Amado Corazón l Undertale l

💙 Capitulo 5 💙

Sans despertaría al caerse del sofá soltando un quejido de dolor y sobándose la cabeza con una de sus mano, éste levantaría la mirada notando la enorme presencia de un ser con apariencia de cabra, Sans susurró al nombre de su amada recibiendo una respuesta algo desagradable.

─ ¡Levántate, que esto no es un hotel 5 estrellas! ─ Era Asriel sosteniendo una cubeta que anteriormente estaba llena de agua, pero que tuvo que vaciar sobre el cuerpo perezoso del esqueleto, Sans soltaría un gruñido por el brusco trato del príncipe.

─ Pudiste haber sido más delicado... ─ Se puso de pie estirándose un poco, haciendo sonar un poco sus huesos, aún se sentía bastante mareado por la borrachera del día anterior ─ Agh, mi cabeza. ─

─ Si vas a vomitar, no lo hagas en la alfombra. ─ Le entregaría la cubeta que había usado para mojarlo, Sans aceptaría el balde para expulsar todo lo que tenía adentro, Asriel tuvo que irse porque no quería vomitar su desayuno al ser bastante sensible ante estas cosas.

Cuando Sans pudo sentirse mejor entre Frisk y Chara le organizaron un interrogatorio sobre las cosas que hizo con su madre el otro día, pero como Sans no era bueno dando detalles, solo dijo que todo había salido bastante bien con su primera cita.

El esqueleto saldría al patio trasero de la casa, encontrándose con una Toriel bajo un árbol viendo un libro sobre cocina "Preparación de pastelillos" Leyó la mujer para luego pasar la hoja, lo que no se esperaba era sentir un pequeño peso a uno de sus costados y al girar la cabeza vería a Sans.

Éste estaría recostando su cabeza en el brazo derecho de Toriel y su espalda en el tronco del árbol que cada vez que le salían hojas se caían en seguida, ella tuvo un leve sobresalto al no esperarse algo como eso, tener a Sans de esta manera hizo enrojecer su rostro peludo.

Con algo de vergüenza recordaría la noche anterior en la que se emborrachó en el Bar de Grillby como nunca antes lo había hecho, juraba que incluso bajo los efectos del alcohol podía escuchar colores y ver sonidos, una experiencia totalmente extraña para ella.

Y al despertar de esa larga siesta tendría a un dormilón Sans sobre en su regazo, mientras que ella lo abrazara como si se tratara de un peluche de felpa, hasta le había acariciado un poco su rostro calavérico antes de ponerse de pie y darse cuenta que sus niños ya habían llegado a casa.

Asriel le hizo muchas preguntas sobre qué había sucedido recibiendo un "¡Nada!" Muy sospechoso de su parte, le daba algo de vergüenza contarle a sus niños que se había embriagado con Sans en su cita y parte se habían mojado con la lluvia como si de infantes se trataran.

Ahora ambos estaban bajo un árbol que solo se le veían sus ramas desnudas y debajo de ellos se encontraban sus hojas formando una gran alfombra rojiza bastante cómoda, tan concentrada estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Sans se recostó en sus piernas.

─ ¡S-Sans! ─ Balbuceó Toriel observando al esqueleto que solo le regaló una sonrisa traviesa, ésta se encontraba nerviosa de que alguno de sus hijos los vieran en esta posición tan comprometedora, pero no tenía el valor para apartarlo.

─ ¿Qué pasa Toriel? ─ Diría Sans siendo consciente de lo que hacía, solamente quería saber cómo sería la reacción de la contraria ante esto, se le era chistoso verla tan alterada y sumisa, todo lo que podía escuchar eran puros murmullos venir de ella.

─ O-Olvídalo. ─ Pondría una pequeña sonrisa y desviaría la vista del esqueleto estando apenada, podía sentir de nuevo ese pulso en su pecho, pero mucho más fuerte que antes y todo esto parecía ser provocado por la presencia de Sans.

Sentiría como sería tomada y dirigida hacia abajo, chocando miradas con el esqueleto que empezó a acariciar su cara con aquella mano, causándole un poco de cosquillas y que se esponjara su pelaje, esto encantó a Sans que siguió con los toqueteos pero sin pasar a más que su rostro.

Toriel se dejaría acariciar sintiendo la mano enguantada del esqueleto pasar por sus mejillas y cabeza, entonces tendría su mano tomándola con la suya manteniendo aquella sonrisa mientras bajaba lentamente su cabeza hasta choca su hocico con la boca del contrario.

Las cuencas de Sans se abrirían como platos ante la acción de la mujer cabra, pero a la que no se negaría en aceptar, aunque si podía decir que estaba impresionado, pues no se esperaba algo así de parte de Toriel, lentamente estos se separaría y se quedarían mirando por un largo rato.

[Tanto suspenso por saber lo que pasaría los hace sentir inquietos... eso te llena de DETERMINACIÓN]