Capítulo 9: Yo No Soy Ella

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Nos internamos en el bosque y a Sokka se le ocurrió la gran idea de seguir a pie.

Eshne: Bien, como prisionera no tendría por qué opinar, pero ¿cómo piensan que voy a caminar si me tienen atada?

Katara: Tiene razón, aunque no creo que puedas ir lejos, además hasta dónde sé eres exhilida

Eshne: Bien, ya entendí, gracias, sólo les voy a pedir que si quieren mantenerse vivos no le digan a absolutamente nadie que soy la Bruja del Sol.

Sokka: ¿Piden recompensa por ti, no? No nos vendría mal

Eshne: No lo entienden, Eshne y la Bruja son personas diferentes para la Nación del Fuego. La Bruja está en busca y captura y ni soñando les darán un centavo, cada uno de ustedes está boletinado

Katara: Eras la protegida de Azulon, así que debe valer algo tu vida.

Eshne: No seguiré con la discusión, ustedes verán lo que es mejor, si alguien más se entera querrán que me entreguen.

Aang: Deberíamos hacerle caso, sólo la llevamos para que no nos ataquen porque ella es parte de ellos, pero si la llevamos como la Bruja a ella la buscan viva o muerta. No hay más, guardamos el secreto y listo.

Caminamos un buen rato, estábamos perdidos, pero el señor instinto no lo reconocía

Eshne: -olía a fuego y hierro- no deberíamos ir por ahí, genio

Sokka: Sé muy bien tus trucos, lo único que trato de hacer es protegernos de la Nación del Fuego -y entramos en un campamento de la armada traté de esconderme para que no corriera la noticia a la Nación

Aang: ¿Cómo hiciste eso, Sokka? - El general cayó inconsciente y entonces los emboscaron unos rebeldes.

Eshne: Bye, bye - traté de huir, pero me detuvieron

Jet: Vaya, vaya ¿quién diría que me encontraría a una doncella de la Nación del Fuego? -lo golpeé en la cara y lo tiré al piso, pero el me tomó del pie -ni lo pienses -me iba a atacar con su gancho cuando Sokka lo detuvo

Sokka: Es nuestra prisionera

Jet: Es peligroso viajar con una guerra de la Élite del Fuego ¿No creen?

Aang: ¿La élite de qué?

Aang había estado ausente durante cien años, en los cuales pasaron muchas cosas, la noticia sobre la Élite se difundió por todas las naciones porque era liderada por los hijos del Señor del Fuego, pero en ese momento no estaba en funcionamiento, yo portaba la insignia. Jet era líder de esa banda rebelde y hasta donde sé, hacía bastante deseoso en los campamentos de la armada. Nos llevó a su refugio, pero me cubrieron la cara con un saco para que no viera la ubicación, era en los árboles, porque me subieron, Jet me guiaba mientras oía lo que platicaba con Katara

Jet: A mis padres los mató la Nación del Fuego

Katara: Lo lamento, mi madre corrió con la misma suerte, son unos despiadados.

En la cena los oí abuchear la Nación, me sentía mal por lo que ocurría mientras nosotros creciamos, su odio crecía y tenían toda la razón, pero si yo seguía ahí era porque Zuko me necesitaba y no lo abandonaría, además la vida de Kure dependía de mis acciones, Jet era una sanguijuela, sabíamos de él porque atacaba los embarcaderos, estaba fichado, su cara aparecía por todos lados como ladrón de alta prioridad en captura.

Me mantuvieron todo el tiempo atada, hasta que Sokka llegó y me llevó a una aldea que Jet quería inundar. Desalojados a la gente y después de su ruptura con Katara nos fuimos.

NARRA IROH

Teníamos varios días sin saber de Eshne y Zuko estaba muy enojado, más de lo habitual, se peleaba con toda la tripulación.

Iroh: Deberías descansar

Zuko: Necesitamos encontrar al Avatar y a Eshne, no me rendiré hasta que los encontramos

Iroh: ¿Quieres al Avatar o a Eshne?

Zuko: ¿Qué dices? Los necesito a los dos

Iroh: Deberíamos dejar a un lado al Avatar y enficarnos en Eshne

Zuko: Están en el mismo lugar, si encontramos al Avatar, entonces rescataremos a Eshne.

Iroh: Pon en orden tus prioridades, Zuko.

Él aún no entendía sus sentimientos, pero los vi crecer juntos, el amor creció en ellos. Iba a ser difícil hacerlo caer en razón.

NARRA ESHNE

Viajamos hasta que ya no tenían comida y tuvieron que buscar alguna forma de ganar dinero. Sokka consiguió un empleo con un anciano en la pesca, todos sabían que era mala idea, se acercaba una tormenta, pero aún así se fue, no sin antes el anciano gritarle en la cara a Aang lo egoísta que era.

Aang escapó y Katara fue tras él, obviamente me mantenían atada al asiento de Apa. Cuando lo encontramos él y Katara platicaron por un largo rato sobre lo que sucedió antes de que quedara atrapado en el isberg, hasta que llegó la anciana que vimos en el muelle y dijo que Sokka y el anciano no habían regresado.

Aang: debemos ir por ellos

Eshne: ¡Hola! ¿No estás viendo? La tormenta es horrible

Katara: debemos ir, no es una elección

Nos adentramos en la tormenta y entonces vi la oportunidad, Iroh acababa de desviar un relámpago, necesitaba que nos vieran.

Eshne: debes desatarme, desviaré los rayos Aang

Aang: Katara desatala

Katara: ¿estás demente?...

Aang: ¡Sólo hazlo, la necesitamos!

Me desató y cuando nos acercamos al barco disvié los rayos

NARRA ZUKO

La tormenta era inmensa, mi tripulación estaba en riesgo y entonces vi al Avatar, debían tener a Eshne, necesitaba rescatarla.

Zuko: Tío deben de tener a Eshne

Iroh: Príncipe Zuko es peligroso que nos adentremos en la tormenta, te aseguro que ella está bien

Zuko: ¿Cómo lo sabes?

Iroh: Yo no te lo puedo decir, pero necesito que confíes en mí y direcciones la nave al ojo de la tormenta

Lo obedecí, pero mi alma estaba intranquila Eshne era mi amiga más cercana, la estaba abandonando. Cuando llegamos al ojo de la tormenta el Avatar salió con su bisonte

Zuko: ¡Eshne! - la tripulación se preparó para atacar- ¡No, yo no quiero al Avatar, quiero que me regresen a Eshne!

Eshne: ¡Zuko!

No sé exactamente lo que pasó, pero cuando estaban a punto de salir de la tormenta, la vi caer

Zuko: ¡Tío! -Nosoteos no podíamos hacer nada para frenar su caída, pero Katara lo hizo, detuvo su caída y la lanzó a la nave - Eshne ¿me escuchas? -escupió agua

Eshne: Creí que no te Volvería a ver, príncipe Zuko

Zuko: No sabes lo feliz que me haces -la abracé, de verdad la quería, pero no sabía cómo, la cargué hasta su habitación y mi tío entró después con un té.

Iroh: ¿Aún no despierta?

Zuko: No, debe estar muy cansada

Iroh: -me puso la mano en el hombro - Comienzas a darte cuenta

Zuko: ¿De qué hablas, tío?

Iroh: Debes entenderlo. El primer paso fue ordenar tus prioridades. Cuando despierte ella querrá hablar contigo sé comprensivo.

Yo también necesitaba hablar con ella de algo, nadie sabía y quería que ella fuera la primera en saberlo.

~En el Fuego~ [Zuko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora