Cierra tus ojos.

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—¡N-No te vayas!— lo que más necesitaba es que no hiciera aquello, Jon jamás había hablando con él, no lo conocía perfectamente como a Damian. Tampoco había escuchado a ningún miembro de la familia hablar sobre un tal Red Hood.

Pero, ¿Por qué habría razón para hacerlo frente de él?

Jonathan fue rápido y apretó su muñeca con demasiada fuerza, con tal que no se fuera, él lo miraría fastidiado pero obviamente no podría zafarse por ser un kryptoniano.

—¿Qué mierda quieres?— preguntó para que el muchacho lo soltara y comenzará a esbozar una sonrisa.

—¡Saber más de ti! Jamás había conocido a otro hermano de Damian... Excepto—  Si, no necesitaba recordar a Tim Drake y como quiso matarlo; esperaba que Jason fuera distinto y no cometiera el mismo error qué Drake.

Se le ocurrió un maravilloso juego para entretener al pequeño Kent, con el único fin que se olvidará de su existencia, si, le era exasperante además de perder tiempo innecesariamente. Así que ejecutó a continuación un plan que no podría fallar; Jason sonrió y dio unos cuantos pasos hacia el menor, podría ver como una sonrisa también se dibujaba en su cara niño ingenuo, pensó él. Colocó su mano derecha sobre la curvatura de sus delegados hombros y le murmuró al oído.

—Bien, Jonathan... ¿No?— Jon asintió. Una corriente erizo los vellos del muchacho por sentir su respiración tan cerca de su cara, su corazón amenazaba con salir de su pecho pero él no entendía porque sucedía... Sus palmas también sudaban como un maniático ¿Acaso era normal?—. Tengo un hermoso regalo que te encantaría, por ser primera vez que nos vemos... Solo necesito que te cubras los ojos y contar hasta diez.

Su sonrisa indeleble solo provocó que rodará los ojos y que soltara un bufido. ¿Cuando iba acabar está tortura?

Él acato órdenes y comenzó a contar. Mientras que estaba perdido en otro mundo, saco un pequeño fragmento de Kriptonita guardado en un pequeño cofre y lo lazo sobre sus pies.

—J-Jason... — apenas y podía pronunciar su nombre, sus piernas temblaban y su temperatura iba subiendo; no tendría más opción que descubrir sus ojos... Pero esos ojos marinos se percataron que él ya no estaba, trato de caminar y alejarse lo más rápido de la Kriptonita sin embargo era demasiado tarde.

Se desplomó sobre el piso y poco a poco su visión se iba nublando hasta sucumbirse en los más profundo de la oscuridad. 

[...]

Horas después el pequeño Kent despertó y exaltó al notar que se encontraba recostado en la comodidad de una cama, giró su cuerpo y llevo su palma hacia su sien; ¿Qué había pasado? Las imágenes en su memoria se encontraba borrosas... Solo recordaba perfectamente a él.

¡Jason Todd!

El lugar era un tanto mísero, había cuchillos incrustados en la pared suciedad en cada rincón del estrechó lugar y lo que eran balas sobre el piso; Jon se tomaría un momento para mantener la calma y colocar sus diminutos pies descalzos en el piso tan frío, cuando estuvo a punto de levantar su cuerpo la puerta de madera emitió un chillido tan particular.

El de mechón blanco había traspasado aquella puerta con una expresión que denotaba vergüenza, ¿Como no estarlo? Jon quedó afligido cuando esté lo engaño y escapó, no obstante, planto su trasero sobre el borde de la cama y saco de su bolsillo una envoltura.

—Es para ti— ni siquiera planto su mirada en los ojos del menor, eso provocó que Jon dudará si tomarlo.

—¿Es otro de tus sucios trucos?— alzó una ceja y negó por lo ocurrido.

— Simplemente una galleta, ¿No la quieres?— inmediatamente le arrebató la galleta de sus manos y rompió la envoltura con desesperó; oh, él sabía cómo controlar al pequeño reconoció que su otro punto débil—aparte de la kryptonita— eran las golosinas.

Sin embargo, al morderlo siguió dudando del mayor.

—¿Por qué regresaste?— preguntó mientras daba el último bocado.

—Sentí compasión es todo— dijo él, retiró sus guantes de las manos y subió sus pies para luego cruzarlos—. ¿Ya pasó el efecto? ¿Estas mejor?

Jason peino el cabello alborotado del más pequeño y limpió su mejilla que contenían migajas ¿Qué mierda acababa de hacer?

—S-Si... Mucho mejor— se levantó abruptamente que en cierta manera asustaria a Todd—. ¡Tengo que irme! ¡Adiós!

Sonrió de punta a punta luciendo un propio psicópata, se notaba a leguas que aquella acción lo incómodo, pero no de mal manera... Lo hizo sentir un poco extraño, pero ese sentimiento no significa repulsión hacia su ser.

Cuando la brisa empezó a resoplar en su cara, tomo esa dulce soledad para reflexionar un poco de lo que ocurrió. ¿Por qué su corazón palpitaba como loco? O ¿Por qué sus mejillas reaccionaban a sentir su aire tan caliente en su oído? Miles de incógnitas lo empezaban a carcomen, pero intuía que tal vez, la respuesta correcta... Estaba más que clara.

¡Claro que no!

Jonathan se detuvo en seco y tapo sus ojos con el único fin de retener las ráfagas que se aproximaban. Pero hasta que ese preciso momento que había limpiado sus mejillas de migajas, le daba más sentido a ese sentimiento tan abrumador.

—Joder... ¿Acaso es cierto? ¡Deja de latir estúpido corazón!— Jon golpeó su estómago cegado por la imprudencia y tosió fuertemente por la estocada voluntaria.

Segundos después entro por su habitación—precisamente por la ventana—y se envolvió en las telas de su cama, viajando hacia otro planeta, con el único fin de olvidar aquella sensación. Nadie podría saberlo, mucho menos Clark que reprocharia la conducta indebida de su propio hijo. Definitivamente, Damian tampoco era otra opción. Ya se estaba imaginando las burlas que iba a recibir por parte de su compañero, Jon deseaba llorar y que la tierra se lo tragara... Simplemente lo que podía disponer era olvidar que alguna vez lo conoció, que nunca se había enamorado o que Jason Todd no existía en este universo.

Ya se, ya se. Dirán que estoy loco o que soy un enfermo, pero si llegaste hasta aquí es porque te encanto ¿?

Iré actualizando dependiendo el apoyó que reciba.

#JonxJason

One Shots DC(Jon Kent x Jason Todd) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora