Capitulo 10

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Lux reprimió un bostezo al abrir los ojos. Estaba en una cama individual en el hotel de Kalamanda. No sabia porque estaba allí, después de todo ella recordaba haber ido a por Katarina.

Miró hacia un lado pudo ver como su hermano mayor estaba sentado desastrosamente en un sillón viejo purpura delante de su cama. Tenia una cara horrible parecía que había estado llorando, los círculos debajo de sus ojos lo decían todo, Su cabello estaba muy desordenado y pequeños mechones marrones caían en su cara masculina, realmente pensó como es que su atractivo hermano no tenia pareja, bueno si, Elisabhet aunque ella sabia perfectamente que a Garen no le gustaba esa mujer, de hecho realmente se sorprendió cuando vio lo interesado que parecía su hermano en el tema de la pelirroja.

Sus ojos se abrieron al recordar lo que su hermano estaba mirando después de la reunión. Miraba a la pelirroja noxiana como un bobo, su mente se fue llenando de escenarios que podrían pasar si a Garen realmente le gustara Katarina o tuviera alguna atracción sexual hacia ella, seria traición, lo exiliarían o incuso lo matarían, y por parte de la noxiana probablemente pasaría lo mismo.

La rubia estaba tan absorta en sus pensamientos sobre la desgracia de su hermano que no noto como el hombre se movía incomodo en su asiento. En un instante el ya tenia su mano sobre la de ella y había una mirada intensa y preocupada en sus ojos azules.

- Lux..! Como estas?¿te duele algo?¿el pie, el estomago?.. - dijo el mayor con preocupación evidente en su rostro, tocando las partes que le había preguntado a Lux, presiono un poco demasiado el estomago de Lux lo que hizo que la rubia gimiera.

- Lo siento.., Todavía te duele, me estaré quieto. - después de eso, se notó como hizo el esfuerzo para poner la mejor sonrisa en su cara.- No más Kalamanda cuando estés más recuperada, saldrás con un escuadrón de vuelta a Demacia.

- ¡¿Que?! - grito Lux con pánico.

- Oh. Pensé que te gustaría salir de aquí y volver con nuestra madre a casa. Esta preocupada hermana.

- ¡No puedes! Tu.. tu tienes que volver! Idiota. ¿Que haces aquí? Tienes que ir a ayudar! -

- No.-

- ¿No? P-porque? - murmuró Lux. El chico no respondió, simplemente se levantó, murmuró un "disculpa" y salió de la habitación. Ella solo se quedo viendo fijamente la puerta. Si nadie le hacia cambiar de opinión a su hermano ella no podría volver a la batalla, y tal vez a algo o alguien más.

Una bombilla se encendió en su cabeza, pero al parecer. Necesitaría ayuda, y tenia una perfecta.

...

Unos ojos púrpuras se abrieron repentinamente, la mujer a la que pertenecían estaba acostada en una especie de camilla blanca.

Observando a su alrededor, pudo ver cómo estaba en una habitación blanca en la que ciertos aparatos médicos residían. Al ver eso, la pelirroja se miro a si misma buscando una pista de lo que había pasado durante su inconsciencia, relevando una bata blanca que actualmente estaba subida  en su pecho dejando a la vista su abdomen tonificado.

Mientras pasaba sus manos no atadas ahora por su cuerpo, se extraño y aterrorizó al ver una grande cicatriz mal cosida en su estómago, se encontró pensando en que había pasado mientras aguantaba las lágrimas que derramaría.

Dando un vistazo a los tarros de su lado, sus lágrimas cayeron al ver los órganos ensangrentados en uno de los  recipientes. Katarina nunca rezó, pero, ahora realmente lo hacía para que eso no fuera de su cuerpo, pero los puntos de bolígrafo y la cicatriz en su cuerpo decían la verdad.

- Pequeña. Veo que te has despertado - escuchó la joven, el ruido sordo que hizo la puerta al cerrarse hizo que volteara la cabeza. Descubriendo al mismo viejo que recordaba haber visto.

Ella asintió lentamente. Sus ojos se cerraron rápidamente cuando el hombre le acarició la mejilla suavemente.

Sus ojos empezaron a nublarse cuando un tono rosa empezó a extender en sus ojos. El hombre la levanto furioso, poniéndola sobre sus pies obviamente no satisfecho con su respuesta.

- ¡Escúchame! - le dijo. Después, su tono cambio a uno más suave - Eres mi marioneta, cariño. Nadie vendrá. Escucha ahora atentamente mis órdenes. Las realizarás sin ninguna réplica..

Dicho esto, de uno de los bolsillos de su bata agarró el diamante que desprendía la luz rosa, la acercó a su rostro aturdiendola por la luz, el color rosa de sus ojos se intensificó rápidamente. La suave voz que salió de el objeto la hipnotizó, sus pensamientos de huida o ayuda se fueron disipando lentamente.

El viejo había logrado su objetivo, la pequeña mujer observaba la piedra detenidamente y con atención, al ver que ahora katarina estaba a su orden y completamente renovada y hipnotizada, no pudo esconder la sonrisa siniestra que adorno su rostro, finalmente tendría su venganza contra la Liga, el instituto de leyendas se había encargado de el como un pequeño problema y lo había convertido en el monstruo que era ahora. Pagarían su cometido con todos los cadáveres y asesinatos que tenía previstos para Sinister Blade. El arma secreta y increíblemente poderosa de Noxus.

- Dejaras un mensaje, querida. - mencionó mientras acariciaba tiernamente la mejilla de Katarina - Quiero que me traigas la cabeza de los dos invocadores que acompañan a los otros campeones aquí en Kalamanda. Haz un gran caos de esto y asegúrate de las noticias llegan a cada rincón de Runaterra.

Acabado esto, se apartó del camino del asesino. Seria una larga noche.

...

La figura femenina se movía tranquilamente en la oscuridad.
Era una mujer con cabello castaño y largo recogido en una trenza bonita, el vestido que abrazaba su pequeño cuerpo estaba roto y deshilachado en varias partes.

La niña acababa de salir a recoger algunas hierbas medicinales, el hecho de que su madre siempre estaba enferma la había obligado a interesarse en la medicina.

Caminando tranquilamente, los golpes de botas detrás de ella le llamaron la atención, giro para ver quién era el causante de la interrupción del silencio.

Pero solo pudo sentir como sus lágrimas salían de sus ojos uniéndose con los ríos de sangre que salían del corte limpio en su garganta.

Su cuerpo cayó en un instante al suelo, los ojos azules que habían estado vivos y observando hace unos instantes ahora estaban abiertos y sin vida.

Una risa femenina y algo sensual se escuchó en el silencio. Una mujer cayó  como un gato al lado del cadáver riéndose un vez más antes de que una cara sádica y sangrienta cruzará su cara.

- Parece que me equivoqué de víctima, mi señor. - dijo al aire la locura pelirroja.

Pero una sombra salió repentinamente de la oscuridad colocando una mano firme en el hombro de la asesina. - No te preocupes. Todo a su tiempo, querida.-






La Pelirroja De Mis Sueños (Garen x katarina) EN PROCESO DE EDICIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora