💗 | Heart

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Park Jimin y Min Yoongi fueron amigos desde que tuvieron memoria. Parece ayer cuando un pequeño pelinegro de 6 años entró a clases y vió un tímido Mochi sentado en el lugar contiguo al que le pertenecía.

No sabía porqué, pero desde preciso momento sintió la necesidad de nunca separarse de él.

Y así lo hizo.

Con el pasar de los días, Jimin fue perdiendo la timidez y se hizo muy cercano a Yoongi, quien estaba muy feliz... ¡El pequeño ahora era su amigo! Empezaron a juntarse en sus respectivas casas, hicieron pijamadas de fines de semana completos o semanas enteras durante vacaciones, fueron a parques de diversiones con los padres del otro y todo lo que puedan imaginar.

Así de unidos fueron siempre.

Déjenme decirles que eso nunca cambió, ni siquiera con los años. Porque a sus diecisiete años el ahora peligris Yoongi y el ahora pelinegro Jimin seguían más pegados que nunca. Eran los mejores amigos.

Pero existía una realidad que, para los que se atrevían a mirar un poco más allá, era imposible de ignorar: ellos estaban enamorados uno del otro.

Era muy frecuente el poder observar a Jimin apoyado con delicadeza sobre el hombro de Yoongi. Ustedes dirán, ¿qué hay de extraño ahí? Para otros esto no es nada extraño, pero Yoongi no dejaba a nadie hacer eso. Excepto a Jimin, claro.

Por otro lado, teníamos al peligris, quien saludaba a Jimin con un abrazo.

Un abrazo donde rodeaba con inconsciente posesión su cintura y Jimin su cuello.

"¿Acaso su comportamiento era así normalmente? ¿O acaso ellos estaban enamorados? ¿Serían novios en secreto? ¿Cómo no se dan cuenta de lo que siente el otro?" - pensaban las personas a su alrededor.

Claro que sí. Claro que Yoongi tenía claro que estaba enamorado de Jimin y el otro sabía con exactitud sus sentimientos hacia el pálido, pero nunca quisieron confesarlo por temor.

Temor al maldito rechazo.

Temor a un sí que luego terminaría con su amistad.

Pero estos últimos días, en el joven Min se había generado un nuevo y peligroso temor: perder a Jimin para siempre por no intentarlo.

Es por eso que hoy había decidido dar el gran paso.

- Nam hyung... - dijo resoplando al teléfono. - Esto es serio para mí.

- Yoongi, ya te dije que no tenés que planificar esto a la perfección... Lo mejor que podés hacer es dejarte llevar. ¿Pensaste que yo había ensayado lo que le dije a Jin hyung el día en que me confesé? - le dijo con paciencia a su hermano, desde el otro lado de la línea, ya que este lo había llamado con desesperación durante un receso en la escuela.

- Pero hyung, yo... - Lo interrumpe.

- No pienses mucho y actúa. Adiós. - Antes de que el pálido responda, Namjoon corta la llamada.

- Genial. - murmura para sí mismo. Sale de su escondite en el baño y se dirige al comedor, donde se encuentra el pequeño Park esperándolo con ansias.

El más bajito por un centímetro ve llegar a su hyung y, con una radiante sonrisa y un par de manos agitándose en el aire, intenta llamar su atención. Segundos después, ambos estaban juntos compartiendo la mesa en la que usualmente no se sentaba nadie más.

- Lo extrañé mucho, Yoonie hyung. - dijo amplificando su sonrisa, provocando que sus ojos se transformaran en las dos adorables medialunas que Min tanto adoraba.

Cómo me gustaría besarlo. - pensó el mayor.

Pero lo que salió de su boca fue otra cosa.

- Yo también, Mochi. Yo también te extrañé... - le toma la mano sobre la mesa y le sonríe. De pronto, siente la necesidad de cambiar de tema. Suelta su mano con aparente nerviosismo y le pregunta lo mismo que casi todos los días. - ¿Quieres que te acompañe a casa, Mochi? Hoy no tengo que ir a buscar a mi hermana y si quieres... - se rasca la nuca nervioso.

Heart [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora