Ted Talk

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Un terrible virus se propagó al punto de convertirse en un problema mundial, y aunque su país no se vió tan afectado, el impacto en la vida de muchos fue notorio. Nunca fue partidario de salir a mezclarse, siempre prefirió estar en casa, pero aún así no habia podido convivir el tiempo suficiente con sus mascotas ni descansar como era debido. Lo consideró una oportunidad.

Pronto, el sedentarismo lo haría dependiente de una rutina: por la mañana tomaba una ducha, preparaba el desayuno, servia a sus gatos, comía con ellos mientras miraba televisión, al medio día entraria al estudio y a la noche repetiria las cinco primeras cosas a la inversa antes de regresar a la cama donde leería un poco antes de dormir. Cuando les dieron más libertad, procuró limitar sus salidas a cosas urgentes relacionadas con el trabajo, razón por la cual sus fans a penas se enteraban de su estado. Cuando fue rutina era interrumpida, dedicó tiempo a sus gatos en lo que restaba del tiempo antes de ir a dormir.

Sus padres llamaron cada tres días, y él contó todas las llamadas con el mejor de los ánimos aún si se trata de escuchar reprimendas por algo que posteo, pero tan pronto colgaba, volvía a meter la cabeza en algún libro o tazón de fideos con mayonesa sin terminar. También escribió algunas canciones que serían duramente evaluadas por el equipo de su agencia y descartada. Por otro lado, el grupo de los chicos se encontraba en silencio. Recordó vagamente la última conversación, que fue tantos días atrás. Se preguntaría que tan agotada estaba la línea extranjera, y les enviaría mensajes individuales de apoyo.

Por naturaleza no era dependiente del resto, era de las personas que si querían hacer algo, estarian dispuestas a hacerlas sin compañía y es que antes de eso disfrutaba mucho de la soledad que le otorgaba tener su propio espacio como hijo único. El disfrutar estas cosas por elección propia a verse obligado a cumplirlas le parecía sofocante. El encierro obligatorio hizo emerger sentimientos ocultos que, no fue capaz de revelar en ninguna conversación con sus padres porque ni él mismo lograba entenderlos.

No podia evitar preguntarse si siempre estuvieron allí, y que de admitirlo, se encontraría con una verdad desagradable; tal vez estaba inventando una nueva excusa para ahogar aquellas molestas voces de inconformidad que habian hecho de su mente un hogar.

Durante el debut e incluso antes, convivió con todo tipo de personas. Su expresión facial daba una impresión errónea de lo que sea estuviese queriendo mostrar, sumandole a eso el rebelde desenfreno de la juventud, ocasionando que consiguiera problemas con bastante frecuencia. Incluso si las personas no abrian la boca frente a él, probablemente tendrían mucho que decir cuando pegara la vuelta. Podía contar con los dedos de sus manos el número de personas a las que realmente logró entregar todo lo que tenía para ofrecer, pero incluso con ellos tuvo desacuerdos. Por ejemplo, Jinyoung. Ser demasiado opuestos, complicó su convivencia hasta cierto nivel, y lo decia de esta manera porque el que siempre pudiesen conversar al respecto, solucionaba las cosas.

Compartir el mismo sueño, las mismas inseguridades, los llevó a convertirse en el soporte del otro.

Cuando Jaebeom se sentió inseguro, unas cuantas palabras del líder fueron suficientes para subirle el ánimo y viceversa. Más tarde él se convirtió en el líder de GOT7, lo cual marcó cierta distancia pues ya no eran sólo dos, sino siete chicos conviviendo en un espacio reducido, inclusive allí estuvo Jinyoung para darle un golpe cuando sintió que no podía más y lloró junto a él sus triunfos. No es que los otros no lo hicieron, pero de algún modo la aprobación de Jinyoung era  indispensable. Debía admitir que se habia vuelto algo dependiente a ese hombre.

Dejó el bolígrafo a un costado, empezando a buscar con la mirada su celular, sacandolo debajo  de su trasero, lo tomó en sus manos. Al verse escribiendo un mensaje destinado a ese chico se detuvo, pasando la mano abierta por su rostro lleno de cansancio, rió de aquellas simples  líneas tecleadas con tanto esmero.