Capítulo 2. Conociendo a los Bakugo

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YYY

Capítulo 2. Conociendo a los Bakugo

─ ¡Ven aquí mocosa de mierda!

Gritó el primogénito de los Bakugo, al tiempo que correteaba a su hermanita menor quien iba corriendo bastante más delante que su hermano; tenía una sonrisa de psicópata en el rostro, era más rápida que él y siempre le sacaba ventaja a eso sin mencionar que parecía encantarle. En ese entonces, él ya tenía 12 y las menores 10. Estaban en el enorme patio trasero de los Bakugo, jugando los tres; aunque como de costumbre, Karako hizo enfurecer a Katsuki y este quería atraparla.

─ N-no deberían pelearse de esa manera...

Intentaba perseguirlos para convencerlos la pequeña Izumi, quien estaba detrás de Katsuki, luciendo adorable con sus trencitas y su trajecito de verano.

─ ¡Cállense ya y compórtense, malditos mocosos!

Fue la puerta que conectaba la cocina con su patio trasero, abierta; dejando ver a una madre rubia furiosa, porque sus retoños hacían de las suyas de nuevo. Una figura se escondía detrás de ella. Lo que no pasó desapercibido para los menores, quienes dejaron el escandalo para poner atención a su madre y al nuevo invitado.

─ Vamos, deja de esconderte y ve a jugar.

La madre de los niños usó ese tono amable que usaba con los demás niños, y a veces con ellos. La pequeña figura detrás de ella, salió lentamente para plantarse delante de los niños a medias, se le notaba nervioso.

─ él es Kirishima-kun, se mudó recientemente al barrio. Tiene 12 años y creí que sería un buen amigo, así que le dije a su madre que lo trajera para que jugara con ustedes ¡Mas les vale ser amables con él o les castigo, ¿entendieron, mocosos?!

Los menores no dejaban de ver analíticamente al recién llegado que parecía entretenido mirando todo el patio y a ellos fijamente. Los niños ya en el patio asintieron a lo dicho por su madre. El pequeño pelinegro fue empujado ligeramente de su hombro para que terminara de traspasar la puerta y por fin estuviera en el patio, la mayor le dio una sonrisa tranquilizadora y los dejó solos. Ella no quería decirlo, pero estaba preocupado por su hijo. Era admirado por muchos, pero realmente sus únicas verdaderas compañías eran su hermanita e Izumi. Necesitaba un amigo de verdad, de su mismo sexo y edad. Por eso, cuando conoció al pequeño pelinegro algo en ella le dijo que ese niño seria el perfecto candidato a ser amigo de su querido hijo mayor.

Mientras ella preparaba algo en la cocina; el recién llegado estaba ahí con los otros, parado sin saber que decir.

─ ¡M-mucho gusto! Soy Midoriya Izumi. Tengo 10 años ¡Soy amiga de Blasty y Kacchan!

Se presentó educadamente la pecosita, con una reverencia y todo. Eso hizo salir de su estupor al recién llegado, quien igual se inclinó marcadamente.

─ ¡El gusto es mío, yo soy Kirishima Eijirou! Tengo 12 años y como me mudé realmente aun no tengo amigos...

─No te preocupes Kirishima-kun, ¡Blasty, Kacchan y yo; podemos ser tus amigos!

El niñito estaba emocionado pero se quedó analizando algo en las palabras de la niña.

─ ¡Eso sería genial! Pero ¿Quiénes son Blasty y Kacchan?

Los ambos Bakugo que le miraban despectivamente y cruzados de brazos, le hicieron una especie de gruñido.

─ Solo Himimi me puede decir Blasty, no te tomes confianzas. Me llamo Bakugo Karako.

Regañó la menor de los Bakugo al tiempo que se presentaba y el recién llegado le sonreía, algo incómodo.

─ Tú, escoria no te atrevas a decirme de nuevo así, la inútil de Deku y la jodida demonio que tengo por hermana menor me llaman así; pero no es como que los demás tengan las pelotas para. Yo soy el gran Bakugo Katsuki para ti, perdedor.

Si bien Kirishima se sintió incómodo con ese par de hermanos tan extraños y antipáticos, se fijó que la castaña golpeó fuerte a su hermano en la nariz.

─ ¡Kacchan estúpido, ¿a quién le dices "demonio"?!

En eso, Katsuki se quedó peligrosamente paralizado, hasta que comenzó a temblar, eso puso nerviosos a todos los presentes; menos a su hermana pero ella se puso a correr.

─ ¡Ven aquí, maldita mocosa del infierno!

Pero pese a estar temblando, el recién llegado se puso en el medio de Kacchan y Blasty, dejando a todos los presentes impactados.

─ ¡No es nada varonil tratar así a las niñas, menos aún a tu hermanita!

Eso dejó aun sin habla a todos pero al mayor pareció provocarlo.

─ ¡Esa monstro no merece protección, sabe cuidarse sola!

El de dientes afilados observó a la niña detrás de él, con ese cabello castaño, ojos rojos intensos; ella lucia imponente y sin pizca de ternura, pero eso no importaba. Además que lucía tan linda con sus mejillas aunque llenas de tierra, todas sonrojadas; ella estaba impactada, nunca nadie la había defendido y su corazón brincaba insanamente. A Kirishima su madre le enseñó que la niña sea como sea, se merece ser tratada con respeto.

─ ¡Ya te dije que no es masculino; aunque tú no sepas verlo, Blasty es una bonita niña, así que debes respetarla, más si eres su hermano mayor!

Katsuki iba a golpearlo, porque no solo interfirió; sino que además ese bastardo seguía sin comprender su lugar, hablándoles con una confianza que no se había ganado. Cuando de repente tenía a sus dos adoradas niñas, entre él y el recién llegado.

─ ¿Pero qué mierda?

─ Ya déjalo, Kacchan. Kirishima-kun tiene razón.

─ ¡Quítate de medio, Deku; y tú también mocosa infernal! Voy a quitarlas a ambas, no estorben.

─ Tiburón me puede decir como quiera, ya déjalo.

Todos los presentes se quedaron de piedra. Karako era muy estricta con su apodo y lo que significaba para ella. Ni su hermano ni su mejor amiga podían dejar de ver aquello que estaba ocurriendo. Kiri estaba sorprendido ahí, viéndole la espalda a la castaña.

─ ¿Eso quiere decir que no te molesta que te diga "Blasty" yo también?

La niña se giró para encarar al niño de dientes de tiburón quien la analizaba y ella, ya no lucia fiera, estaba sonrojada y nerviosa; se veía tan dulce y tierna como cualquier niña y tan preciosa. Lo hizo ruborizarse.

─ chico tiburón pu-puedes decirme como quieras...

El pelinegro sonrió enormemente mostrando sus hipnóticos dientes y viéndose tan perfecto ante los ojos de la menor, quien no podía dejar de admirarlo.

─ ¡Espero llevarme bien contigo, Blasty!

Esa interacción le causó una curiosidad bastante fuerte a Izumi, quien de verdad nunca había visto así a su mejor amiga y realmente estaba ilusionada. Mientras que el mayor de los Bakugo, a partir de ese día supo que aquel recién llegado aparte de no ser un cobarde de mierda, también sería un problema en su querida burbuja donde solo eran los 3; un intruso que parecía dispuesto a quitarle a su hermana.

YYY

¿Qué tal si pese a esta situación, Kirishima se vuelve parte del grupo? Lo comenzaremos a saber en el próximo capítulo 3. Mías. 

La guerrera escarlata defensora de la princesa pecosa (Katsudeku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora