- ¡Amo! - Gritaron todos los objetos al unisono.
- ¡Mira lo que hiciste, muchacho imprudente! - Din Don me acuso, parece odiarme...
-¿¡ QUÉ HICE!? ¡Solo pensé que era libre de irme cuando quisiera!
- ¡Eres un mal agradecido! - Din Don siguió culpándome, me iba a defender cuando recordé que en mis brazos se hallaba la Bestia
- Ding Dong... ¿Donde está su cuarto?
- ¡Ding Dong! ¡Ding Dong! ¿Cómo se atreve a llamarme así? - Din Don siguió quejándose.
- Por aquí caballero. - Una tetera parlante que bajo de la mesa y se dirigió a la puerta. - Lumiere, calma a Din Don.
La Bestia estaba en mis brazos, pero no puedo llevarlo de esta manera...... Lo levante como mis hermanos me han dicho que se carga a las princesas o damas en peligro. Esto es extraño, cargo a una Bestia como si fuera una princesa o dama... Pero no lo puedo arrastrar ya que esta inconsciente. Y para ser sincero se siente bien... Siento que quiero y puedo protegerlo....
- Caballero, por aquí. - La tetera parlante me saco de mis pensamiento.
- Ya voy. - La seguí por los pasillos del castillo.
Dimos unas cuantas vueltas, subimos escaleras y pasamos por varias habitaciones serradas... ¿Qué habrá atrás de ellas? Caminamos unos 30 minutos, esta Bestia vive en el lugar más escondido de todo el castillo
- Es aquí. - La tetera paró frente a una gran puerta de madera. - Si quiere nosotros podemos llevarlo a su cama.
- No, está bien, yo lo aré. Por cierto... ¿Qué fue todo esto? - La tetera pareció dudar unos segundos... ¿Ella sebe lo qué pasa?
- El amo tiene unos problemas de temperamento... Nada de que preocuparse.
-¡NADA DE QUE PREOCUPARSE! ¡CASI ME MATA HAYA!
- Caballero, cálmese por favor. - Me vio un poco molesta. - Después de dejarlo en la cama salga sin ver ni tocar nada.
Y con esas ultimas palabras la tetera abandono la conversación y se fue por donde vinimos. Abro la puerta y entro con cuidado dirigiéndome a la gran cama, se parece a la con la que tenia en casa. Acuesto a la Bestia en su cama y justo cuando termine de colocarle la sabana para abrigarlo, me tomo del brazo y me tiro a la cama.
- ¡Hey! ¿Acaso no fue suficiente con casi matarme allá?
- Mmm... - Se acurrucó en mis brazos y volvió a dormir profundamente.
- No soy una.... - Coloco su cabeza en mi brazo. - almohada.
¿Qué debo hacer? Uso mi brazo como su almohada y esta acurrucado junto a mi, no pedo escapar así... Además se ve tan tierno...
Veo su rostro, sus parpados siendo cubiertos pos sus largos mechones de pelo, le acomodo el cabello en forma de poder ver sus parpados. Acaricio su cien, bajando a las mejillas y luego acarició la comisura de sus labios. Se ven tan suaves... Acerco un poco mi cara hacia la suya... la distancia se acorto al unir nuestros labios.
¿¡QUÉ ACABO DE HACER!? MI CUERPO SE MOVIÓ SOLO... NO PUEDO CREERLO... YO... A ÉL...ES UNA BESTIA ¿¡QUÉ ME ESTÁ PASANDO!?
Mmm.... - Sentí como se movió y se acerco un poco a mi pegando su cuerpo al mio.
- Solo estamos tu y yo, y ya que tu estás dormido entonces... nada paso.
Ya que solo estamos nosotros, solo yo se lo que paso aquí y me asegurare que nadie se entere. Rodé su cintura con mi brazo libre y el sueño empezó a aparecer, sin darme cuenta nos quedamos dormidos en un cálido abrazo.
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El Caballero y La Bestia
FanfictionMi padre me envío en busca de una bestia o bruja para matarla, no podre regresar sin un cabeza. Toda mi vida me enseñaron que las bestias no tienen sentimientos, son asesinas, sedientas de sangre... entonces... ¿Por qué esta Bestia es tan tierna...