó con tono de duda, pero sabía que lo que le ofrecía era lo suficientemente tentador como para que aceptara.

   -Eso no es algo de lo que debas preocuparte. ¿Aceptas o no?- le extendí la mana para que la estrechara y así cerrar el trato, tras pensarlo un par de segundos lo hizo.

Una vez cerrado el trato nos dirigimos a una vieja y abandonada cabaña de leñadores, donde le conté todo lo que sabía de Sage y del primer elemento que necesitamos.

   -La Piedra de Luna de los Lockwood, sé donde está lo difícil será llegar a ella. Está protegida en una cueva donde ningún vampiro ni ser sobrenatural puede entrar.

Sabía que Finn iba a ser de ayuda, él había vivido muchos más años que yo y, a diferencia de otros vampiros, sentía un gran respeto y añoranza por la vida humana.

   -Tenemos hasta la luna de sangre para reunir todo lo necesario. Si no habrá que esperar más de 100 años a que la alineación de los planetas coincida con la luna de sangre sobre el cielo de Mystic Falls. 

Una vez de vuelta en casa, sentí que por primera vez la esperanza volvía a mi. Desde que me transformé he intentado mantenerme ocupada para no darme por vencida y reunirme con mis padres y hermano. Cuando estaba viva nunca tuve especial interés en mis poderes, si bien es cierto que a veces me eran útiles, vivía en un pueblo donde por realizar este tipo de prácticas eran capaces de encender una hoguera y quemarte viva, ahorrarte o ahogarte. Pero ahora la magia me devolvería a mi hijo.

Algunas brujas de Nueva Orleans me habían enseñado años atrás como contactar con determinados muertos, pero solo funcionaba si sus espíritus no habían pasado al otro lado del velo que los separa de los vivos, y como en determinadas fechas y lugares, principalmente donde murieron o donde fueron enterrados, contactar con ellos era más fácil. Y éste era un buen momento para hacerlo

   -Phasmatos obscuras, Ex Luces Est Umbres.

La sobrina de los Salvatore Donde viven las historias. Descúbrelo ahora