5 años después...
-Jane, ¿Podrías traerme las cajas del almacén? –asentí en respuesta y me dirigí hacia allá.
Iba caminando por el largo pasillo de la tienda de antigüedades, cuando mi teléfono vibro en respuesta a un mensaje, era de mi madre, quería saber como estaba, respondí rápidamente y guarde el aparato en mi bolsillo trasero, continúe la marcha y llegue al almacén, abrí la puerta, encendí la luz y busque las cajas que María necesitaba.
Iba de vuelta a la tienda cuando escuche unos gritos seguido de un disparo, me detuve enseguida, coloqué las dos cajas que sostenía en el suelo y luego de puntillas me fui acercando a la puerta para observar por el cristal que esta tenía.
Frente a mí habían dos morenos altos bien fornidos y armados, uno de ellos sostenía a Gustavo contra el suelo, el otro cubría la puerta mientras un sujeto se disponía hablar teléfono despalda a mi, me cubrí la boca cuando vi que María habían sido quien recibió el disparado.
Tenía que hacer algo, debía ayudarles pero ¿Cómo? Desesperada por hacer algo, busqué a mi alrededor algo con que ayudar a mis amigos, hasta que di con la escoba, sé que es pésima idea sin embargo era lo único a mi alcance.
Me asome nuevamente al cristal para analizar como haría el ataque y vaya sorpresa me lleve cuando unos pal de lentes se posaron sobre mí, el sujeto de los lentes me observo por lo que pareció medio segundo hasta que reaccione y corrí tan rápido como pude en dirección opuesta a la salida, mientras escuchaba a alguien gritar *Trátenla* y por consiguiente los tipos comenzaron a seguirme.
Sentía como el corazón iba a salirse de mi pecho, estaba aterrada, la adrenalina en mí, llenaba cada recóndito espacio de mi cuerpo, al final del pasillo divise la puerta que daba al callejón, así que avancé el paso, lo más rápido que pude, pero al salir, todo se detuvo, fue solo cuestiones de segundo la desesperación arropó mi cuerpo, no sé cómo ni de donde salió pero uno de los sujetos con el arma logró sujetarme.
Forceje con él como pude, hasta atinarle una patada en la entrepierna logrando liberarme por unos segundos, pues era libre pero no podía moverme, el otro sujeto armado estaba frente a mí junto con el tipo que hablaba por el celular.
-Maldición-susurré entre dientes.
El sujeto del móvil acortó los pasos que nos separaba, yo por supuesto ni moverme pude, era un hombre alto, larga cabellera rubia, un rostro que denotan bastante seguridad, Llevaba unos lentes oscuros por lo que no logre visualizar bien sus ojos, sonrió de lado luego de realizarme un especie de chequeo detallado de cuerpo entero, tomo mi rostro con una de sus manos y reviso cada ángulo de él.
-Ahora todo lo entiendo todo, eres hermosa, con razón... –escupí en su cara en repulsión a su comentario, limpio su rostro y me proporciono una bofetada por la cual caí al suelo. –Asquerosa, podría matarte sabías. –dijo aquello mientras me tiraba por el pelo.
-¿Y por qué no lo hace de una buena vez?
Una risa forzada salió de los labios de los 3 sujetos, el odio se coló en mis huesos, solo había una razón para todo esto, debe ser por él, ni aún alejada de él puedo liberarme. 5 años han pasado y todavía llevo su marca.
El tipo del móvil, se quito los lentes dejándome apreciar unos ojos morrones claro se acercó a mí y volvió a colocarme una mano en el rostro para verme mejor.
-Cuál sería la razón por la que Thiago te habrá dejado–Esas palabras causaron una leve punzada directa en el corazón, el tipo sonrió mostrando sus dientes no tan perfectos. –¿Te dolió?
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BAJO PERFIL
RomanceTodos tenemos un pasado del cual no estamos orgulloso, algunos preferimos simplemente vivir con el, sin embargo hay otros que ignoran que alguna vez lo tuvieron. Viví con una persona durante 3 años de la cual solo conocía su nombre y lo mucho que le...