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Dependiendo del anhelo es que debo alzar el vuelo.

Muchas veces me encuentro en un acantilado, sin poder caminar hacia el otro lado y sin poder observar lo anhelo.

No siempre podemos cumplir todos nuestros sueños, algunos se quedarán en el aire flotando sin materializarse nunca.

Pero otros si podemos cumplir los, y eso dependerá de nuestro anhelo y de nuestro esfuerzo, al conocer que es lo qué quiero encuentro una manera de hacerlo presente, pero no es fácil, tengo que esforzarme mucho por ello y seguir haciéndolo día por día hasta llegar al final de la travesía por materializar mi alegria.

Cómo la mayoría de las cosas en éste mundo, lleva tiempo, mucho sudor deberá caer de tu frente si quieres que tu deseo siga efervescente, deberás estar consciente de lo rudo que puede ser el camino mientras te dejas guiar por tu corazón.

Y mientras que el corazón guía, dicta los pasos a seguir, con tu cerebro debes pensar la manera para hacer más fácil la travesía por éste mundo gris, cuando consigas que esos dos trabajen juntos, que por cierto no es nada fácil!! Lograrás lo más imposible que se te pueda ocurrir, ya que ellos vuelan cómo colibríes para atar tus deseos y que nunca se escapen, si no que acercarlos a tu destino marcado.

El camino puede ser muy duro, rocoso y lodoso o talvez sea un camino rodeado de dientes de león, nunca se puede estar seguro de que tan difícil puede ser lograr atrapar tus sueños, pero una cosa si es segura, debes hacer tu mayor esfuerzo para lograrlo y aún si no lo logras, podrás decir que diste todo de ti y podrás sonreírle al alba.

Ya que no solo lo diste todo de ti, si no que también conseguiste armarte para la próxima peripecia, para la próxima ya estarás familiarizado y no será tan difícil caminar en el barro, y podrás atravesar cada uno de los obstáculos que se te pongan en frente porque eres un ser sin miedo a enfrentar los miedos latentes.

Y ya luego de la tormenta interna que pasarás conseguirás llegar a la casa en la colina, dónde todo permanece en un hermoso estado de calma, y gracias a tu esfuerzo, a tu sudor y a tu anhelo que a cada momento se hacía más tangente, fue que lograste vencer la situación de peligro latente que tenías en frente.

Marcel.

Esclavo de mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora