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Fue un año antes de entrar a la universidad cuando TaeHyung y SeHun se conocieron. En aquel tiempo el interés de TaeHyung estaba en ingresar a Arquitectura con una buena puntuación en el examen, por lo que su rutina diaria se extendía hasta que terminaban las clases en la academia privada.

Por lo anterior, en un inicio TaeHyung nunca prestó atención a la persona que se sentaba junto a su mesa hasta que un día, en que la última clase de la academia fue suspendida ante un inconveniente de última hora, SeHun aprovechó la instancia para abordar a TaeHyung.

En aquel encuentro la conexión fluyó de manera inmediata, pues el estrés de los estudios los llevó a compartir emociones en común y que, de ahí en más, llevó a que SeHun se transformara en la distracción de TaeHyung, quien en ese tiempo nunca fue consciente de cómo cada una de las actividades que tenía planificadas junto a sus amigos, se veían reemplazadas por los repentinos planes de SeHun, experto en dar los suficientes motivos como para que TaeHyung diera su brazo a torcer y lo prefiriera antes que a los demás.

Entonces, cuando la relación de ambos pasó de la amistad al noviazgo, fue demasiado tarde como para que TaeHyung comprendiera en qué minuto SeHun comenzó a realizar acciones que en más de una ocasión lo dejaron sin palabras.





— No sé por qué te estoy contando esto ahora —suspiró TaeHyung, pero al estar acurrucado entre los brazos de YoonGi todos sus recuerdos parecían encontrar consuelo en la persona que amaba.

— Está bien si no quieres continuar... —deteniendo las caricias en su pelo, YoonGi llevó su mano al mentón del menor e hizo que lo observara— Entiendo que es algo que no te hace bien.

— Quiero hacerlo —habló con calma y aprovechó la cercanía para besar los labios de YoonGi.

— ¿Estás seguro, Tae? —cuestionó una vez que sus bocas se separaron y que sus cuerpos quedaran uno frente al otro.

— Estoy seguro —asintió cubriendo sus cuerpos con el edredón. Entonces, soltando un suspiro y permitiendo que YoonGi acariciara su mejilla, siguió relatando lo que había vivido años atrás—. Muchas veces dije que SeHun no era una mala persona, lo justifiqué diciendo que simplemente él era inseguro. Y así, poco a poco, esas inseguridades comenzaron a ser parte de mí. SeHun me hizo dudar de todo hasta el punto en que tuvo a mi autoestima entre sus manos... Siempre lo justifiqué al decir que yo era el culpable, que SeHun era... inseguro y que por culpa de mis acciones terminábamos discutiendo.

— En esas discusiones... —se atrevió a hablar YoonGi ante el repentino silencio del pelirrojo—, ¿él te golpeó?

— Nunca en lugares donde se pudieran ver las marcas —admitió ocultándose en el pecho del mayor.

— Alguna vez... ¿te obligó a hacer algo que no querías?

— Un... par de veces... —dijo con su voz amortiguada, por lo que tomó el valor de mirar a YoonGi a los ojos y sólo en ese momento se percató del dolor mezclado en rabia que embargaba al contrario.

— Tae..., ¿nunca se lo contaste a tus amigos o familiares?

— No podía... —negó mordiéndose el labio inferior— Por SeHun alejé a todos los que intuyeron que algo no estaba bien en nuestra relación, por eso... me daba vergüenza admitir la verdad..., me odiaba a mí mismo por reconocer que me había equivocado y que nunca les hice caso.

Era imposible retroceder el tiempo para evitar aquellos dolores, por lo que YoonGi sólo pudo besar la frente del menor y refugiarlo nuevamente entre sus brazos. Debido a su trabajo, muchas veces se había encontrado con situaciones de violencia similares a las vividas por TaeHyung, las que podían terminar de maneras muy distintas, pero siempre con el mismo dolor que necesitaba de varios factores para sanar.

— ¿Y... cómo terminó todo? ¿Cómo te pudiste librar de SeHun? —de tan sólo mencionar aquel nombre, YoonGi sintió un mal sabor de boca.

— Intenté suicidarme con pastillas.

Incrédulo ante lo que había escuchado, YoonGi sintió que el pelirrojo lo abrazaba con más fuerza, como si no quisiera enfrentar su mirada, por lo que sólo pudo acariciarlo con la paciencia suficiente como para que TaeHyung volviera a hablar o para admitir que necesitaba dejar la conversación hasta ahí. Sin embargo, lo segundo no fue el caso.

— Esa última discusión se parecía a todas las demás, pero esa noche fue distinto porque me atreví a decir que quería que se fuera de mi vida para siempre. Después... no recuerdo muy bien, sólo sé que corrí al baño y tomé algunas pastillas... SeHun me hizo caer en su juego de que sólo la muerte nos podría separar y la verdad no sé qué pasaba conmigo en ese momento que la única solución que encontré fue... esa...

Recordar los malos momentos en compañía de YoonGi fue suficiente para que TaeHyung pensara en cómo la vida le había dado otra oportunidad. Si pudiera regresar en el tiempo y hablar con su yo del pasado, TaeHyung diría "resiste, de algún modo aunque sientas que no hay escapatoria, todo va a pasar, todo se solucionará". No obstante, con una sonrisa cansada, TaeHyung estaba seguro que su yo del pasado no le creería.

— Después de esa noche nunca volví a ver a SeHun, sólo supe que él fue quien me llevó al hospital y que le informó a una de las enfermeras el número de mi papá... Por más que quisieron que lo denunciara, no me atreví, me bastó con saber que había ingresado al servicio militar... Con eso me conformé porque en parte sentía que la culpa era mía.

— No fue tu culpa —susurró YoonGi.

— Lo sé, el psiquiatra se encargó de convencerme de eso... Además, veía a mis papás y a mis amigos culparse por no darse cuenta de lo que me estaba pasando que me obligué a sanar para no seguir preocupándolos... Siento tanto por haberlos alejado en ese tiempo que estuve con SeHun, que cada vez que estoy junto a las personas que quiero no puedo evitar sentir deseos de abrazarlos a todos por seguir a mi lado, por cuidarme y hacerme olvidar esa pesadilla.

— Eres muy afortunado y fuerte, Tae... —se atrevió YoonGi a dejar un corto beso en los labios contrarios.

— Gracias por escucharme.

— Gracias por contarme.





Ambos estaban prontos a compartir otro suave beso cuando el timbre los interrumpió, lo que hizo a TaeHyung soltar un berrinche, aburrido de siempre detener sus acciones con YoonGi ante la irrupción de un tercero. Sin embargo, al abrir la puerta y sentir que Yeontan ingresaba dando felices ladridos a su departamento, se tuvo que hacer a un lado ante la llegada de prácticamente toda su familia y amigos. Así, papá, mamá, hermano, hermana, JiMin, Joy, NamJoon, SeokJin, HoSeok, SoYeon, mamá de SoYeon, SooJin y JungKook hicieron su ingreso con una sonrisa y un beso volador debido a que las manos las traían ocupadas con bolsas llenas de comida y alcohol.

— ¡TaeTae! No lo vas a creer —mientras todos saludaban a YoonGi y se acomodaban en el departamento, Joy se acercó a TaeHyung para tomarlo de la mano con una sonrisa—. Estamos aquí porque JUSTO, vaya qué coincidencia, no lo vas a creer, pero TODOS nos encontramos afuera de tu edificio, así es que... eso... ¿festejemos que salimos de los exámenes?

— ¿De qué me perdí? —consultó incrédulo— ¿Y cómo es que JungKook también está aquí?

— Uh, creo que lo trajo Namjoonie oppa.

Y así, desconcentrado porque fue la mamá de SoYeon quien le ofreció un primer trago, TaeHyung se resignó a unirse a esa improvisada fiesta y terminó recibiendo las atenciones de todos quienes esperaban el momento preciso y la valentía necesaria para soltar la noticia de que SeHun había regresado.



ARRÉSTAME! │YOONTAE/TAEGI ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora