Insaciable

Captain Tsubasa pertenece a Yoichi Takahashi.

Hola ¿Qué tal? 

Ha llegado una nueva entrega de la Serie Sexosa, esta vez un TsubaGen bien hard.

En esta ocasión no aparece Mikami, por lo que nuestros queridos protagonistas podrán tener matraca tranquilos.

Disfruten la lectura.

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Tsubasa estaba leyendo un doujinshi en donde Oliver Atom follaba intensamente a Benji Price en la cancha donde se conocieron. Aquella tarde era una de las más tranquilas, sus gatos no peleaban y había logrado mantener una buena abstinencia y no extrañó el cuerpo de su ardiente novio ni un solo segundo. Nada podía cortar esa tranquilidad.

En ese momento su celular sonó, resonando el opening del anime ochentero de Super Campeones por todo el cuarto. Al tomarlo vio que era un mensaje de voz de Genzo, por lo que lo abrió pensando en que quizás sería otra queja por el castigo que les dio su padrino.

– Amor, buenas noticas, el señor Mikami salió y no volverá hasta el lunes, por lo que tenemos la mansión solo para nosotros – avisó –. ¿Te gustaría venir ahora? Ando caliente y necesito un pene grande y duro que me folle sin parar y me bañe con su leche calentita.

Al oír ese mensaje cerró la revista y a toda velocidad salió del cuarto para avisarle a su madre que iría a ver a su novio. Ahora que la mansión estaba vacía era hora de aprovechar, por lo que a las corridas fue hacia allí.

Varios minutos después.

– Ah... Ah... Tsubasa... Tsubasa, más duro... Más fuerte – gimió mientras metía y sacaba el consolador cada vez más rápido –. OH... Ahí... Dame más ahí...

Genzo retiró el juguete para segundos después quedar boca arriba sobre la cama y volver a meterlo en su interior.

– Tsu-Tsubasa... Por favor – con una mano recorrió su cuerpo hasta detenerse en uno de sus pezones –. Tócalos... Juega con mis pezones, por favor... – dijo mientras torcía uno de ellos –. Sí... Sí... Oh... Esto se siente muy bien...

De repente escuchó el timbre, por lo que molesto retiró el juguete y se puso una toalla para ir a atender. Al llegar afuera vio a Tsubasa y corrió animado para recibirlo.

– ¿Qué haces desnudo? – preguntó.

– ¿Tú qué crees? Te estabas tardando y necesitaba atenderme urgente – contestó pícaro –. ¿Quieres entrar?

– ¿A tu mansión o a tu interior?

– Me encantaría que me follaras aquí mismo, pero no quiero aparecer en las noticias todavía.

– Está bien – rió.

Ni bien fueron adentro el mayor se quitó la toalla y se apoyó en la pared con las piernas extendidas.

– ¿Te gusta la vista? – se dio una nalgada –. Estoy listo para recibir tu vergota... Papi.

De inmediato el pene de Tsubasa se puso erecto, tanto que ya le estaba doliendo tener los pantalones puestos. No obstante, todavía quería hacer sufrir a su novio.

– ¿Y los perros?

– Durmiendo en el cuarto del señor Mikami – contestó –. ¿Qué esperas? Fóllame ahora.

– De hecho pensaba en otra cosa.

– ¿Ah?

– Sí, ahora que lo pienso hace tiempo que no te veo masturbándote mientras me la chupas – dijo –. ¿Podrías darme el gusto?