Tian Yu se dejó caer sobre el sofá de la suite, respirando profundo mientras intentaba calmar a su mente y corazón, porque aquella reunión con Taemin salió peor de lo que esperó, y no porque hubiera problemas con los asuntos relacionados con su trabajo, sino por la llegada inesperada de Yuk Hei, y él hubiera preferido no verlo, así las cosas serían un poco más fáciles.
Nunca pensó sentirse afectado de esa manera por el chico, es decir, lo conocía desde que era niño, cuando él y Taemin comenzaron a trabajar juntos, y en el pasado no le agradaba porque sentía que era demasiado caprichoso y mimado, además de que éste parecía odiarlo y siempre su ceño se fruncía cuando estaba cerca, y bueno, tampoco podía decir que él disfrutaba cuando estaban en un mismo espacio.
En el pasado lo soportó sólo porque él estaba intentando tener una relación con Taemin que fuera más allá de una relación de trabajo, pero éste no le dio la oportunidad, y si estaba cediendo, Yuk Hei aparecía como un recordatorio de que eso no debería de suceder, porque luego de tener a su hijo cerca, Lee lo rechazaba y hasta parecía un poco incómodo con su presencia, y tuvo que entender que cualquier oportunidad que pudo tener terminó cuando Choi regresó a la vida, y si las cosas no hubieran estado claras para él, el hijo de su socio se las resumió.
Hubo un tiempo en el que disfrutó molestar al chico sólo porque no quería sentirse que perdió frente a un adolescente, pero tenía bien claro que entre él y Taemin nunca existiría nada, luego se casó y el asunto terminó ahí. Quizás si no hubiera sido porque su matrimonio fracasó y Yuan insistía en que ellos eran amantes, y tuvo que intervenir en sus ataques a Yuk Hei, no se habría vuelto un poco más cercano al chico y no hubieran iniciado una relación.
Tal vez su relación siempre estuvo destina a fracasar, es decir, nació de una manera tan inesperada y así mismo terminó, pero Tian Yu sentía que esa relación tomó más de él que su matrimonio fallido que fueron años en lugar de sólo meses en los que estuvieron juntos, pero lo que sentía no se podía comparar el uno con el otro y por esa misma razón dolía tanto verlo ahora y sentir que ni siquiera tenía el derecho de hablarle.
Tian Yu asumía su culpa por ocultar el hecho de que tenía una hija, con quien luego de su ruptura con Yuk Hei su relación mejoró, pero no porque el chico hubiera sido un impedimento para ello, sino porque fue él dándose de verdad una oportunidad para conocerla e intentar formar los lazos que sólo con la convivencia se lograban.
Cuando lo pensaba así, China era su lugar ahora, y quizás debía de encontrar a alguien que su ocupara de su trabajo con Taemin, porque tampoco era que su presencia fuera indispensable, por lo que otra persona podía hacerse cargo, y al menos hasta que el dolor pasara y él y Yuk Hei pudieran estar en un mismo lugar sin sentir que su mundo se derrumbaba por no poder hablarse, lo mejor era no verse, tal vez con el tiempo aquel dolor pasaría.
Pasó sus manos sobre su rostro y suspiró, colocándose de pie para dirigirse al pequeño bar dentro de la suite y tomó un vino. Si bien, no era de las personas que se emborrachaba por una ruptura, a veces el alcohol había ayudado a aclararse un poco o a dejar de pensar en lo que dolía.
En ocasiones quería reírse de sí mismo, él era un hombre de cuarenta años y a veces quería colocarse a llorar como un adolescente luego de su ruptura con su primer amor, debió de haber asumido que lo que tenía con Yuk Hei no iba a durar. El chico era joven, quizás en el futuro iba a encontrar a otra persona a la que querría y lo que tuvieron hubiese terminado de la misma manera, con ellos rompiendo, pero era más fácil pensarlo que aceptarlo, después de todo se enamoró de él.
La compa en su mano quedó vacía demasiado rápido, que hasta creyó tenía un agujero, pero sólo fue el bebiendo de esa manera mientras se maldecía a sí mismo por lo patético debía de verse en ese momento, o en cualquiera que nadie estuviera cerca, porque fuera de la privacidad de su habitación él mostraba aquella imagen como si nada estuviera sucediendo, como fue ese día en la oficina de Taemin, cuando en realidad se sentía tan roto.
Era doloroso ver a Yuk Hei y saber que no podía estar cerca de él, pero también quería permanecer en el mismo lugar y observarlo a la distancia aunque doliera, ¿cuán patético debía de verse frente a otras personas si supieran lo que pensaba?, que deseaba volver a rogar por una oportunidad aunque su ex dejó claro que quería nada más con él.
Los golpeas algo fuertes de la puerta lo trajeron de vuelta a la realidad y su ceño se frunció levemente porque no se suponía que él tenía visitas. Dejó la copa sobre la mesita de centro junto a la botella de vino, y se levantó para ir a abrir, profundizando su ceño cuando al observar por la mirilla no pudo ver a nadie. Suspiró para luego abrir, tal vez se trataba de algún empleado del hotel.
Cuando abrió la puerta no pudo estar más sorprendido si delante de él estaba Yuk Hei, quien parecía nervioso balanceando su cuerpo de un lugar a otro, y no sabía si éste se colocó estratégicamente fuera del alcance de la mirilla o lo hizo de manera inconsciente. Pero eso no fue lo que captó su atención, sino los rojos e hinchados ojos del chico que delataban que antes de aparecer ahí había estado llorando.
—Yuk...
Ni siquiera pudo terminar su nombre porque cuando su voz salió pareció haber sido activado algo en Yuk Hei, que caminó rápido hacia el frente, besando sus labios mientras se abrazaba a él con fuerza, como si su vida dependiera de ello.
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Inesperado
FanfictionYuk Hei estaba seguro de que odiaba a Tian Yu, porque siempre había significado para él peligro para su familia, en el único momento en el que no lo sintió así fue cuando éste se había casado, y claro, cuando se mantenía en China, y realmente le dab...