La Muerte

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Muy buenas, mi nombre es Enrique.
Llevo años queriendo escribir sobre esto, años meditando, escuchando puntos de vista, personas que se ríen de ella, personas que temen su llegada, personas que no notan su presencia.
Llevo años viendo, viendo personas fuertes, personas débiles, personas que buscan conocerla y otras, que luchan contra ella.

Ella es omnipresente e inevitable, su justeza siempre ha sido cuestionable, su esencia incomprensible.

Muchos aseguran que forma parte de un gran plan, ahí, desde luego vuelven a dividirse las opiniones, algunas la conciben como  él principio de un viaje, otros como él final de uno muy largo.

Incontables interrogantes siguen sin encontrar respuesta, preguntas básicas tales como: ¿Porque a él? continúan grabadas con fuego en los corazones de miles de individuos alrededor del mundo. En él el del soldado que perdió a su compañero, en él del amante que perdió a su amada, en la del perro que nunca mas verá a su dueño, en la del hijo que jamás conoció a su padre,.... en la del padre que no dijo adiós a su hijo.

Al igual que yo, muchas personas ansían día tras día algo que detenga su paso, su paso incontenible, su paso antes de que llegue a un ser querido.
Y si, hemos creado barreras, obstáculos, caminos diferentes para intentar confundirla, burlarla, pero ella, ella es la más inteligente de todas. Esos intentos tienen infinitas manifestaciones, medicamentos nos brinda la ciencia, una vida asistida también, milagrosas curaciones evangélicos y budistas que aseguran  ser la solución al problema.
A las promesas también deseo referirme, pues son ellas las más sinceras, las que se encuentran más cerca de lograrlo. Las lágrimas son portadoras de promesas, la desesperación acarrea promesas
¿Cuantas veces no escuchamos: "Te juro que vas a salir de esta", "Vas a lograrlo", "Nunca te dejaré solo, te lo prometo"?.
Ellas, cual potente aliado, se alimentan ciegamente, se preparan para luchar por una causa, dispuestas a darlo todo, incluso, lo que no se es capaz de dar; todo lo anterior para verlas claudicar en él campo, luchando, intentando ganar tiempo, intentando darte tiempo.

La muerte tiene aliados, aliados despreciables y despiadados, serviles e insobornables.
Existen, personas, que digo personas, existen seres, que se entregan a ella y la complacen. Estos llevan a inocentes, a deudores, a amantes, ante la magnífica para que sentencie su destino.
Hay otros, otros que al parecer, ha dotado del poder para decidir quien vive y quien perece, sin siquiera consultarlo. Cito a Hitler quien en inmensos campos de concentración torturaba hasta él deceso a niños, a ancianos, a familias y pueblos enteros. Y entonces surge una de tantas interrogantes, ¿Merecía el vivir en lugar de tantos? ¿Merecía sufrir?
Es realmente digno de odio, pero dar una respuesta positiva a lo anterior solo nos convertiría en otro mas de sus lacayos.
Ahora deseo aludir a uno de los enemigos más antiguos del hombre, las enfermedades.
Pero... ¿Que son? Constituyen condiciones anormales del cuerpo que provocan él deterioro de la salud. En su mayoría son causas vencidas, pero esa minoría resistente que sigue en pie, provoca que hasta él ser más fuerte sucumba.
La peste negra, él sarampión, la polio; todas trajeron millones de fallecidos, pero ya están controladas.
Aunque..¿Saben cuál no? El Cáncer.
Cada vez que me refiero a ella brotan de mis ojos lágrimas en forma de recuerdos. Esta me ha afectado a mi directamente, y puedo asegurarlo, es una putada.
Surge sin previo aviso, surge como un caballo de Troya, sin alarmar, sin levantar sospechas, hasta que un día te sientes como si sobre ti hubiera caído la furia de un Dios. Los heraldos de batas blancas confirman la triste noticia
Comienzas a presentar malestar, y poco a poco, te va corroendo, se va apoderando de tu interior y bienestar como si a él perteneciera desde un inicio.
El cáncer me quito la posibilidad de criarme con mis abuelos, de jugar con ellos y que me enseñaran sus experiencias de vida, porque el cáncer no me permitió conocerlos a fondo, el cáncer actuó precipitadamente sin recibir la orden de la muerte, la cual estaba fechada para cuando ellos se sintieran realizados y completos con toda su familia, para cuando hubieran hecho todo lo que eran capaces de hacer.
Extraño a mi abuelo Oscar, que sin ser perfecto, nos quería a su manera y nos dió lo mejor que pudo.
Ahora veo y aprendo todo de mi abuelo Orestes, un magnifico periodista, fotógrafo, un autodidacta de primera, una persona genial de la que estar orgulloso y junto a la cual hoy me sentiría un poco mas completo.

Además, hay algo que siempre me ha rohido mis pensamientos, mi signo zodiacal es cáncer, ¿será una especie de señal? Supongo que esa queda en él baul de la incertidumbre como todas las demás.

He de decir, que él concepto de ser querido, a lo largo de mi existencia he conseguido ampliarlo hasta alcanzar a los animales del hogar. Desde pequeños crecemos con mascotas, nos divertimos con ellas. Es algo mutuo, ellas nos aman y nosotros las amamos, puedo incluso decir que me ayudan a reflexionar viéndolos actuar. Se debe a que son los más fieles y sinceros compañeros que tenemos, su mirada puede decirte más en un solo instante que una persona en toda una mañana. Pero como todo en la vida hay momentos felices y tristes, y él velo de la Santa Muerte no los deja escapar, los cubre y ellos no alcanzan a saber que pasa.
Hace unos años lo viví. Recuerdo levantarme en la mañana, y ver a mi perrilla, descansando de una vez y por todas; había estado enferma por esos días. Ocurrió durante la noche, espero que no haya sufrido, tengo la certeza que su espíritu y belleza logró conmover a la deidad para que la recluyera con delicadeza y mimo. Me alegra quedarme con la conciencia tranquila de que logre demostrarle cuanto la quería.

Otro tema interesante es él volver de ella, pues aunque algunos dicen conocer métodos para ello, yo considero que es imposible. Una vez alcanza a alguien, no se puede escapar. Lo que realmente es posible y es algo sobre lo cual hay curiosos testimonios, es resistir y vencer cuando tienes medio pie dentro, eso, eso es digno de admirar y debe constituir ejemplo.

Para concluir me gustaría hablar de mi, pues conmigo no lo tendrá mas fácil. Yo tengo él espíritu de un guerrero, se lo que quiero, y eso es inmensamente amplio. Voy a viajar por todo él mundo, voy a conocer a la mujer mas especial de él, la voy a amar y respetar con todo mi corazón y voy a formar una familia con ella, voy a ser un gran biólogo veterinario, voy a ver crecer a un tigre bajo mi cuidado, voy a darle a mis padres la mejor vida que se pueda dar y van a viajar y tener un poco de relajación en una hermosa playa de Belice, yo, Enrique Infanzón González, voy a tener lindos sobrinos a los cuales voy a querer tanto como a mi hermano, voy a envejecer junto a las personas que quiero y eso, eso no lo vas a evitar Muerte, cuando pasen otros 80 años nos volvemos a reunir, hasta luego y jódete.

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Espero que les haya gustado

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⏰ Última actualización: Jun 15, 2020 ⏰

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